sábado, 24 de septiembre de 2022

Almadía


Hace poco vi por las redes sociales que una persona hablaba sobre “almadías” y enseguida otro le respondía que en Aragón se llamaban “navatas”. He observado desde hace tiempo que siempre que ocurre esto, sucede lo mismo, es decir que si personalmente uno la palabra almadía, con un río aragonés, alguien responde navata. Personalmente la tradición oral familiar y los documentos que he manejado siempre hablan de “almadías” tanto por el río Aragón como por el Gállego. En cuanto al término “navatas” no sé dónde se utilizará, pero me extraña que en el bajo Ebro se llamen Llauds a las embarcaciones que surcaban su cauce entre Mequinenza y Tortosa en Tarragona y no se les llamara “navatas” cuando éstas también llegaban hasta el Delta. Así que para aclararme con tanta duda, he decidido recurrir a los clásicos. 

La Gran Enciclopedia Aragonesa en su edición de 1981 y en su tomo primero, habla de Almadía como “medio de transporte fluvial sin diferencias sensibles en Aragón respecto de otros sitios; aquí se ha utilizado en los ríos pirenaicos para el transporte de árboles cortados en las selvas y levemente descortezados; que se unían mediante ataduras para formar balsas de una quincena de troncos adosados, agrupadas hasta cuadro de estas balsas eran gobernadas en su conjunto por dos o tres hombres que manejaban sendas largas pértigas, dispuestos uno en la balsa de cabeza y otro en la última. El descenso de la madera por este medio se practicaba [en el Pirineo central] desde la Amezcoa y el Roncal en Navarra, hasta la zona alta de Lérida. Los árboles eran arrastrados por mulos hasta los arroyos más próximos a la corta; las aguas de las grandes avenidas de otoño los desplazaban hasta los ríos mayores, donde llegaban aisladamente y allí, se formaban en las almadías y comenzaba el trabajo de los almadieros, especialmente en los ríos Esca y Cinca bajando hasta el Ebro en Zaragoza y a veces hasta la desembocadura, desde donde los grandes árboles pirenaicos destinados a construcciones navales, se embarcaban a Cartagena. [Hasta comienzos del siglo XX, Zaragoza era la capital de la industria de la madera en España y todavía quedan en esta ciudad, importantes fabricantes de muebles, famosos son también los artesonados aragoneses. También hace poco en la selva de Irati observé un monolito donde se recordaba que en esos bosques, se cortaba la madera para los barcos españoles]. Cuando Mosén Bruno Fierro va desde Saravillo (en el Pirineo oscense) a Madrid para entrevistarse con [el general] Prim, con el fin de interceder por su hermano, que había sido condenado a muerte. Bruno sube en una almadía de las que descienden por el Cinqueta hasta el Cinca y llega con ella hasta Monzón no continuando por el río, sino tomando la diligencia hasta Zaragoza.

 

“Súpolo éste en el río, mientras pescaba y por una carta que le entregó el peatón cuando se dirigía al pueblo. No vaciló un instante y viendo que bajaban almadías, arrojó la caña, descalzóse, colgóse los zapatos del cuello y montó en una de ellas”[i].

 

En ríos de aguas exiguas como el Noguera Ribagorzana, se bajaban las almadías al arrastre. La construcción de embalses que cortan el curso de los ríos. La proliferación y mejora de las carreteras han terminado con este medio de transporte y con la ocupación estacional de los almadieros. Antonio Beltrán Martínez, que es quien firma este artículo; hace referencia a su vez a Sebastián Contín en su “Etnología en el valle del Roncal” publicado en Etnología y Tradiciones populares de Zaragoza, publicado en 1969 y donde se habla de esta forma de navegación fluvial. La familia de Sebastián eran contratistas de Almadías y en Zaragoza tenían un almacén de maderas, que provenían precisamente de estas embarcaciones y que estaba situado junto al actual puente de la Almozara, en dirección hacia el puente de Santiago. Por cierto el artículo está ilustrado con un bonito dibujo de Iñaki. 

Consultando el tomo noveno de la GEA, que corresponde a la letra “N” no aparece la palabra “Navata” por ningún lado, sin embargo sí que vuelve aparecer una entrada, también firmada por don Antonio Beltrán Martínez en la que habla sobre la “navegación en el río Ebro”; en ella se vuelve a citar a las “almadías”. En ésta se vuelve a hacer referencia a la aventura de mosén Bruno en una de estas embarcaciones, citando en este caso a quien recoge la historia, José Llampayas, un escritor y abogado Barcelonés, que residió y ejerció su profesión durante muchos años en tierras de Sobrarbe durante primera mitad del siglo XX, este señor conocerá tradiciones y leyendas aragonesas que se dedicará a recopilar y divulgar en sus colaboraciones con la prensa de Zaragoza y en el Sol madrileño, llegando a escribir un libro sobre el cura de Saravillo, editado por García Mercadal en su colección Argensola en 1924 y reeditado en 1992. En esa misma entrada se habla de barcas (la más famosa la del “Tío Toni” en Zaragoza) pontones, embarcaderos, balsas, etc., pero en ningún momento de “navatas”. 

En el Diccionario de voces aragonesas, recogidas por Gerónimo Borao en el siglo XIX. Se refiere a Almadía o armadía como balsa de maderos, conjunto de ellos para transporte por el río y añade que es también el nombre que reciben las canoas indias. Es decir que sesta denominación provendría de las embarcaciones que utilizaban los indios americanos, quienes se referían con este nombre u otro similar a este tipo de transporte fluvial (en la película La conquista del Oeste, aparecen unas almadías que bajan por un río) por tanto su origen sería trasatlántico y lo recogerían los españoles que fueron allí y las conocieron. Habla también de “navada” para referirse a la nave de una iglesia u otro edificio y cita que es usada por Blasco de Lanuza (cronista de Aragón a finales del siglo XVI y principios del XVII). Según un diccionario aragonés anónimo, con palabras recogidas a principios del siglo XIX y que fue recopilado en su día por Chesus Bernal y Francho Nagore, editado por el Periódico de Aragón. Habla de Almadía o Armadía para referirse a una barca formada por maderos. En cuanto a la palabra “navada” los editores citan a Borao y Peralta (1836) significa Nave de iglesia. Mientras que Pedro Coll en 1902 lo cita como sinónimo de almadía, mientras que Andolz en 1992 recoge ambos términos en su diccionario. 

Según el diccionario de Juan Moneva Puyol (1922), éste no cita la palabra Almadía y sí cita la palabra Navata como sinónimo de almadía, diciendo que esta palabras se utiliza en Biescas, Fiscal y Ribera del Jalón, esta última zona es un poco inverosímil, ya que por el caudal que tienen los ríos de la margen derecha del Ebro, es bastante difícil que pudieran navegar este tipo de embarcaciones y además, en la cordillera ibérica tampoco hay árboles en cantidad para los que sirven como troncos de estas balsas. Sin embargo hace referencia al “Navatero” como el que hace o guía la almadía, es decir, el que dirige la almadía para que esta no encalle o tenga un accidente. También aparece la palabra Naveta para referirse a la caja o recipiente donde se guardaba en incienso en las celebraciones litúrgicas, yo con este significado la he conocido cuando era monaguillo. En este sentido es famosa la Naveta dels Tudons, un supuesto templo megalítico que se conserva en la isla de Menorca y que nos indica que la palabra “naveta”, “navada” o “navata” sería una embarcación con techo o cerrada, cosa que no ocurre con las almadías, las cuales no poseen grandes construcciones para guarnecerse, por eso decía al principio que es extraño que a los “llauds” no se les llame “navatas” ya que éstos, sí que son cerrados en su parte superior y además es más sencido decir navata que llaud. 

A la vista de la documentación recogida, se puede observar que hasta el siglo XIX el nombre común era “Almadía”. Es a partir del siglo XX y sobre todo conforme va avanzando la centuria, cuando comienza a emplearse el término “Navata” para diferenciarlo de las almadías, nombre que se ha conservado en Navarra.




[i] Llampayas, José, Mosen Bruno Fierro en Cuadernos del Alto Aragón, colección La Val de Onsera. Huesca 1992.





viernes, 23 de septiembre de 2022

Doña Mariana y el pastelero de Madrigal

La historia de hoy, es digna de una película ambientada en la España del siglo XVI; llena de intrigas, conspiraciones y aspiraciones, las de doña Mariana de Austria y el Pastelero de Madrigal.

 https://www.ivoox.com/don-sebastian-dona-mariana-pastelero-de-audios-mp3_rf_92829237_1.html


Bibliografía:

Lafuente, Modesto. Historia General de España, tomo X. Montaner y Simón editores, Barcelona 1888, págs. 292-306.

Walsh, William Thomas. Felipe II (7ª edic.) Espasa Calpe, Madrid 1976.

Albarrán Jiménez, Raúl. La sobrina del rey: Felipe II y el proceso del Pastelero de Madrigal, Raúl Albarrán Jiménez (autor-editor). Madrid (España) 2017.

Anónimo. Historia de Gabriel de Espinosa, pastelero de Madrigal (Edición de José López Romero) Ediciones espuela de Plata (Biblioteca de Historia) Madrid 2020.

 

Banda sonora:

Souheil Ben-Barka, Uchkun Nazarov (Dirección) La batalla de los Tres Reyes. Coproducción España-Unión Soviética (URSS) - Italia-Marruecos; M.C, Sylicinéma, Aries TV-92, Sovexportfilm, Uzbekfilm. España 1990: Trata sobre la cruzada que llevó a cabo en el Norte de África el rey Don Sebastián de Portugal, contó con la oposición de su tío Felipe II (1559-1598) e incluso del Papa. La aventura acabó con la trágica muerte del joven en la batalla de Alcazarquivir (1578), gracias a lo cual Felipe II ocupó el trono portugués y se hizo realidad el sueño de la Unión Ibérica.

Donizetti, Caetano. Don Sebastián (ópera en 5 actos, basado en la obra de Paul Foucher “Don Sébastien de Portugal” 1838) estrenada en París en 1843.

ü Enrico Caruso interpreta en 1908 “Deserto In Terra Solo” (Victor  great record)

ü “Marcha Fúnebre”.

La cantante británica Sandie Saw hizo famosa la canción "Puppet on a String" (Marionetas en la cuerda en español) en 1965.

 

Colaboración: Andrea Bonafonte

Fotografía: Doña Mariana de Austria retratada como abadesa

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Entierro de Isabel II: Westminster


Independientemente de cualquier otra conjetura, la cobertura que ha dado la BBC sobre el funeral de Isabel II ha sido un éxito. Reconozco humildemente que personalmente me ha enganchado, como si hubiese sido una temporada más de la serie The Crown. Los encuadres de las imágenes, los detalles que recogían las cámaras y el respeto hacia el rito y la tradición hacen de este tipo de producciones, auténticas obras de arte audiovisuales que sirven para que otros aprendamos a trabajar con las imágenes. Hace falta ser muy buen cámara para estar cuatro días seguidos captando instantáneas en un espacio cerrado como es Westminster Hall para que la retransmisión no resulte aburrida, los de la televisión británica lo han conseguido. Al final se dedicaban a captar detalles del artesonado del techo y siempre aparecía algo nuevo. Algo muy importante, el realizador se había estudiado muy bien el protocolo y dispuso las cámaras en lugares estratégicos para captar las emociones pertinentes, me gustó mucho cuando de repente ves una enorme comitiva formada en medio de la campiña inglesa y de repente observar como enfilaban hacia el castillo de Windsor. 

Me pegué un buen rato pasando y repasando en youtube el video de los funerales y he llegado a captar más de dos centenares de instantáneas del entierro, de todas ellas he seleccionado unas cincuenta que he repartido en cuatro entradas: Westminster, Procesión por Londres, Llegada a Windsor, Castillo y Capilla real de San Jorge, donde fue enterrada la soberana. El funeral estuvo divido en dos partes; La primera en Londres y la segunda en Windsor, creo que ésta es la mejor por su significado. 

De la primera entrada destacaría las imágenes intimistas y las fusiones de cámara llenas de simbolismo, de la ceremonia en la Abadía los planos generales desde lo alto del crucero que dan una visión de magnificencia. Me llamó la atención la utilización de la gaita escocesa como instrumento de carácter religioso, a pesar de que le asociamos con un uso folclórico o festivo, la gaita de fuelle posee una importante carga religiosa; este fenómeno lo he observado recientemente aquí en España, cuando se emplea en grandes celebraciones religiosas en algunos pueblos aragoneses y me ha vuelto de chocar ahora, con motivo del sepelio de Isabel II, sobre todo muy significativo es que se utilice en el momento del adiós. Durante el cortejo por las calles londinenses habría que destacar de nuevo los planos generales, en esta ocasión teniendo como telón de fondo el Skyline londinense o lugares representativos como el palacio de Buckingham. Los realizados a “ras” produciendo un efecto de “apelotonamiento” y sobre todo la imagen del príncipe Harry que sobresalía sobre todas las demás, junto con su hermano y su padre. En este sentido, destacar las imágenes de los dos bisnietos mayores de la reina Isabel y como su “heredera moral” que es la pequeña Charlotte, indicaba a su hermano los pasos que tenía que hacer según el protocolo. Jorge, que así se llama el chaval miraba entre absorto y asustado la escena como pensando, algún día me tocará a mí. El ceremonial en Londres era más oficial, multitudinario, distante quizás, mientras que el de Windsor fue más íntimo, popular, más cercano en gran medida debido a la cantidad de gente que esperaba la llegada del cortejo de la Reina. Aquí se volvieron a repetir los planos generales y enfoques puntuales a detalles que podían ser de interés, como la entrada en el castillo, los corgis de la Reina o los sirvientes de palacio emocionados, para termina en la Capilla real del Castillo, donde se vivieron los momentos más trascendentales y los ritos más ancestrales con la ruptura del bastón de mando de la soberana por el Lord Canciller, quedando de esta manera cerrado el reinado de Isabel II. Quisiera añadir que este rito se hacía también en España para finalizar los funerales regios, consta que la última vez que se llevó a cabo fue en el de Alfonso XII. 

Otra curiosidad, el encargado de organizar los funerales de la soberana y también de la coronación de su hijo es el duque de Norfolk desde hace muchas generaciones, se da la circunstancia de que mientras el rey es anglicano de religión, el duque es católico, siendo una de las casas nobiliarias más importantes del Reino Unido.






Entierro de Isabel II: Londres














Entierro de Isabel II: Castillo de Windsor

Los fundidos daban imágenes espectaculares como ésta

Los gaiteros tocando por la campiña daban una imagen melancólica











Una de las imágenes más espectaculares del funeral, en el momento de la 
entrada del cortejo fúnebre en el castillo de Windsor



¿Será verdad la fama de rebelde de Harry?




Emotiva fotografía

Entierro de Isabel II: Capilla Real de San Jorge (Windsor)

Llegada a la capilla real de San Jorge en Windsor

Harry muy compungido por la muerte de su abuela

En esta imagen aparecen Carlos III, Guillermo y entre dos soldados, la princesa Ana

Imagen muy simbólica que hace referencia a la bóveda de Windsor, durante la entrada de
la comitiva en la Capilla Real de Windsor

Curiosa imágen en la que aparece la Primer Ministra en la parte superior, en el centro el ataud 
de Isabel II y en el extremo inferior izquierdo, Carlos III

Otra imágen que me llamó la atención, los nietos pequeños de la Reina ante el ataud de su abuela


Curiosa imágen de la Capilla de San Jorge


Momento en que es retirada la corona para ser entregada al Arzobispo de Canterbury

Una vez recogida la corona, el arzobispo la deposita en el Altar

Carlos III coloca el estandarte real de su madre, sobre su féretro

El momento más ancestral de la ceremonia. El Chambelán rompe en dos el bastón de mando de 
la Reina dando de esta manera por concluido el reinado de Isabel II

El simbolismo religioso de la gaita en el momento en que el cuerpo de Isabel II es bajado a la bóveda de Windsor

Los símbolos reales (Orbe, Cetro y Corona) en el Altar Mayor


El valor de la Lonja

El famoso “Salón de la Lonja” en Zaragoza está dividido en dos pisos, el bajo donde se llevan a cabo exposiciones y que es muy conocido y un...