Historia de la Virgen del Salz
Ayer lunes, coincidiendo con
la Pascua de Pentecostés, se celebró la romería al Santuario de Nuestra Señora
del Salz, entre los términos de Zuera y Gurrea de Gállego y en el límite entre
las provincias de Zaragoza y Huesca. Una peregrinación que se celebra a la par
que la del Rocío y que como ella tiene una importante historia enraizada en
toda la comarca de la Violada y el Bajo Gállego.
La
Virgen del Sauce
Según el cronista Jerónimo
Blancas, Zuera recibió el beneficio más singular de Dios con el Santuario de
Nª. Sra. llamada del Salz (en lengua antigua aragonesa) o sauce, por haber
muchos de estos árboles en el sitio donde se apareció, que está a dos leguas de
la villa en la llamada partida el Castillo del Salz. «En esta posesión y campo
feliz estaba ya patente el tesoro que ha llenado de bienes a la villa, tanto
espirituales como temporales, esto es el santuario y templo de María Santísima.
Tesoro divino, que enriquece a toda la iglesia». Prosigue Blancas diciendo que
«el tiempo de aparición de Nª. Sra. se ignora (como el de otras SS. imágenes)
por antiguo»[i]
no obstante recoge la tradición de la visita de la Virgen, al caballero. También
que tomó el nombre de Salz por un antiguo pueblo situado donde estaba el
castillo y hoy se encuentra la iglesia. El nombre lo recibe por la cantidad de
sauces que había y que daban nombre al enclave. Hoy día en la antiquísima
pintura que existe un retablo situado en el Altar mayor de dicho templo, hay
pintados varios de estos árboles y «en su nicho principal, se ve la imagen de
Nuestra Señora y a sus pies, pintado un caballero de rodillas mirando a tan celestial
señora, el manto del caballero es negro y largo.
Históricamente
las controversias siempre ha girado en torno al origen del caballero, pero
nunca al hecho de que fuera un sauce el lugar donde se apareció la Virgen, no
siendo ésta una circunstancia casual[ii].
Por toda la geografía nacional la madre de Jesucristo suele aprovechar un árbol
típico de zona para sus apariciones; una sabina, una carrasca, un pino, una
encina, etc. Pero en este caso se trata de un árbol no muy peculiar o
representativo del valle del Gállego, aunque sí característico de ribera, al
igual que el chopo u el olmo, que son más abundantes en sus sotos.
Aparición de la Virgen del Salz |
El sauce es
muy conocido desde la antigüedad por sus cualidades terapéuticas (sobre todo su
corteza), pues se creía que tenía poderes analgésicos contra las enfermedades
artríticas y astringentes. En algunos lugares de Aragón todavía se practica una
curiosa ceremonia la noche de San Juan que consiste en hacer una hendidura en
un sauce y pasar por ella a un niño tres veces con el fin de que sane en su
enfermedad, una vez finalizada la ceremonia se cierra la brecha y se cree que,
de igual manera que se cicatriza el árbol, el niño sanará de lo contrario si el
sauce muere, el niño morirá.
Los griegos
le atribuían poderes mágicos y también los celtas (la presencia gala de nuevo).
Llamado el árbol de los hechizos, era considerado
sagrado y frecuentemente utilizado por druidas, quienes recogían el muérdago
que crecía
en su tronco. Las mujeres tomaban muérdago de sauce porque creían que, el de
este árbol, tenía una mayor eficacia para poder quedarse embarazadas[iii]. Al sauce se le relacionaba con la Luna y todas sus fases. Por
lo que se le atribuía el cambio de los estados de ánimo a medida que transcurre
el tiempo nocturno, que era también el calendario celta. Se dice que los
sacrificios ofrecidos por los druidas, lo eran en cestos de mimbres hechos con
ramas de sauce e incluso muchos cestos todavía se confeccionan de esta manera
por lo que también se conoce como mimbrera. En su honor dedicaron un mes entre el 15 de abril y el 12
de mayo. El componente principal de la Aspirina es el Acido Acetil-Salicílico, que se extrae del Sauce.
Retomando el Santuario del
Salz y al padre Faci, éste menciona la existencia de una cofradía en honor a la
Virgen, que había recibido grandes indulgencias de los sumos pontífices. Sus
cofrades hacen «solemne procesión a esta iglesia el día tercero de Pascua del
Espíritu Santo, día célebre en que se decretó la devoción para venerar su gran
patrona y donde todos experimentan singulares favores en alma y cuerpo» y que
con singularidad aplica su poder «curando quebrados». Ese día la villa coloca
sus armas sobre el nicho donde está la imagen y donde «aparecen misteriosas
insignias».
[i] Fray Roque
Alberto Faci: Aragón, Reyno de Christo y
dote de María Santísima, Diputación general de Aragón. Zaragoza 1979, págs.
51-53.
[ii] En Aragón la Virgen ha elegido en
numerosas ocasiones los árboles para llevar a cabo sus apariciones, siempre
plantas características de la zona como sabinas, olivares, encinas, pinos, etc.
En un sauce tan solo aparece registrada la aparición del Salz.
[iii]
Frazer, Sir James George, La rama dorada:
magia y religión (1890). Fondo de cultura económica, México 1994
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