Las Lomas del Gállego

Las Lomas en obras






Nace una ciudad: Las Lomas del Gállego






Con este gran titular amanecía la página 26 del  Heraldo de Aragón el domingo 24 de noviembre de 1968, anunciando el nacimiento a 18 kilómetros al norte de Zaragoza, en dirección a Huesca, de una urbanización de chalets que preconizaba lo que más tarde se ha llamado rurbanización. Se anunciaba que contaría con todos los servicios de un centro urbano como agua, teléfono, electricidad, pavimentación, alcantarillado, etc., tendría capacidad para unas cuatrocientas familias y además contaría con «Supermercado, colegio, clubs, piscinas, capilla y zonas deportivas que le garantizarían una autonomía absoluta». Ya entonces comenzaba a utilizarse la palabra autonomía, que curioso.

En el artículo hay cosas curiosas por ejemplo, el periodista, escribe que cada día la ciudad se hace más chica. «El fenómeno de las grandes capitales afecta también a Zaragoza y cada día es más difícil encontrar un lugar para aparcar el automóvil, una entrada para el cine, un sitio en la barra de una cafetería para tomar de prisa y corriendo el café tonificante. La aglomeración humana concentrada en escasos kilómetros cuadrados no deja descansar y el ajetreo continuo y el ritmo trepidante roban tiempo a la tranquilidad». Resalta el entonces incipiente movimiento de las ciudades europeas y norteamericanas hacia el extrarradio, lo que él llama “Ciudades satélites”  a poca distancia del centro de trabajo y contando con la misma dotación de servicios y transportes que la gran ciudad. Añade que no se trataría por tanto de un movimiento estacional, sino permanente. En este contexto nació la urbanización LAS LOMAS del GÁLLEGO, cuyo director gerente era don Pedro San Cristóbal Murúa, quien explica que los terrenos se concedieron mediante una subasta para zona residencia, por parte del Ayuntamiento de Zuera, en cuyo límite municipal se encuentra y que valoró su situación junto a la carretera de Huesca y su proximidad al rio Gállego.
 
En el diseño original había un "motel"
Las Lomas tiene una extensión inicial de 600.000 metros cuadrados, divididos en parcelas de mil como media, dando lugar a 412 unidades cada una, con un único propietario por residencia, en total unos 450.000 metros, el resto son viales, jardines etc., además en cada parcela tan solo se podía edificar en el 10% del solar de tal manera que «toda la ciudad es un auténtico jardín» diseñado por el Ingeniero de caminos y urbanizaciones José Luis Cerezo Laestrada. «Cada propietario podrá edificar según sus particulares preferencia. Es lógico que en este aspecto haya libertad absoluta, puesto que se trata de que el vecino de LAS LOMAS, se encuentre en un ambiente cordial. No obstante se exigirá siempre una calidad mínima en todas las construcciones para que no desentone del conjunto de la urbanización». Según don Pedro San Cristóbal serán necesarios «cuatro millones de litros las 24 horas ininterrumpidas» captadas de un pozo (el nombre con el que era conocida esta parcela de tierra, es “el Pedregal”). En cuanto al autor del proyecto, José Luis Cerezo, divide en tres el prototipo de habitante de la urbanización; el vecino de fin de semana, el estacional, «que se trasladará con su familia a vivir durante los meses de verano o largas temporadas y finalmente el que fije allí su residencia». Añade que las calles serán de entre doce a dieciséis metros y en sus aceras se han empezado a plantar árboles, en total serán «nueve kilómetros de vías de comunicación interior y tres para uso exclusivo de los peatones».


Hoy día “Las Lomas” sigue siendo una de las urbanizaciones con mayor solera del entorno zaragozano, en ella han vivido deportistas, políticos y personajes importantes de la vida cultural aragonesa y ella es un claro ejemplo de aquella estrofa del poema “Aragón” que cantaba José Antonio Labordeta: “Y donde hay agua, una huerta” en este caso un jardín.
Aspecto actual de la urbanización "Las Lomas del Gállego".

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