San Blas, rosconero


Ayer, 3 de febrero, un montón de gente se acercó a la iglesia de San Pablo (Zaragoza) para adorar a San Blas, el patrón de la garganta, y que debería ser el patrón de todos aquellos que se ganan la vida hablando, desde locutores hasta vendedores. En la puerta puestos de roscones para primero ser comprados, luego ser bendecidos y después comerse el roscón o la rosquilla (que también las había) y de paso bendecir de esta manera tan curiosa la garganta.

 
Al entar en la iglesia me llamó la atención la capilla de San Blas toda llena de gente, me vino de sacar una foto pero no lo hice, esta mañana me he desayunado con esta foto que hizo Agustín Garnica, que coincidió con un servidor en la iglesia y, como los dos tuvimos el mismo ojo fotográfico, aunque a mí no me dio por "pretar", pues la cuelgo.

En el interior la capilla del Santo abarrotada de gente y detrás del Altar Mayor, en lo que los entendidos llaman Deambulatorio, el busto de San Blas, que debía ser negro. También había un señor dando a adorar algo parecido a una reliquia del santo.

Comentarios

  1. También puede uno llevar los rosquillos hechos en casa con la misma receta que me los preparaba mi tia Hilaria cuando yo era un crío!!

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