Un pleito con la Inquisición por unas coplillas o "dichos"


Una de las primeras cosas que me llamó la atención cuando comencé mis investigaciones sobre el “Paloteado” en Añón de Moncayo (Zaragoza) fue este documento que encontré en el Archivo Histórico Provincial y que habla de que en diciembre de 1588, el entonces prior de la encomienda de Añón y Talamantes respondía a una carta que le había enviado la Real Audiencia de Zaragoza por la que se le reclamaban «unas coplillas que algunos vecinos de la villa habían dedicado a cierto familiar del Santo Oficio (Inquisición) por considerarlas injuriosas y calumniadoras contra él». El entonces prior, llamado Fray Jerónimo Zapata responde diciendo lo siguiente: «Las coplas que VS mandó vedar[1] siguen en su poder (en el de unas monjas que había en la localidad) y en ellas apuntados los nombres de quien las dio también. Después de pasado el termino se me han entregado tres [individuos] y dos son de edad de veinte años y el otro de cuarenta y de su “dicho” resulta no haber habido dolo. También las monjas de aquí, me dicen las han quemado [las coplillas] VS., mande lo que en este [caso] se deba de hacer (16 de diciembre de 1588[2]. 

Parece ser que el oficio de escribir motadas, estrofas burlescas o “dichos”, viene de antiguo. El afectado por estas alusiones, de nombre Tomás Bernón, era como se ha dicho familiar del Santo Oficio, vecino del lugar de Añón y Justicia de la villa. Había llevado a cabo varios atropellos contra la encomienda y contra el prior de la misma, por lo cual éste le había denunciado, a raíz de lo cual se encontraba en prisión por razón de su comportamiento, alguien le había dedicado unas coplillas o “dichos” alusivos a su persona. Es curioso que estén implicados un señor de 40 años, bastante mayor para el siglo XVI y dos de 20 y que también intervengan unas monjas que había en el lugar, pero no sabemos de qué orden. Tampoco aparecen las coplillas, pero sí los que han difundido “los dichos” y el que parece ser fue el ideólogo de la operación, que sería el más mayor. No se nos dice en qué contexto se habrían difundido, pero sí que fueron escritas “sin mala intención”. El prior cita la palabra “dicho” y Juan Moneva Puyol[3] define esta palabra como refrán, adagio, conseja o sentencia. Copla o frase de dance. Tenemos a tres personas que parece ser censuran o critican la actuación de un Justicia, la reacción de éste que los denuncia y el apoyo del prior diciendo que se trata de unos dichos sin mala intención. Poseemos todos los elementos para decir que se dijo durante a representación de un dance, como un dicho o motada expresada por los danzantes y en el que se exponía una cosa ocurrida en el lugar en tono sarcástico o de crítica social pero, no tenemos la constatación histórica de que fuera así. El documento deja de manifiesto también otra realidad muy habitual en la época y es el enfrentamiento existente entre los aragoneses y el Santo Oficio, institución a la que veían como extranjera e impuesta, una oposición que se notaría claramente años después con las llamadas “Alteraciones aragonesas” y sobre todo como el prior defiende a los miembros de su encomienda, al fin y al cabo están bajo su jurisdicción, quienes a su vez se ponen del lado del Prior. 



[1] Vedar: vetar, cortar, censurar.

[2] ES/AHPZ - J/00061/00 5 - Proceso a instancia de fray Jerónimo Zapata, caballero de la Orden de San Juan, comendador de Añón y Talamantes, contra Tomás Bernón, familiar del Santo Oficio y vecino del lugar de Añón.

[3] Moneva Puyol, Juan. Vocabulario de Aragón en Cuadernos Jean-Joseph Saroïhandy. Xordica Editorial. Zaragoza 2004.

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