A Tlaxcala 2020



Los aragoneses utilizamos una expresión muy castiza para enviar muy lejos a la gente o para expresar hartazgo o cansancio de una cosa, cuando nos pasa algo de esto solemos mandar la cosa, la persona o lo que sea “a Kaskala”. He oído algunas versiones sobre el origen de la famosa palabra pero yo me quedo con una que creo es bastante acertada o al menos curiosa. 

Cuando Hernán Cortés llegó a México allá por 1519, encontró como principales aliados contra los indios Mexicas o aztecas, a los Tlaxcaltecas. Una tribu que no solo le apoyaron en su lucha contra Monztezuma, sino que además le aportaron importantes ayudas, Malinche o Marina formaba parte de esta etnia. Unos años después un obispo aragonés, Fray Julián Garcés un sacerdote dominico nacido en Munébrega, cerca de Calatayud, se convirtió en el primer obispo de Nueva España, que es así como se llamó México durante la época colonial, estableciendo su primera diócesis en Tlaxcala hacia 1525 y fundando la ciudad de Puebla de Zaragoza de los Ángeles como capital  de la diócesis de Tlaxcala. Hoy en día Tlaxcala es uno de los Estados Federados de México y se encuentra ubicado en el sur este del país, formando un nudo estratégico entre México DF. y Veracruz en el Caribe. 

Puebla de Zaragoza, conocida oficialmente como “Heroica Puebla de Zaragoza​”, o simplemente “Puebla” es una metrópoli cabecera del municipio del mismo nombre, capital y ciudad más poblada del estado homónimo, así también de la Zona Metropolitana de Puebla-Tlaxcala y la cuarta concentración urbana más importante del país detrás de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. La ciudad también es conocida como «Puebla de los Ángeles» (ya que cuenta la leyenda que fue exactamente trazada por ángeles) por lo cual también se le denomina como la Angelópolis. Se localiza en el altiplano central de México en la parte centro-oeste del estado, en la zona geográfica conocida como “Valle de Puebla”. Fue fundada el 16 de abril de 1531 como Puebla de Ángeles y construida de acuerdo con los planes del obispo bilbilitano fray Julián Garcés. 

Este acontecimiento seguramente llegó en su día a oídos de los aragoneses que enseguida comenzaron a conocer a la ciudad de “Puebla” como “Zaragoza de Tlaxcala” pero como los habitantes del valle del Ebro son muy dados a adaptar las palabras para sí, distorsionándolas en ocasiones de manera exagerada y esdrújula, es muy posible que alguno le diera por mandar a otro a Zaragoza pero no la del valle del Ebro, sino a la de Tlaxcala del valle de Puebla pero con fabla aragonesa es decir, transformando de manera incomprensible “Tlaxcala” en “Kascala” y se quedó tan ancho, el caso es que la expresión debió crear fortuna y de ahí que cuando queramos mandar algo muy lejos y no queramos saber nada de él, lo enviemos a “Kaskala” que es un lugar indeterminado e impreciso, pero eso si lejano y eso es lo que voy hacer con 2020 enviarlo a Kaskala, que no a Tlaxcala que no tienen ninguna culpa.

Comentarios

  1. Mira qué cosas tenemos en común los de las Zaragozas.... Yo escribí en tiempos este artículo sobre Tlaxcala, o Tascala, que es como la llamaba Bernal Díaz del Castillo: http://www.ibercampus.info/la-dieta-de-tascala-27298.htm

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