Monumento al Justicia en Zaragoza


El monumento al Justiciazgo que se levanta en la plaza de Aragón en Zaragoza, es obra del arquitecto turiasonense Félix Navarro y del escultor Francisco Vidal. construido sobre un pedestal de piedra de Codos, rodeado por gruesas cadenas, la estatua de bronce fue fundida en una sola pieza en los talleres zaragozanos de Averly hacia 1892.
El conjunto tiene unos diez metros de altura por seis de lado, la escultura del Justicia mide casi tres metros y representa a Juan V de Lanuza en el momento de dictar Sentencia con el brazo extendido y en actitud desafiante hacia los que vienen de Castilla como advirtiéndoles que el es la ley en la ciudad que está a sus espaldas. La obra idealiza al personaje como un señor de avanzada edad y en plena madurez de facultades, sin embargo Juan de Lanuza ocupó el cargo durante tan solo tres meses y fue ejecutado a la edad de 27 años. El monumento esta escoltado por banderas de instituciones aragonesas ente las que destaca una gran bandera cuatribarrada, que se abre hacia el paseo de la Independencia.
En uno de los laterales del pedestal figura un texto de los fueros de Sobrarbe que dice:
"Y para que no sufran daño nuestras libertades, velará un juez medio al cual sea lícito apelar del Rey, si dañase a alguien y rechazar las injurias si tal vez las infiriese una república".
En otro de los laterales figura un fragmento de la obra La Capilla de Lanuza, escrita y publicada por Marcos Zapata en 1871, un texto que idealizara la figura del Justicia y que dice así "sol brillante fue la libertad, un tiempo a cuya luz se agrupaban en las márgenes del Ebro los reyes con sus coronas, los vasallos con sus fueros, la nobleza con sus timbres y todos formaban su cuerpo". Como remate de la base y en frontal norte que da al paseo de Independencia se recogen los nombres de 50 Justicias del Reino desde 1123, que es la fecha oficial en que se institucionalizó la figura en las cortes de Ejea de los Caballeros.

La reivindicación del Justicia como víctima del poder absoluto fue adquiriendo fuerza a lo largo del siglo XIX, sobre todo tras las Cortes de Cádiz en las que fue identificado como un héroe liberal, la primera vez que se pensó en levantar un monumento al Justicia fue durante el Trienio Constitucional, cuando en 1821 se formó una comisión con el fin de levantar un monumento, idea que fue desechada durante la Década final del reinado de Fernando VII. El proyecto fue aparcado hasta que en 1868, se produjo la Revolución gloriosa y entonces se retomó, pero tampoco llegó a su fin. En 1881 un concejal republicano del ayuntamiento Zaragozano propuso levantar un monumento al Justiciazgo, idea que fue recogida por el Pleno municipal y por la Diputación Provincial de Zaragoza. A parte del apoyo oficial, hubo varias donaciones de particulares. Félix Navarro tenía el proyecto del monumento en 1887 y cinco años después la estatua ya estaba fundida.
En principio estaba pensado en ubicarlo en la actual Plaza de España de Zaragoza, entonces de la Constitución, ya que en ese tiempo los restos del Justicia se encontraban depositados en el palacio Provincial, que a su vez se había levantado sobre el convento de San Francisco, donde fue enterrado en su día, y allí estuvo hasta su traslado a la capilla de San Cayetano. Pero en esa plaza estaba la fuente de la Princesa que se decidió trasladar al Parque grande, donde se encuentra en la actualidad y que es la de Neptuno. El caso es que entonces se pensó en levantar el actual monumento conmemorativo de los mártires en el mismo lugar donde se levantaba la Cruz del Coso, así que el Justicia se quedó desubicado.
Se pensó entonces en ubicarlo en el actual emplazamiento, es decir en la Plaza de Aragón, es decir en el otro extremo de la avenida de Independencia y de paso trasladar de estatua de Ramón Pignatelli al parque de su nombre y que se encontraría en un lugar más acorde con el Canal Imperial, dicho y hecho, el 22 de octubre de 1904 fue inaugurado el conjunto escultórico del Justicia  en el lugar donde se encontraba el Canónigo Pignatelli.

20 de diciembre de cada año las instituciones políticas aragonesas ofrendan coronas conmemorativas, en recuerdo de la ejecución del último Justicia en 1591. Otro gran homenaje de la sociedad aragonesa fue en 1914, con motivo del traslado de los restos de Juan de Lanuza desde la Diputación Provincial hasta la Iglesia de Santa Isabel y San Cayetano, donde se encuentran en la actualidad depositados en una arqueta junto al Altar Mayor.

Fuente: 
Página Web Ayuntamiento de Zaragoza.
Gran Enciclopedia Aragonesa

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