El próximo sábado 7 de junio las
mujeres de Castellote volverán a realizar su romería a la ermita del Llovedor.
La de los hombres fue hace un mes justo, el día 1 de mayo. Pero además la
tradición posee un elemento más y es que por vez primera la cofradía de la
Virgen del Agua, que es la que organiza esta peregrinación, está presidida por
una mujer, María Pilar Sangüesa.
«La tradición se ha acogido con
total naturalidad, los hombres y las mujeres, cada uno con su romería» destaca
María Pilar Sangüesa, presidenta de la Cofradía de la Virgen del Agua. María
Pilar tiene una junta muy competente y está compuesta por cuatro mujeres y
cuatro hombres trabajando codo a codo. «Ahora tenemos la misma voz que los
hombres, se tocan los mismos temas y votamos», señala Sangüesa.
Lo de Llovedor viene por la
ubicación de la ermita ya que está situada en el barranco del mismo nombre,
lugar de donde mana agua constantemente de la roca, casi en la cima de la
montaña. Tras la misa, la comida es parte fundamental de la jornada, que
incluyó momentos solemnes como la subida al Calvario con las antorchas
encendidas o el saludo de los estandartes en el encuentro de hombres y mujeres.
La actual Cofradía es continuadora
de la «antiquísima» ‘Cofradía de Nuestra Señora de la Balma’ fundada el 29 de
abril de 1408 cuando once mozos del pueblo se unieron en procesión decidiendo
acudir en Romería a la Ermita de la Balma en Zorita (Castellón) para pedir que
terminara una fuerte sequía que azotaba al pueblo de Castellote. El deseo fue
concedido y el acto se convirtió en un peregrinaje anual, hasta que en una de
las Romerías se les negó el acceso al templo. Ante la prohibición se construyó
la Ermita del Llovedor entre los años 1891 y 1902 en un punto donde, según se
cuenta, la Virgen se había aparecido antiguamente y a raíz de lo cual, comenzó
a manar agua de la roca.
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