Recuperadas las pinturas, que Goya hizo en el armario de las Reliquias de Fuendetodos

Autoridades asistentes al acto, rodeando la reproducción del retablo


Ayer 31 de marzo y con motivo del 276 cumpleaños de don Francisco de Goya y Lucientes, tuve la oportunidad de asistir a la presentación en la iglesia parroquial de Fuendetodos (Zaragoza) de una reconstrucción a escala real del mural del altar de las reliquias, instalado en el mismo lugar que ocupó en su día, la primera capilla a mano derecha mirando hacia el altar mayor. 

Según explicó Ricardo Centellas, gerente del Consorcio Goya Fuendetodos de la Diputación Provincial de Zaragoza; “Todo se ha hecho minuciosamente y con los criterios científicos más estrictos”. Para determinar el color real que estas pinturas tuvieron en su día, se ha utilizado un programa informático que ha trabajado en base a tres factores: “la escala de grises de fotografías del mural conservadas en blanco y negro; testimonios documentales de la época previa a su destrucción y comparaciones con otras obras posteriores de Francisco de Goya”. Así se ha logrado establecer las tonalidades de esas pinturas, en el momento en que lucían en la parroquia antes de la Guerra Civil. 

Se ha llegado a afinar tanto que se sabe que había 5,24 metros desde la solería del templo a la cruz que remata la pintura mural. Todo lleva a concluir que la obra era más grande de lo que se pensaba. "Estamos ante casi 25 metros cuadrados de pintura realizados en dos técnicas distintas, en óleo sobre tabla en lo que corresponde a las propias puertas del armario; y al temple en el cortinaje y los ángeles que lo enmarcan y envuelven”. Se trata de la primera vez que este sofisticado sistema de impresión digital, se aplica sobre una obra del genial pintor aragonés. Esta obra de Goya no está documentada y fue atribuida por vez primera en 1868 por el erudito Francisco Zapater y Gómez, biógrafo de Goya y sobrino nieto de Martín Zapater, el gran amigo y corresponsal epistolar de Goya. 

Un joven Goya realizó para la iglesia de la Asunción de Fuendetodos un importante y complejo conjunto empleando dos técnicas diferentes: temple sobre muro y óleo sobre madera, la impresión está realizada sobre “pino de Flandes, ya que este tipo de árbol no posee las nervaduras del mediterráneo. Este gran mural es su primera obra conocida y formaba parte del altar de las reliquias, un gran armario de madera situado en el crucero sur, un lugar importante dentro del templo. Cuando el armario estaba cerrado, podía verse representada en las puertas que lo cerraban la Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza y su aparición al apóstol Santiago y los convertidos. Cuando se abría, se apreciaban una serie de relicarios, bustos e imágenes entre los que destacaba el de San Bartolomé, patrón del pueblo. En el reverso de las puertas, Goya pintó a la ‘Virgen del Carmen con el Niño’ (en la hoja izquierda) y a ‘San Francisco de Paula’ (en la hoja derecha) a quienes los condes de Fuentes les tenían mucha devoción. Completaba el conjunto un trampantojo al temple que mostraba un cortinaje abierto por sendos ángeles para mostrar el milagro de la venida. “Este tipo de cortinaje se remonta a la Edad Media pero Rafael y los pintores italianos del renacimiento lo pusieron de nuevo de moda extendiéndose por todo el arte barroco”. Además el propio Goya tuvo gran devoción por la Virgen de Pilar, como se aprecia en su obra y en sus cartas íntimas. Su familia participaba de ésta adoración y Goya pintó para ella una estampa que posee hoy el Museo de Zaragoza.

La iglesia parroquial de Fuendetodos fue destruida por los milicianos anarquistas en sucesivas acciones a partir de septiembre de 1936, durante la Guerra Civil. Las pinturas sobre tabla de Goya, los altares, las jocalias y el archivo parroquial se redujeron a cenizas y desaparecieron los relicarios. Se salvó únicamente la pila donde fue bautizado Francisco de Goya y Lucientes en 1746, pero con importantes deterioros. Además, la casa natal del pintor fue también saqueada. El Servicio Nacional de Regiones Devastada y Reparaciones de la dictadura franquista, derribó por completo los restos del templo barroco y del castillo medieval de los condes de Fuentes. La demolición de la parroquia arruinó los restos de pintura mural de Goya que pudieron sobrevivir al fuego y la metralla. 

El acto fue sencillo, acogedor y muy cálido, a pesar del frío que hacía dentro y fuera del templo, asistieron autoridades provinciales, autonómicas y comarcales, además del alcalde de Fuendetodos, Enrique Saldueña y algunas personalidades de la cultura aragonesa.


Fuentes:

Heraldo de Aragón: Crónica de Mariano García

Diputación Provincial de Zaragoza 

InfoGoya (Javier García Marco


















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