Azudes de Rabal





Viejo azud de Rabal, gentileza de Carlos Blazquez (Archivo CHE)


 Hace unos días Carlos Blazquez me envió un extracto de un libro que escribió titulado Maestros del agua (1999) y en el que habla de la acequia de Rabal, a propósito del Azud: “según las investigaciones de Ana Vázquez e Ignacio González Tascón, es de origen romano pero ha sufrido multitud de ampliaciones y modificaciones, sobre todo en su origen y final. Las del comienzo tienen una explicación lógica atendiendo a las sucesivas riadas que se han dado y tras las que se reconstruyó o cambió de lugar su toma. También amplificó su capacidad en el siglo XVI y construirse un nuevo azud”.

Señala Carlos en su estudio que esta acequia ha tenido, al menos, cinco tomas con sus correspondientes azudes, «la más alejada estaba ligeramente por encima del puente que actualmente atraviesa el Gállego cerca de San Mateo y del que han perdurado hasta hace poco las estacas. Suponemos que este azud y tramo de acequia fueron los realizados en el siglo XVIII a causa de la rotura de los anteriores». Yo vi hace unos años restos de canalización o “ceiquiones” en la zona de soto existente entre el actual puente del Gállego y el Azud y seguramente esa primitiva presa sea la que en algún documento se dice que se encuentra “frente a las peñas de San Mateo”. Prosigue diciendo Carlos: «La acequia en este lugar discurre en una buena parte de su recorrido bajo tierra y finaliza en un túnel que pasa por debajo de la casa del azutero y desemboca a unos 10 metros aguas abajo de la toma actual, aunque posiblemente no llegó a funcionar mucho tiempo».
Restos de muro seguramente sean los citados
por Blazquez
El segundo azud es el que actualmente alimenta la acequia, y como todos los otros ha sido reconstruido y reparado sucesivamente a lo largo del tiempo. En eso estamos totalmente de acuerdo y también en su origen “probablemente romano y el utilizado para el abastecimiento de agua potable a Cesaraugusta”.

Del tercer azud me deja estas fotos y se encontraría aguas abajo del anterior, en la margen derecha del río y del que tan solo quedan unos restos de muro de contención que parecen acabar en una mina. Prosigue diciendo Carlos que, «unos cientos de metros aguas abajo encontramos los restos del cuarto azud, constituidos por una "U" de sillares calizos en su exterior fijados sobre una base de hormigón de mortero de cal, posiblemente obra del cantero Sebastián Martínez. Por último, unos 20 metros más abajo tenemos la boca de una mina que conducía el agua hasta la acequia desde un quinto azud del que no queda ningún vestigio». Sobre estos últimos tengo mis dudas ya que pienso que se trataría de un solo azud y que lo que Blazquez cree son varias construcciones hidráulicas sean quizás, restos de la antigua Burjazud, pero esto ya forma parte de otro tema.




Restos de muro

Carlos termina diciendo: “Estas últimas son las tomas más cercanas a Zaragoza que la pendiente de la acequia permite con una altura razonable de azud, puesto que actualmente el lecho del río se encuentra a unos cinco o seis metros por debajo del nivel de la acequia, (separados ambos por un estrecho mucho natural de tierra por el que escasamente pasa un vehículo) altura excesiva para un azud en un firme tan poco consistente. También hay que hacer constar que debido a la gran anchura del río en este punto, se multiplicaba el peligro de que una importante riada hiciese variar su lecho dejando el azud en seco, y por lo tanto inutilizado. 

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