Cristo de la Cama (Semana Santa de Zaragoza)
Cristo de la Cama (Guía Semana Santa Zaragoza 2013) |
El Cristo de la Cama tiene una historia muy arraigada entre los zaragozanos y es que según Mario Lasala Valdés, en su Obelisco histórico de los héroes de Zaragoza (pág.323) una valiente vecina (a quien nombra como “La Heroína del Santo Cristo”) salvó la talla de la violencia del Segundo Sitio el 17 de febrero de 1809, «afrontando el fuego de españoles y franceses» rescató la figura de la iglesia conventual de San Francisco, actual Diputación Provincial, seguida de cuatro bravos labradores quienes «entrando en la capilla de la Real Hermandad de la Sangre de Cristo, salvaron la imagen de Nuestro Señor en la Cama, llevándola felizmente al Palacio Arzobispal y desde allí á la Capilla
Faustino Casamayor, quien
seguramente conoció los hechos de primera mano, dice que la señora en cuestión
se llamaba María Blánquez y que fue esta mujer, al ver «las muchas voladuras de
casas en el Coso y en el Convento de San Francisco» se decidió a entrar en el
Convento y rescatar la talla. «Tomando una bandera, aviso a unos hombres que
sacaron la efigie del Señor en la Cama, que servía para las funciones de Semana
Santa. Con ella y dos hachas marcharon al
Palacio Arzobispal, donde se hallaba enfermo el general Palafox, que reverenció
y adoró al Cristo, aunque en cama (Palafox se entiende que estaba ya aquejado
por la peste) y mandó que se lo llevasen, con las hachas, y lo colocasen dentro
de la Santa Capilla del Pilar. Por cierto en los documentos que se guardan del
Archivo Palafox no se menciona para nada a esta heroína de los Sitios.No salió indemne de esta aventura
Jesucristo, pues su figura presenta huellas de bayoneta y de una bala. Razón
por la cual se le concedió en 1908, la medalla de oro de los Sitios y el Consejo
de Ministros le otorgó honores de Capitán General (al igual que la Virgen del
Pilar).
Gracias a mi buen amigo José Luis que encontró esta imagen de Unceta en la Ilustración Española y Americana, podemos apreciar cómo era la Procesión del Santo Entierro en 1885 y más concretamente el paso final que no es otro que el Cristo. Llama la atención la ya cohabitación entre los tradicionales terceroles franciscanos de la Pasión aragonesa, con los capirotes y también que el paso era llevado en “andas”, lo fue hasta 1935.
Muy bonita la imagen.
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