El hospital de Santa Cristina de Somport y la villa de Zuera

Zuera y la vega del Gállego

Hace años, me encontraba investigando en el archivo de Zuera cuando una de las concejalas del municipio me preguntó si sabía algo sobre el origen del escudo de la Villa y si el ave que aparecía en éste era una perdiz nival, yo sinceramente no había oído hablar de perdices nivales en mi vida. Mientras en Zuera, aparentemente no existía ninguna mención a esta vinculación con Santa Cristina de Somport hasta que por casualidad, encontré un documento en latín, pero que en su encabezamiento está escrito en castellano, el siguiente título: 

“Copia del año de 1406 del acto y privilegio otorgado a la villa de Zuera, de poder exigir y gastar la primicia de la dicha villa, en la Iglesia de Zuera”[i]. 

El citado documento comienza con un memorial de agravios firmado por Martin Garcia, Prior del Monasterio Santa Cristina de Sumo Portu quien solicita al Rey de Aragón, Martín I el Humano y a su Santidad el Papa le sigan concediendo el derecho sobre las primicias en la villa de Zuera, en virtud a una serie de circunstancias que quiere se le reconozcan, entre las cuales está que los Reyes de Aragón han destinado dinero para monasterios, pero no para el de Santa Cristina o que muchas primicias se han “secuestrado” para dedicarlas a campañas militares en Cerdeña donde a finales del siglo XIV había habido una insurrección contra el papado y las tropas aragonesas y que ahora, una vez pacificada esa isla solicitan retornen de nuevo al monasterio: 

El encabezamiento de dicho documento dice así: “Martin Garcia, Lego, Doctor del Monasterio Santa Cristina de Sumo Portu, saluda al obispo de Barcelona como juez principal de la Sede apostólica y delegado del rey de Aragón. A nuestro señor Benedicto XIII Papa, serenísimo Príncipe Martín Rey de Aragón, a quienes se dirige las peticiones que se contienen al igual que al Padre Santo Celemente VII:” 

“A la memoria del señor Don Juan I Rey de Aragón, quien reparó castillos, fortificaciones, etc. Su esposa Violante le convenció para la reforma de iglesias y ornamentos entre ellos los monasterios de Monte Aragón, San Juan de la peña, Benedictinos y Agustinos de Huesca. Esto sucedió durante sus ocho años de reinado con numerosos beneficios tras la reducción del reino de Cerdeña por Juan I. Decimos y declaramos la concesión por el Papa Clemente y Juan I de la voluntad expresada por los 7 años últimos. 

Y por consiguiente el Señor Clemente (Papa) por su parte el Rey presente (Martin I) rey del reino de Cerceña… infiriendo ¡o pena! a la iglesia el reino predicto una rebelión violenta… El Papa Clemente y el rey obediente y fiel con la Iglesia se unieron para tan ingente guerra en la que participo mucha gente que navegó hasta ese lugar a expensas del reino, fue multitud tan copiosa que nunca había navegado tanta gente junta y no menos la Santa iglesia romana… suplicaron juntos la providencia que dictó el rey sobre primitivas y ambas partes propiciaron dictando a los lugares eclesiásticos del mismo reino permitiendo conceder por siete años la primicia para luchar contra la predicha y violenta rebelión que tubo tiranizado el reino de Cerdeña hasta la redención del dicho reino por el Señor Papa Clemente, a cuyas expensas fueron los gastos. Reducida Cerdeña a la Santa iglesia romana ambas partes prometieron y dictaron que los lugares eclesiásticos del reino se permitieran conceder por otros siete años después de la Vitoria, ocho contados justo después de la capitulación, conceder y donar todas las iglesias del reino y lugares que no sean universidades las raciones, beneficios, primicias que percibieran y permitieran para la obra de navegación, soportando los predichos la victoria con el apoyo de las iglesias y abades. Dado en Avignon el año del Señor de mil trescientos ochenta y seis a 5 de julio, Pontífice Benedicto XIII.

Primera hoja del documento que se conserva en el Archivo Municipal
de la villa de Zuera (Zaragoza)
 

Posiblemente los monarcas aragoneses determinaron en su día que estos diezmos y primicias fueran recaudados por el monasterio de Santa Cristina, con lo cual se demostraría esta vinculación. Durante años y siglos la recaudación se destinaría al Hospital de Somport hasta que, una vez este cenobio se encontró en decadencia hacia 1374, con la división de las rentas hasta entonces unidas entre la mesa del prior y el convento, lo que ocasionó su gradual enajenación y el abandono de Santa Cristina por parte de los priores y frailes[ii]. En medio de todo este conflicto, la villa de Zuera quiso recuperar este derecho, ahora bien. ¿Por qué terminaron los Reyes de Aragón reconociendo este “privilegio” a los zufarientes? La explicación quizás haya que buscarla en la propia historia de Zuera y que Labaña explica bastante aproximada: 

“Esta villa de 250 vecinos fue muy grande, con más de 600 vecinos «la vendió el rey don Pedro IV a Çaragoça por 12.500 escudos y después se fue despoblando poco a poco. Tiene dos aldeas: Lesiñena y San Matheo, que tiene 60 casas. Tiene mucha caza en los montes que le quedan atrás, que son muy grandes en espesor y espacio» además produce pan, vino, aceite y frutas. Sobre el rio Gállego hay un puente de madera y de aquel parte una acequia con la que riega una gran parte de la huerta. Los vecinos del pueblo pretenden volver a ser de la Corona y en su día ofrecieron al rey los mismos 12.500 escudos para el rescate «que contradice con gran fuerza la ciudad»”[iii]. En gran medida la Corona, trató de resarcir el agravio que supuso para la población esta enajenación y que mejor a costa del privilegio real que gozaba el Monasterio de Santa Cristina, quitándoselo a ésta para entregárselo a la villa de Zuera.

Ruinas del hospital de Santa Cristina en Somport (Huesca)
 

El hospital de Santa Cristina de Somport fue una hospedería situada en el alto de este puerto, cerca de Candanchú, donde aún se conservan restos de sus muros. Hay noticias de él ya en el siglo XII, diciendo que era unos de los tres hospitales más importantes del mundo junto con los de Jerusalén y el Gran San Bernardo en los Alpes. No se conoce la fecha exacta de su fundación, aunque aparece mencionado en un documento de Sancho Ramírez escrito en 1078, citado por el historiador Ricardo del Arco, el documento parece ser falso, por lo que la mención más antigua está en un diploma de Pedro I de Aragón del año 1100. Aunque parece ser ya existía algún edificio anterior para auxiliar a los transeúntes que atravesaban el Sumo Portu[iv]. La importancia del hospital en la época viene de que era la entrada del llamado Camino aragonés, que muchos peregrinos cruzaban para llegar a Santiago de Compostela, tomando la rama del camino de Santiago vía Toulouse y el valle de Aspe. En lugar de la que entra en la Península por Mauleón-Licharre y Roncesvalles. El momento de esplendor de esta hospedería fue en durante los siglos XII al XIII, después comenzó a decaer a favor del paso por Roncesvalles, perdiendo toda su influencia y el favor real.



[i] Archivo municipal de Zuera, Exp. 8501

[ii] Lalana, Francisco, Colección Historia del Monasterio real de Sancta Christina de Summo Portu de Aspa, del orden de Predicadores de la ciudad de Jacca. «Rememoranzas» nº 2, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Diputación de Huesca

[iii] Labaña, Juan Bautista, Itinerario del Reino de Aragón. Prames, Zaragoza 2006, págs. 137- 39 y 254

[iv] Kiviharju, Jukka, Cartulario del hospital de Santa Cristina de Somport. Annales Academiae Scientiarum Fennicae, Sarja-ser B. nide-tom. 260 Soumalainen Tiedeakatemia, Helsinki 1991.

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