Pich y Pon

Hoy el Heraldo de Aragón nos habla de Juan Pich y Pon, un electricista barcelonés que llegó a ser alcalde de su ciudad, donde había nacido en 1878. Empresario de fortuna, se hizo rico gracias a que obtuvo una contrata para la conservación del alumbrado público en la Ciudad Condal. Casi analfabeto, se metió en política y militó en el Partido republicano radical de Lerroux. Su minuto de gloria llegó en octubre de 1934 cuando fue designado por el gobierno de la República, Gobernador general de Cataluña. Su labor fue tan desastrosa que cesó a los seis meses de haber sido nombrado, además fue uno de los causantes de la caída del gobierno, al verse envuelto en el escándalo del Straperlo. Crisis que desencadenó las elecciones de febrero de 1936 Este señor que en cierta ocasión dijo “en las Ramblas han puesto un restaurante con luz “genital” fue presidente la Cámara de la Propiedad Urbana, senador, diputado a Cortes por el distrito de Gandesa, comisario de la Exposición Internacional de