VII Muestra de dances zaragozanos "Fiestas del Pilar": Paloteado de Monzalbarba



El Paloteado de Monzalbarba, es quizás el más antiguo de los dances que se representan en la actualidad dentro del término municipal de Zaragoza. Se baila el 8 de septiembre en la procesión a la ermita de la Virgen de la Sagrada. Los danzantes portan una espada en una mano y un bastón en la otra, acompañados por la banda de música de Utebo. Los paloteadores ejecutan tan solo una mudanza que por su sonoridad es muy pegadiza y que es la que aparece en este video. 

Según recoge Mercedes Pueyo Ros en su libro “El dance en Aragón” (edic. Facsimil en la IFC. 2019). “Dicen las gentes del pueblo que lo conocen desde tiempo inmemorial”. Ella misma encontró en los Archivos Parroquiales, algunas noticias concretas de fiestas celebradas en el año 1741 donde se citan a los bailadores y también “unas relaciones de las traslaciones de la Virgen a Zaragoza en las que figuran los danzantes acompañando en procesión a la Virgen. La primera de éstas se hizo en el año 1688, con motivo de una plaga de langosta que amenazaba la huerta. La segunda, en 1939 con motivo del final de la Guerra civil”. Para Mercedes Pueyo, el culto a la Virgen de la Sagrada parece que es anterior a los mozárabes, quienes le dieron entonces el nombre de “La Antigua”. En cuanto a los personajes, éstos son doce danzantes, quienes interpretan la danza, no quedando actualmente ningún otro personaje. Dicen que existió una primitiva representación donde intervenían Moros y Cristianos. 

Esta circunstancia me trae a la memoria un festejo celebrado hacia 1645 en un pueblo cercano a Zaragoza y que aparece publicado en la “Vida de Estebanillo González” donde en primera persona, se relatan las correrías de un pícaro de la época y en la que se cita lo siguiente: «con estos discursos llegamos a la aldea a la una de la tarde y hallamos en la plaza dos compañías de labradores; la una de moros con ballestas de bodoques, otra de cristianos con bocas de fuego. Tenían hecho de madera en la mitad de dicha plaza un castillo de mediana capacidad y altura a donde habían de estar los moros y el día venideros, cuando la procesión llegase a su vista, la compañía de cristianos le había de dar el asalto general y después de haberlo ganado a la moros, los habían de llevar cautivos y maniatados por todas las calles, dando muchas cargas de trabucazos en señal de victoria. Tenían dos danzas; la una de espadas y la otra de cascabel gordo». ¿Sería este pueblo Monzalbarba?

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