Heraldo
de Aragón, en su edición del martes 16 de noviembre de 1948,
se hacía eco de la colocación de la lápida conmemorativa en la casa de
Francisco Pradilla el domingo anterior, 14 de noviembre, con motivo del
Centenario de su nacimiento.
Con la grandilocuencia de la época
cuenta: “El domingo último se rindió en Villanueva de Gállego un grandioso
homenaje a la memoria de su esclarecido hijo, el insigne pintor aragonés don
Francisco Pradilla Ortiz, que tantos días de gloria dio a España con sus
triunfos artísticos en diversos países extranjeros”.
Los actos fueron organizados por el
Ayuntamiento de Villanueva y la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San
Luis y a ellos asistieron entre otras autoridades el Obispo auxiliar de Zaragoza,
doctor don Lorenzo Berociartua. Rector de la Universidad, don Miguel Sancho Izquierdo.
Procurador en Cortes y Delegado Provincial de Sindicatos, don Joaquín Bastero
Archanco. Diputado provincial, don Juan Muñoz Salillas y en representación de
la Real Academia de San Luis, Joaquín Albareda Piazuelo, secretario general de la
Corporación y director de la Escuela de Artes y Oficios. Así como don José
Albareda Piazuelo, don Anselmo Gascón de Gotor, don Félix Burriel y don José
Berdejo Elipe. También don Arturo Guillén Urzaiz presidente de la sección de
Arte del Ateneo zaragozano. A la entrada de la localidad, “cuyas calles y casas
aparecían vistosamente engalanadas, fueron recibidos por el Ayuntamiento en
pleno, con su alcalde presidente y jefe local del Movimiento, don Plácido Yera.
Autoridades, jerarquías locales y todos los vecinos que les dispensaron un entusiástico
recibimiento.
En la iglesia parroquial se ofició
una misa solemne, cantada el cura párroco don Julián Vililla. El coro, acompañado
por el órgano, interpretó la Misa de pontifical de Perosi y el “Ave María” del
maestro Escofet. El sacerdote rezó una sentida oración por el alma de don Francisco
Pradilla Ortiz. Después del oficio autoridades, jerarquías, personalidades,
delegaciones y vecinos se reunieron ante el número 39 de la calle Gómez Acebo,
donde se encontraba ubicada la casa de Francisco Pradilla, en este lugar el
Alcalde Yera pronunció unas palabras plenas de gran emoción:
“Se han cumplido cien años desde que,
de familia muy modesta, vino al mundo el que había de ser primer pintor
español; don Francisco Pradilla Ortiz” y su pueblo no podía quedar al margen de
la conmemoración. “El Ayuntamiento de mi presidencia acordó por unanimidad, en
sesión celebrada el día 30 de octubre último, trasladar esta lápida en recuerdo
del eximio artista a la casa donde nació, entiendo un deber del Ayuntamiento de
mi presidencia tomar el acuerdo de que, si en algún momento esta humilde morada
desapareciera, sea obligado aquel que construyera otra en su terreno, a colocar
la lápida con la rectificación oportuna que bien podrá decir:
“Aquí se alzó la casa en la que vino
al mundo don Francisco Pradilla Ortiz, gran pintor y gran aragonés”. ¡Viva
Villanueva, viva Aragón viva España!”. Seguidamente el alcalde procedió a
descubrir la lápida ofrecida por la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de
San Luis que perpetúa el recuerdo de Pradilla en su villa natal.
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El Alcalde de Villanueva, Plácido Yera, se dirige a las autoridades asistentes.
A la derecha del Obispo auxiliar, el Rector Sacho Izquierdo |
Se trata de una placa “obra magnífica
del que fue laureado escultor don Carlos Palao”. Ostenta los escudos de la
academia de San Luis, de Villanueva de Gállego, símbolos del Arte Pictórico y
motivos que recuerdan los famosos cuadros Doña
Juana La loca y la Rendición de
Granada. Más la siguiente inscripción: «A la buena memoria del insigne
aragonés don Francisco Pradilla Ortiz, que nació en este pueblo 27-7-1848».
Terminado el acto de redescubrimiento
de la placa, que por cierto presenta un tachón negro en el lugar donde se
encuentra la corona del escudo nacional, se celebró un homenaje en el cine salón
Avenida de la localidad presidido por el Obispo auxiliar de Zaragoza, acompañado
del Rector de la Universidad, de los señores Muñoz Salillas, Bastero, Albareda
Piazuelo y el Alcalde don Plácido Yera.
Intervinieron en el acto público,
entre otras personalidades, Joaquín Albareda quien elogió la vida del artista “tan
fecunda en éxitos en el mundo del arte pictórico, conseguidos por su laboriosidad,
su tesón, su tenacidad y su tozudez netamente aragonesas”. También intervino
Anselmo Gastón de Gotor quien manifestó, entre otras cosas: “que en cementerio
de Villanueva existe el panteón de sus padres, costeado por el pintor”. Añadió,
después de leer párrafos de cartas escritas por Pradilla “que su deseo era que
su cadáver reposara en Aragón”. Expuso las amarguras que sufrió en su vida y
que le obligaron a recluirse en su estudio, que fue saqueado y destruido en la última
Guerra civil. Finalizando su intervención diciendo: “Creo haber expuesto
pruebas suficientes para que el nombre de Pradilla, que con su arte dio honra a
la tierra aragonesa, sea pronunciado siempre con admiración y respeto, yo así
lo pido a los maestros que son y pueden ser de Villanueva de Gállego que todos
los años, el día en que murió el gran pintor, dediquen una lección a su
recuerdo”.
Miguel Sancho Izquierdo cerró el acto
y con su habitual elocuencia sugirió que «a los artistas pictóricos no siempre
se les debía enjuiciar por las exposiciones de los críticos, sino también por
el público que siente la sensación del arte ante obras geniales como doña Juana
la Loca y la Rendición de Granada de Pradilla y que están expuestas en el museo
de Arte moderno de Madrid».
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Villanovenes asistentes al acto en el Salón Avenida, durante el homenaje a Francisco Pradilla |
A veces la vida está llena de casualidades que forjan el destino, un día antes del Pilar me encontré por casualidad en el Paseo de Independencia con Emilio Porta Baudín. Me llamó y me dijo que me estaba buscando y me encontró, me enseñó las dos fotografías superiores de esta entrada y me las dio para que "hiciera lo que creyera conveniente". Un par de horas más tarde me enteré de que la casa de Pradilla iba a ser derribada.