Cinco mil entradas en un mes

Hace unas horas me he encontrado con un grupo de amigos en la terraza del bar Goya de Villanueva, me han saludado y yo a ellos que me han invitado a sentarme un rato, en un momento dado uno de ellos ha sacado un tema de conversación menor, el típico chascarrillo de pueblo. Un servidor, que apenas pisa el pueblo, ha preguntado sobre que era eso, en ese momento uno de los del corrillo ha comenzado a mofarse de mi condición de cronista, "que vaya cronista que no me enteraba de nada y que no sabía averiguar nada" no contento con decirlo una vez lo ha repetido otra. Le he contestado que eso no era una crónica que eso era "alparcear" que todo aragonés entiende perfectamente y que mis "crónicas" estaban documentadas, contrastadas y pretendían ser de interés general.

En primer lugar yo no me considero cronista de nada ni de nadie, por circunstancias de la vida me he encontrado con un material sobre la vida e historia de mi pueblo, ha habido personas que a lo largo de 14 años me han ido entregando sus fotografías, sus recuerdos, sus historias y un servidor la va plasmando poco a poco y como mejor puede, hago lo que me gusta y creo que no ofendo a nadie y si no a la vista esta, por cierto este més estoy a punto de alcanzar las cinco mil visitas por vez primera en el período de treinta días, eso es lo importante, el trabajo y la constancia.

Me ha sabido malo porque no es la primera vez que me lo espeta, la verdad es que esta persona aprovecha cualquier ocasión para recordarme socarronamente lo del "Cronista". Pues bien yo, como digo no me considero cronista de nada ni de nadie y sinceramente lo que aquí escribo lo intento hacer desde el respeto, la educación y la dedicación que se merecen las personas que se toman la molestias de visitar estas páginas. Quisiera decirle a este caballero que me llegan muchas historias, algunas bastante negativas y que por tanto intento evitar, no se trata de contar todo lo que se sabe, si no de saber que es lo que se debe contar y él, por su preparación lo debería saber. En Villanueva, como pueblo que es, todo el mundo sabe todo de todos y en base a eso, sus vecinos se deben un respeto mutuo y sincero y por tanto, lo mejor es dejar estar a las personas en aquello en que se encuentran más a gusto.

Para mi es un orgullo que en estos momentos el nombre de mi pueblo lo estén conociendo lugares tan alejados como Sur América, Estados Unidos o Asia, para otros será otra cosa.

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