Herodes y la matanza de los Inocentes
Matanza de los Inocentes (Brueghel) |
La famosa matanza de los inocentes
tan solo es citada por el Evangelio de San Mateo, ningún otro texto histórico
hace mención a este suceso. Pero ¿Fue histórico este acontecimiento?
Herodes el Grande, como es llamado,
no era judío del todo, había nacido en la ciudad de Askalon en el 75 a .C. , una ciudad pagana
bajo la advocación de la diosa Nike o Victoria, su padre Antíparo era Idumeo
(región palestina en el sur de Jordania) y su madre Nabatea. Los Edomitas, como
eran también conocidos, habían sido incorporados al judaísmo unos años antes
pero tenían una fuerte influencia grecorromana. El padre de Herodes, que había
recibido del propio Julio Cesar la ciudadanía romana para él y todos sus
descendientes, era además Primer ministro del rey de Judea Hircano II, cargo
que aprovechó para que sus hijos fueran nombrados gobernadores de Galilea Herodes
y Judea Fasael.
Hircano a su vez tenía un hermano de
nombre Aristóbulo, quien pretendía para sí el trono. Tras varios años de
guerras civiles y después de haber sido asesinados su padre y hermano por los
partidarios de Aristóbulo, Herodes llegó al poder en el año 40 a . C. con el apoyo del
Senado romano. Pero era un rey ilegal ya que ni era judío, estaba nombrado por
los romanos y, por si fuera poco se saltaba a la torera los dictámenes del
Sanedrín y de los sumos sacerdotes, además la nobleza judía apoyaba al
pretendiente Aristóbulo, bueno más bien a su hijo Ircano que fue degollado por
orden de Herodes.
En primer lugar Herodes eliminó a
todos los nobles rivales que se oponían al poder de Roma, quitó de en medio,
por los mismos métodos, a los miembros del Sanedrín que se le oponían y se casó
con una nieta de Hircano de nombre Mariamme. A lo largo de su vida Herodes tuvo
nueve mujeres, algunas simultáneas, y 15 hijos, algunos de los cuales terminó
matándolos y es que comenzó a obsesionarse con la idea de que en cualquier
momento podía ser traicionado. En primer lugar mató a su mujer, Marianne y luego
a los dos hijos varones que tuvo con ella porque el pueblo mostraba excesivo
favor hacia ellos, mandó ejecutar a su suegra y a su primogénito, que tenía el
nombre de su abuelo, Antíparo, el caso es que el hombre después de todo este
baño de sangre familiar pilló una depresión. Para seguir afianzando su poder
llego a ordenar la muerte de casi toda aristocracia y de los miembros del
Sanedrín, confiscó sus bienes y nombró sumos sacerdotes a su antojo, instaló
una impresionante red de confidentes de tal manera que no se movía una hoja sin
que él se enterase.
Quizás en todo este baño de sangre
esté el origen del texto evangélico que vendría a significar la procedencia
divina de Jesucristo como superviviente de Herodes el Grande. Además se sabe
que el propio Herodes dio órdenes a su hermana Salomé de que el día de su
muerte fueran encerrados en el anfiteatro de Jericó 300 nobles para asaetearlos
hasta morir, para que así, en palabras del monarca ¡llorara todo el país de
verdad!, pero Salomé no se atrevió a cumplir la orden, además su muerte coincidió
en los mismos años en que nació Jesucristo. 4 a.C.,
A pesar de la idea que se nos ha
transmitido no fue un salvaje, pues en una época muy convulsa supo hacerse
valer como el “hombre de Roma” en esa parte del Imperio y es que, al a muerte
de Cesar, fue amigo de Casio, uno de sus asesinos, luego aliado de Marco
Antonio, su vengador y luego de Augusto, enemigo acérrimo de Marco Antonio. Lo
cierto es que a lo largo de cuarenta y cuatro años de reinado y luchas murieron
muchos inocentes.
El historiador romano Flavio Josefo
dijo de él: En toda su vida fue bendecido como ningún otro hombre por la
fortuna, siendo hombre del común, ascendió a un trono, lo retuvo durante todos
esos años y lo legó a sus hijos pero en su vida familiar ningún hombre fue más
desdichado.
Parece ser que, a su muerte, su hijo
tuvo que vérselas para acceder al Trono con muchos de sus hermanos de padre y
quizás en el final de muchos de los rivales de Herodes hijo esté el origen de
la matanza de los inocentes. Sea como fuere, Herodes no era sino un sátrapa más
de la época que gobernaba de forma parecida a la que lo hacían el resto de sus
colegas de Próximo Oriente Antiguo.
Mateo seguramente quiso asociar la
infancia de Cristo a la misma vida de muchos héroes que sobrevivieron a persecuciones y matanzas como Romulo y Remo o
la leyenda de Gargoris y Habidis, sería por tanto una forma de divinizar aún más
al Salvador.
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