San Nicolás de Bari

San Nicolás en la iglesia zaragozana de su advocación

Nicolás de Patrás, nació en Licia (actual Turquía) en el siglo IV de nuestra era, fue obispo de Myra actual Mugla hasta el año de su muerte en 344. Se cuenta que Nicolás ayudaba a las niñas a escapar de la prostitución pagándoles la dote, para así poder contraer matrimonio honrosamente. Siendo obispo consiguió aplacar una tormenta y de esta manera salvar la vida de unos marineros que estaban a la deriva, se cuenta que salió en defensa de tres soldados que estaban a punto de ser decapitados injustamente, interponiéndose entre ellos y el verdugo. En otra ocasión, ya difunto, su imagen era venerada secretamente por un judío cuya casa fue asaltada, el hebreo la tomó con la imagen del Santo y este, todo ensangrentado se apareció a los ladrones reprochándoles lo sucedido y que por culpa suya le habían atizado. Los salteadores arrepentidos por las consecuencias de sus actos devolvieron todo al judío de manera inmediata. Fue capaz de resucitar a un niño secuestrado y asesinado por un cruel carnicero, que lo había escondido dentro de un tonel, así como rescatar de la esclavitud a otro chaval que servía a un potentado y devolverlo a sus padres sano y salvo. Sus restos fueron trasladados a Bari en el año 1087 durante las Cruzadas, de ahí su denominación más común.

Es patrón de la infancia, de los marineros, de los abogados y en definitiva es protector de los que se encuentran desvalidos ante las fuerzas de la naturaleza o de la incertidumbre como los comerciantes, éstos llevaron su culto a Rusia de donde es patrón. En Zaragoza es tradicional que las madres acudan los lunes a la iglesia de San Nicolás de Bari para pedir por la salud y el trabajo de sus hijos. Este templo se encuentra en el convento del Santo Sepulcro, junto al Ebro y aguas abajo del Pilar, muy cerca del antiguo puerto fluvial de la ciudad y por tanto era también patrón de los almadieros, navateros y arraeces que transportaban los troncos desde los ríos pirenaicos hasta Zaragoza y el delta del Ebro.

El obispo de Burgui y su Curia este año 2007 (Gentileza: Mikel Aznárez Lus)

En los Pirineos y en la localidad roncalesa de Burgui, de donde partían muchos almadieros, cada día de San Nicolás se celebra el día del obispo. El 6 de diciembre uno de los chavalillos del pueblo se viste de prelado y otros le acompañan con ropajes eclesiásticos recorriendo las calles de la localidad, recogiendo viandas para celebrar una merienda de cuya administración se encarga un “alcalde”. La víspera el edil de los niños emite un mando en el que después del sonido de la corneta transmite al pueblo: “De orden del señor alcalde, hago saber que, durante el día de mañana, día de San Nicolás guarden bien sus animales domésticos, especialmente las aves. En caso de encontrar alguna de ellas por las calles, será llevada a casa del obispo, donde seguidamente será sacrificada”. De esta manera se advertía al vecindario del riesgo de que se apropiaran de las gallinas que antiguamente se encontraban por las calles. También tenían derecho para entrar en las huertas y recoger los escasos productos que por estas fechas se encontraran, principalmente cardos que se guardaban para la cena de Nochebuena. El día 6 una comitiva de chavales acompaña al Obispo y al Alcalde por las calles de la localidad llamando en las puertas de las casas y solicitando de sus moradores: “la limosnica que nos alegra, ¡el señor obispo les bendecirá! Vengan vengan los huevos, las chullas y los cuartos y alguna otra cosica que si no, no nos vamos. Si nos dan, no nos dan, las gallinas cantarán”. Y la coplilla que más gracia me hace: “La señora de esta casa es una santa mujer, pero más santa sería si nos diera de beber” entre otras componendas. En la capital castellana de Burgos también se celebra esta festividad del “obispillo”.

Iglesia del convento del
Santo Sepulcro en Zaratgoza
San Nicolás ha pasado a la tradición anglosajona como Santa Claus y su devoción está muy implantada en los Países Bajos, sobre todo en Holanda. En este país se celebra cada 6 de diciembre San Nicolás llega desde España con regalos para los niños. De Amsterdan se traslada a Laponia para de esta manera preparar los juguetes que va a repartir a los niños del resto del mundo en Nochebuena. Santa Claus pasó a Estado Unidos como Sinte Klaas, una versión dialectal holandesa de su nombre, mezclándose leyendas sobre su generosidad con otros cuentos del folclore escandinavo acerca de un mago que recompensaba con regalos a los niños buenos, versión que se popularizó en Estados Unidos y de allí pasó a todo el mundo.



Carmona Muela, Juan. Iconografía de los Santos, Istmo. Madrid 2003.
Rodríguez, Pepe. Mitos y Tradiciones de la Navidad, Ediciones B 2010.


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