Pardina de Lucientes


El Madoz cita la pardina de Lucientes como situada dentro del término jurisdiccional de Longás (Zaragoza, en la cabecera de la Val d’Onsella). Situada a ¾ de hora de esa localidad que se encuentra dentro del partido judicial de Sos, aunque Lucientes había pertenecido desde tiempos antiguos al monasterio de San Juan de la Peña. Dice el diccionario enciclopédico que “posee buenos pastos para la temporada de verano, se halla bien poblada de pinos, hayas, bojes y otros arbustos, además produce trigo, cebada y avena”.


En este paraje, desde el que se pueden divisar las cumbres pirenaicas en una línea de cumbres extraordinaria, pasaban los veranos muchos ganados de los valles de Hecho, Ansó y Roncal. De estos trashumantes los lugareños recogieron la leyenda de que un rayo nunca caía dos veces sobre el mismo lugar así que recogían una piedra que hubiera sido tocada por una de estas chispas y se la metían en el zurrón, como amuleto. Otro peligro que corrían los pobres montañeses eran los bandoleros que se refugiaban en las cuevas próximas al Portillo de Longás y que solían atacarlos de vez en cuando. También he leído que el apellido materno de Francisco de Goya procede de esta pardina y correspondería a emigrantes de la zona que bajarían a principios del siglo XVIII al valle para la construcción del pantano de Tosos. Leyendas a parte, el paraje merece la pena ser visitado por sus vistas





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