Ignacio Asensio e Isabel Serón
El lunes nos dejó Iñaki Asensio, el día del Carmen
se puso a navegar con rumbo incierto. Cuando hacía la mili en la marina,
observé un día que el pantalón de su uniforme no llevaba bragueta, fue entonces
cuando me enteré de la anécdota atribuida de Méndez Núñez. Aquella que dice; “más
vale honra sin barcos que barcos sin honra” aunque él, creo que me la explicó
de manera más popular. Ayer recordaba durante su despedida como hace apenas
cuatro años, pasamos juntos una mañana inolvidable en el pueblo de su madre,
Brea de Aragón, con motivo del 160 aniversario de la fundación de la Sociedad de Artesanos, de la que su
abuelo fue miembro destacado. Ese día me enteré que nuestros abuelos tuvieron
vidas muy similares, quizás por eso nos llevábamos bien. Siempre recordaré
cuando me decía con ironía que era; “el profesor Beltrán de Villanueva” y yo le
respondía “pero sin pajarita”. Son muchos los recuerdos que se amontonan en
estos momentos y que hay que saber procesar. Un recuerdo a Carmen, su mujer, su
hija y su nieta, pero sobre todo a su madre y sus hermanas y cuñados. También
quisiera acordarme de José Manuel, su amigo y compañero que siempre estaba a su
lado, acompañándole a todos sitios, una gran persona.
Hoy me he enterado de otra despedida entrañable,
Isabel Serón Bes que tenía apenas 98 años, pero una vitalidad de 30. Había
nacido en Montañana y era, según me contaba, hija de una prima hermana de mi
bisabuelo Mariano Sacacia Bes. De pequeña fue cuidadora de Emilio Gastón, hace
una semana me acordaba de ella con Mari Carmen Gascón, quien me dijo que el año
pasado la vieron en Hecho y que se alegró mucho de verles, a ella le sorprendió
las enormes ganas de vivir que tenía y que ha mantenido hasta el último momento.
Quería pasar a verla y decirle que le daba recuerdos, pero no ha podido ser
posible lo siento.
La foto me la dio su hija Carmen hace unos años, en
ella aparece ella de niña junto con su hermano Miguel. Tras los niños y de
derecha a izquierda se encuentran Daniel Borruel y su mujer, Amelia Sarto. El
marido de Isabel; Miguel Vergara y la propia Isabel en los tiempos en que ellos
estaban al cargo del Casino de Villanueva “Casino agrícola la Unión”. Todo un
recuerdo y un homenaje para esta mujer.
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