Yacimiento en la Balsa de las Pesqueras
Una leyenda villanovense dice que junto a la Balsa de las Pesqueras, es decir muy
cerca de la actual Universidad San Jorge,
se encontraba antiguamente el pueblo. Hace unos años un agricultor me contó que,
en un campo que tiene justo debajo de la balsa y nivelando la tierra de su
propiedad, se encontró con unos cimientos como “de una gran casa con corrales,
almacenes, etc.” fui un día por ese lugar y aun encontré restos de argamasa que
había en los ribazos del campo. Por esas fechas me dijeron que justo encima de
la balsa, durante la construcción de las vías de acceso a la Universidad, habían
encontrado un curioso empedrado que no sabían muy bien ni cuál era su origen y
ni mucho menos su función y que además, durante la realización de un plan
urbano en los años ochenta (siglo XX) habían encontrado diversos restos por la
huerta de construcciones, muy cerca de ese lugar.
En el año 2000 la Institución Fernando el Católico
publicó una separata del número 74 de la revista Caesaraugusta, que corresponden a unas investigaciones que Antonio
Ferreruela Gonzalvo hizo por la zona y en la que habla del yacimiento de “La
Pesquera”. Sitúa Ferreruela el yacimiento en la segunda terraza del río
Gállego, en las proximidades del casco urbano de Villanueva (unos 2 kilómetros)
y en su término municipal. Toma su nombre de la balsa que se localiza en el
lugar y que es el desahogo de la acequia de Candevanía. El yacimiento: “se
ubica en la ladera baja de una loma de grandes dimensiones, desnivel que no se
ha labrado nunca, así como en una zona llana, aledaña a la anterior, que si ha
sido puesta en cultivo”. El material arqueológico se encuentra en un área muy
extensa de unos 200x100 metros aproximadamente.
En la zona no labrada observó la existencia de
diferentes estructuras en forma de muros, más o menos inconexos, pero que
denotan formas cuadrangulares. “La anchura media de los mencionados muros está
en torno a los cuarenta centímetros y están formados por pequeños sillares de
alabastro, así como por guijarros de tamaño medio” situados entre la Balsa y el camino de Merzalar y junto a la loma. Se encontraron diversos
materiales como una tégula que procedería de los siglos I al III de nuestra
Era. También se halló material cerámico como Terra Sigillata itálica de un color rosa-beige o marrón brillante. Sigillata gálica en un fragmento de
pared de tonalidad rojiza clara. Sigillata
hispánica y cerámica norteafricana entre otros restos tanto cerámicos como
metálicos.
Según Ferreruela el lugar es ideal para un
asentamiento que ya existía en el siglo I y más concretamente en la época del
emperador Claudio, goza de gran visibilidad, está protegido por las avenidas
del río y también, en cierta medida del Cierzo. En realidad se trataría de una Villa o casa de campo y estaría en
relación con la Via Lata o calzada que uniría la colonia Cesaraugusta con Osca
e Ilerda y también tendría cierta vinculación con otros tres asentamientos muy
cerca al lugar. Uno de ellos próximo al rio Gállego y junto a la torre Lindar y
los otros dos localizados en el actual San Juan de Mozarrifar junto a las
torres de Palomar y Molinero.
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