Ayer tuve la agradable sorpresa de escuchar a la coral "Chicas del Coro de Luna" (Zaragoza) durante la misa de San Bartolomé en las Pedrosas, sencillamente lo bordaron. En Luna hay mucha tradición musical e incluso aun persiste la banda de música (alguna de las chicas del coro conocía de aquella época de los ochenta, ¿o fué después?) muy bien, ¡Enhorabuena!
domingo, 25 de agosto de 2019
Coral: Chicas del Coro de Luna (Zaragoza)
Ayer tuve la agradable sorpresa de escuchar a la coral "Chicas del Coro de Luna" (Zaragoza) durante la misa de San Bartolomé en las Pedrosas, sencillamente lo bordaron. En Luna hay mucha tradición musical e incluso aun persiste la banda de música (alguna de las chicas del coro conocía de aquella época de los ochenta, ¿o fué después?) muy bien, ¡Enhorabuena!
Dance de San Bartolomé en las Pedrosas (Zaragoza)
Ayer
la concejala de cultura de las Pedrosas (Zaragoza) Mariángeles Jalle me invitó
a la representación que se hace cada año del paloteado y dance en honor a San
Bartolomé y San Roque, aunque ayer era San
Bartolomé. Muy a mi pesar no he correspondido como debería a semejante
invitación, que agradezco pero a veces los imponderables duendes de la técnica
nos pasan malas pasadas. No obstante he podido hacer un pequeño reportaje del
paloteado con algunas mudanzas del mismo, me falta alguna como las cintas, el
ofrecimiento al santo que se hace en la iglesia y que es muy bonito con la
música resonando en el templo y una pieza que tocaron al final de la procesión
que me recordaba a un rigodón renacentista, bueno espero que esta muestra sirva
un poco al menos para hacernos una idea de cómo es el paloteado de las Pedrosas
y sirva como excusa para que me vuelvan
a invitar al año que viene.
Los
danzantes iban acompañados por los dulzaineros de Tauste.
sábado, 17 de agosto de 2019
Godojos en blanco y negro
Cuando saqué esta foto, me vino a la
mente como habría sido la misma toma en los años cincuenta o sesenta del siglo
pasado, en BN con el castillo airoso sobre el caserío como queriendo tocar las
nubes y una tierra dura a su alrededor, un paisaje español de los años
cincuenta pero en el año 2019, un paisaje anclado en tiempo, un castillo de los
que le gustaba fotografiar a Ortiz de Echague
miércoles, 14 de agosto de 2019
Godojos Ayer y Hoy
Ambas fotografías corresponden al
mismo pueblo, Godojos. Casi en los confines de la provincia de Zaragoza, en
dirección a Guadalajara, entre Alhama, el pantano de la Tranquera y los baños
de Jaraba se levanta este pequeño lugar de apenas 50 habitantes tocado por la
despoblación. Nunca debió ser muy grande pero se adivina que en alguna época
aun tuvo su vidilla. El pico de población en el siglo XX fue de 500 vecinos en
1930. En la década de los Ochenta no superaba los 100.
Ambas instantáneas están tomadas
sobre el mismo lugar, aunque con algunos metros de diferencia. La primera
aparece publicada en la obra “Aragón Pueblo a Pueblo” de Alfonso Zapater y la
segunda la hice yo hace uno días. En la de Zapater todavía se puede ver cierta
actividad en la plaza, un par de remolques, una tiendecilla e incluso se
vislumbra un bar, todo ello presidido por el impresionante torreón medieval y
la torre campanario de la iglesia. (La fotografía debió tomarse entre 1980 y el
84, es decir hace unos 35 años aproximadamente).
En la fotografía más reciente los
árboles han crecido y tan apenas dejan ver la plaza, llena de coche aparcados,
la instantánea fue tomada un domingo, habría que verla un martes a la misma
hora. No existen ya ni la tienda, ni tampoco hay atisbo de bar. El torreón
medieval sigue igual, con la pintada de “Viva los quintos del 49” pero la torre
parroquial ha cambiado bastante de fisonomía, se ha reformado y el remate se ha
cambiado por otro más sólido. Los coches son un espejismo como digo y tan solo
un señor estaba sentado a la sombra del árbol en uno de los bancos que hay bajo
ellos y que ya existen en la primitiva foto.
Ambas fotografías resumen lo que ha
sido el Aragón rural en los últimos treinta años, la transformación de una
sociedad netamente agrícola a una de servicios, un pequeño pueblo que se ha
convertido en una segunda residencia para los fines de semana y poco más.
El Roncalés
El orfeón Julián Gayarre, acompañado
por los hermanos Artuch (Mikel y David) originarios de Vidangoz (una de las
villas roncalesas), interpretan "El Roncalés" Zortzico compuesto por
Salvador Ruiz de Luna para Alfredo Kraus, quien lo interpretó en la película
"Gayarre" (1984). Este vídeo fue grabado por Rafael Ezker en la
iglesia de Santa María de Roncal el sábado 9 de agosto de 2019.
sábado, 10 de agosto de 2019
La corza de Sertorio y otras leyendas
![]() |
La corza blanca encontrada en el Moncayo hace unos días |
Parece ser que esto de encontrar
corzas de color blanco en Aragón viene de lejos, independientemente de la
leyenda recogida por Becquer, se cuenta que el general romano Sertorio (aquel
que se hizo fuerte frente a Pompeyo en el Valle del Ebro y erigió su cuartel
general en Huesca, entonces llamada Osca) encontró en cierta ocasión una corza
de este color o unos celtíberos se la ofrecieron porque ellos consideraban a
este animal sagrado. Él la adoptó (los romanos eran muy dados a recoger divinidades
de la tierra para luego asimilarlas a las suyas) y no solo eso, sino que además
se hacía acompañar por el animal en todo momento, pues según él decía a sus
hombre, la diosa romana Diana le hablaba a él a través de la corza, dándole
sobre todo consejos militares. Se cuenta que en cierta ocasión el cérvido se
extravió en el fragor de una batalla, lo que dejó desorientados a los soldados
sertorianos. En ese momento el general hizo que la corza reapareciera
milagrosamente para que de esta manera, infundiera ánimo en los indígenas de su
ejército.
En cuanto a la leyenda becqueriana,
ésta me recuerda mucho a una leyenda, típicamente aragonesa que contaba mi
madre. Un mozo de un pueblo se puso a festejar con una moza, cuando la cosa
trascendió los amigos le advirtieron de que aquella chica era una bruja y que
tenía poderes sobrenaturales. El enamorado joven no hizo caso de las
habladurías y siguió adelante con su romance. Cierto día estando en la cuadra
de su casa, echando de comer al ganado observó una extraña cabra que se
encontraba subida en lo alto del comedero de los animales, el mozo enfurecido
le lanzo un palo al animal dándole en una pata, mientras éste desaparecía de la
escena.
Ese día por la noche le tocaba ir a
festejar con su novia, así que se arregló y fue a casa de la joven. Le recibió
en la puerta su madre diciéndole que la chica estaba en la cama, el preguntó ¿Qué
le pasaba? Entonces la madre de la joven le contestó que de repente le había
entrada un dolor muy fuerte en una pierna y que apenas podía moverse. Fue
entonces cuando el novio se acordó de la escena de esa tarde en la cuadra y de
los dichos de sus familiares y ahí acabó el festejo.
viernes, 9 de agosto de 2019
Villanovenses en campos de concentración nazis
En el día de hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE) publica el listado de los 4.427
españoles muertos en los campos de concentración nazi de Mauthausen y Gusen, en
Austria. El objeto de dicha publicación es la de “facilitar a los familiares su
registro como fallecidos”, estatus que hasta ahora no poseían.
Entre los mencionados se encuentra un
villanovense; Francisco Ruiz Teresa que murió en el campo de Gusen (Austria) en
1941, lo que no deja de ser también un pequeño homenaje a su memoria. Francisco
había nacido en Villanueva el 31 de marzo de 1906, pero residía en el
Castellar, razón por la cual aparece en el listado del BOE. Como vecino de
Zaragoza, pues este monte se encuentra dentro del término zaragozano. Huyó a
Francia en los primeros días del Alzamiento dejando en el pueblo a su mujer y
su hijo (Paco) recién nacido, ya nada más se supo de él, tan solo que terminó
en el campo de concentración de Mauthausen.
Hace poco me dieron los datos de otro
posible vecino de Villanueva fallecido
en otro campo de exterminio nazi, en este caso en el de Buchenwald. Su nombre
era Antonio Barón y según me contaron había una confusión en cuanto a su
domicilio pues se dudaba entre Villamayor y Villanueva de Gállego (algo que
suele ser bastante habitual, sobre todo en Correos). El caso es que ni en
Villamayor ni en el barrio de Montañana hay nadie con ese apellido “Barón” al
menos nacido a principios del siglo XX. Sí que es cierto que en Villanueva hay personas con el apellido “Barón” y en su
mayoría proceden de Castejón de Valdejasa.
Hasta hace unos años vivió en Villanueva
un señor que llegó a ser muy popular entre el vecindario que se llamaba Pablo
Barón, Pablo era pintor, tanto de brocha gorda como haciendo pinitos con el
pincel, famosos son sus cuadros de paisajes que adornan muchos hogares villanovenses.
Según me contó en alguna ocasión, pues éramos familia lejana, se crio en una
torre de Montañana e iba como alumno a la escuela que tenían los cartujos,
éstos le enseñaron el oficio con el que luego se ganó la vida en Villanueva, es
posible que Antonio Barón hubiera sido hermano suyo y que figurara como última
residencia Villamayor o Zaragoza o ya viviera en Villanueva pero fuera menor de
edad o marchara al otro lado siendo muy joven. El caso es que ahí está la
incógnita que, de confirmarse, elevaría a dos villanovenses exterminados por
los nazis.
jueves, 8 de agosto de 2019
Paloteado en Pallaruelo de Monegros (Huesca)
Gracias a la atención de José Luis
Mermejo que me ha enviado cuatro videos tomados por él mismo el pasado 6 de
agosto de 2019 en las fiestas de su pueblo, Pallaruelo de Monegros (Huesca). Se
trata de la representación del Paloteao
en honor a San Salvador.
En una sola película he reunido el
pasacalle ejecutado por los niños aprendices de paloteadores y el mismo en la
procesión por los danzantes mayores. Luego la intervención del Diablo y el
Ángel y para terminar el Degollaú.
Según me dice José Luis, en esta
localidad hay mucha tradición en cuanto al a representación del dance y del paloteao es más, en él participan hasta
treinta personas del casi centenar de vecinos que quedan en el pueblo, se
podría decir que hay casi más paloteadores que vecinos.
Sin duda se trata de un bonito
documento gráfico de una de las costumbres más arraigadas y también olvidadas
de nuestra tierra.
martes, 6 de agosto de 2019
Sertorio: La forja de un mito
Ruinas de Rodén viejo (Zaragoza), se dice que bajo sus piedras se esconde un campamento sertoriano |
Una vez dominado el Valle del Ebro por las legiones, el paso
siguiente sería penetrar hacia la Meseta. Hasta el año 138 a. C. la presencia
transalpina en la depresión fue casi exclusivamente militar y se caracterizó
por concentrarse en el mantenimiento de la paz mediante la ley o la fuerza, así
como por la explotación de los recursos económicos, sin que apenas se asentara
población civil. Paralelamente a la ocupación castrense, la población autóctona
iba adoptando paulatinamente las formas de vida de la metrópoli, sobre todo los
artículos de consumo como el vino y el aceite. Los yacimientos de la época
muestran productos artesanales procedentes de Italia como la vajilla de mesa de
engobe negro, conocida por «campaniense». También se construirán importantes
vías de comunicación como la calzada que comunicaba el centro del valle con
Osca e Ilerda con Tarraco, construidas entre los años 118-114 a.C. El río Ebro
se convirtió en navegable para embarcaciones de poco calado que llegaban hasta
la Rioja. De las decisiones del Gobernador instalado en Tarraco (actual
Tarragona) dependían los indígenas peninsulares. Estos recibían anualmente su
visita de inspección en la cual se impartía justicia y administraba la comarca.
Uno de los bronces de Contrebia es un ejemplo claro de ello; aunque lo redacte
el Senado local, el documento posee numerosos tecnicismos del derecho romano
que lo delatan. Los nativos conocían latín, aunque en su mayoría utilizaban su
lengua nativa y nombres vernáculos, algo que se puede apreciar en el Bronce de
Áscoli, aunque en dicho documento también aparecen nombres latinos.
En torno al año 100 a. C., la metrópoli romana está
dividida en dos facciones; la de los Populares encabezada por Mario y Cinna y
la de los Aristócratas u Optimes liderada por Sila. El Valle del Ebro será
escenario principal en esta guerra civil que se desata en la Urbs y que
se trasladará a tierras hispanas, destacando en estas operaciones Quinto
Sertorio. Este general había nacido en Nursia hacia el año 123 a.C. en la
región italiana de la Sabinia, cercana a Roma. Comenzó su Cursus Honorum al
servicio de Mario, luchando contra cimbrios, teutones y destacando por sus
cualidades castrenses. Tras adherirse al llamado Partido Popular romano pudo
sobrevivir al asalto de Roma protagonizado en el año 88 por el Aristócrata
Sila, lo que fue considerado en su momento todo un sacrilegio. El nuevo
dictador se encaminará hacia oriente, donde realizará una brillante campaña
militar contra Mitríades VI, de la que regresará con los laureles del triunfo y
un gigantesco botín, es el triunfo definitivo de la facción aristocrática. A su
regreso se enterará de que Cinna, a quien habia dejado al frente del gobierno
de la Ciudad Eterna, se había aliado con el popular Mario y que ambos habían
enviado a Sertorio a Hispania Citerior con el cargo de Pretor. Los optimates
acusan entonces a los populares de haber abusado del poder durante la ausencia
del César y comienzan entonces una campaña contra sus contrarios, entre los que
se encontraba el Pretor de la Tarraconense. En el año 82 Sila publica la Lex Valeria que
le permite ocupar la Dictadura por tiempo ilimitado y evita que sus enemigos
puedan defenderse mediante la intercesión de los llamados tribunos de la plebe.
Tampoco podrán apelar a los comicios romanos
en caso de ser condenados a muerte, en definitiva se inicia la represión con
listas de proscritos y condenados a muerte entre los que se encuentran la clase
adinerada de los caballeros, a quienes se les confiscan sus fortunas.
Sertorio que durante su mandato como Pretor se había sabido ganar
la amistad de los indígenas, con una conducta inteligente y moderada que le
permitiría acercarse a la mentalidad de los hispanos. Cuando fue cesado por
orden de Sila en el año 81 pudo hacer frente a las legiones en el valle del
Ebro, ya que para él era un punto estratégico por ser el centro de la ruta
hacia las Galias, sin embargo fue traicionado por el general romano Cayo Annio
Lusco, quien consiguió expulsarle de la península. El general sabino embarcó
con sus tropas en Cartago Nova con el propósito de trasladarse a la Mauritania
Tinguitana. Una vez en territorio del actual Marruecos se ganó la confianza y
amistad de las tribus mauris (moros)
y organizó un ejército formado por exiliados romanos y africanos. Un año
después de su marcha al norte de África, volvió a la península desembarcando en
Baelo consiguiendo el apoyo inmediato de los lusitanos.
Derrotará al gobernador de la Bética afianzando su poder. Sila responderá enviando a la Hispania a Quinto Cecilio Metelo Pío, al mando de dos legiones. Pío sufrirá una primera derrota en Lacóbriga, (Lagos) viéndose obligado a retroceder a la línea del Guadiana. Corre el año 77 a. de Cristo y el poder de Sertorio se encuentra en su apogeo tras las victorias en las ciudades de Bilbilis (Calatayud) y Contrebia. En sus manos se encuentra todo el territorio ibérico, arrebatándole el dominio a Roma. Se hace fuerte de nuevo en el Valle del Ebro y controla, a excepción de algunas ciudades costeras todo el interior de la Citerior. Encontrará importantes refuerzos gracias al apoyo del general romano Perpenna y de las tribus celtíberas unidas a él, atraídas mediante el tradicional pacto de fides. Se calcula que llegó a tener bajo su mando directo unos 60.000 infantes y 8.000 jinetes. Movidos por estos fuertes lazos clientelares Tito Livio menciona como los soldados íberos arriesgaron sus propias vidas para salvar la de Sertorio, para quien en cierta ocasión construyeron con sus propios cuerpos una torre humana, que sirvió al general para escalar las murallas de una ciudad y refugiarse en ella. Se cuenta también que se hacía acompañar de una corza blanca, animal sagrado que representaba a la diosa Diana y se dice que esta última, daba consejos militares a Sertorio a través del cérvido. En cierta ocasión extraviada el animal en el fragor de una batalla, el Sabino hizo que reapareciera milagrosamente para que de esta manera, infundiera ánimo en los indígenas de su ejército. De nuevo los conceptos fides y devotio aparecen unidos. De nuevo los conceptos fides y devotio aparecen unidos.
Huesca, la capital de Sertorio en Hispania |
Utrilla Miranda, Pilar. Gran Enciclopedia Aragonesa, tomo XI (1981) “Sertorio”, págs., 3063-64.
Garcia Morá, Félix, Quinto
Sertorio, Roma Edit. Granada 1991.
Aguilar, Joao, Sertorio. Un general contra Roma, Edhasa
2009. (novela)
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