Castillos fantásticos aragoneses

Castillo de la Iglesieta de los Moros (Huesca)

Si tienen algo en común algunos castillos aragoneses, es su peculiar estructura constructiva que los hace parecer en ocasiones gigantescos barcos petrificados, con quillas que simulan cabezas de animales fantásticos, como es el caso de Piracés o el cercano de Iglesieta de los Moros con figuras que nos recuerdan a tiburones o peces mitológicos. Algo similar ocurre en el también monegrino de Alberuela de Tubo o con el oscense “Barco de Montearagón” muy parecido también al del Castillo de Sora. Singulares son las torres de Sibirana que se asemejan a dos mástiles veleros sobre el barco que surca los bosques de la sierra de Santo Domingo en Luesia, con una quilla que se asemeja también a un animal mitológico. Una semejanza que me llamó la atención en el bajoaragonés castillo de la Fresneda. Seguro que hay más y en algunos casos estos parecidos ya no se pueden comprobar por el estado de ruina en que se encuentran, pero creo que este detalle habría que tenerlo en cuenta. 

La razón es difícil de encontrarla; el valle del Ebro es un antiguo mar y los aragoneses siempre buscaron la salida hacia el Mediterráneo. Quizás algunos de estos castillos tienen un origen musulmán, en este sentido pienso que los moros tenían sobre los barcos un concepto de fortaleza que luego plasmaron en tierra firme. Seguramente con estas figuras pretendían intimidar, asustar como hacían las quillas de los barcos primitivos, en definitiva toda una estructura que hoy día los tendría que hacer singulares.

Castillo de Alberuela de Tubo (Huesca)


Castillo de la Fresneda (Teruel)

Castillo de Pilacés

Montearagón (Huesca)

Castillo de Sora (Zaragoza)

Torres de Sibirana (Zaragoza)


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