Francisco Porta Barceló




Hoy es un día triste por muchas razones pero en especial por una que, no por esperada al fin y al cabo nos ha dejado con 97 años, no era deseada. Tuvo una lucidez prodigiosa hasta el pasado mes de agosto en que comenzó a decaer, hace apenas dos días me lo decían sus hijos. Pero la edad que no perdona, le pasó factura. Hasta hace unos años, cuando aún vivía Natalia su mujer, bajaban los dos a Zaragoza todos los domingos por la tarde, yo aún los vi sentados en una terrada el día del Pilar hace unos cinco años. Cuando ella se fue, aún se atrevió a bajar hasta San Juan de Mozarrifar con el coche, allí cogía el Bus que le llevaba hasta el Centro, así hasta este verano pasado.

Era un hombre amable, siempre dispuesto a contarme una historia, a aclararme alguna duda o incluso dejarme fotografías que él mismo había hecho con una máquina “Leika” de los años Treinta (siglo XX) y que había conseguido en la Mili a cambio de una barra de pan “blanco” que le había pedido un capitán de su compañía (la máquina la tenía el oficial). Por entonces el pan era un artículo casi de lujo, estamos hablando de la postguerra.

Fue músico en su juventud, como sus tíos y me contaba innumerables anécdotas de “antes de la guerra” e incluso después. Siempre me recordaba como mi madre les interrumpía los ensayos tecleando el piano que el director tenía en su casa. Evaristo Bernal era vecino de mis abuelos y mi madre en cuanto oía la música se escapaba a ver a los “yayos”, casi se convirtió en la mascota de los músicos pues apenas contaba dos o tres años. Una vez me contó un homenaje que se le hizo a la Lutfwaffe en Zaragoza, “En la piscina de las palmeras del Parque Grande” y al que acudió como músico de Falange: decía que se estropeó la fiesta por culpa de una enorme tormenta, “fue la primera vez que vi langostinos” me contaba, pero no los llegaron a probar. Tenía un sentido del humor extraordinario y una vitalidad enorme, igual que su mujer. Descanse en paz Francisco Porta Barceló, una buena persona y memoria viva de Villanueva.

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