San Braulio de Zaragoza
Todos los zaragozanos conocen a San
Valero como obispo de Zaragoza, aunque parece ser que esta figura es un poco
“mítica”. Sin embargo muy pocos identifican a San Braulio con nuestra ciudad.
Braulio vivió entre los años 585 al 651. Pertenecía a una importante familia
Hispano romana en la que hubo varios religiosos entre sus hermanos. No se sabe
con certeza cuál es el lugar de su nacimiento, pero es seguro que si no nació
en Zaragoza, sí es originario de algún lugar próximo al valle del Ebro, no hay
que olvidar que su padre se llamaba Gregorio y también había sido Obispo se
cree que de Osma (Soria), se sabe que vivió en Sevilla y que conoció a San
Isidoro. Su llegada a Zaragoza se documenta hacia el 619 como arcediano de su
hermano Juan, que era entonces obispo cesaragustano, Braulio sustituirá a Juan
hacia el año 630. San Braulio fue una figura importante en estos últimos años
de la España Visigoda, tal es así que a la muerte de Isidoro de Sevilla en el
año 636 Zaragoza se convirtió en el centro cultural de Hispania y es que San
Braulio se destacó por las numerosas cartas que enviaba a otros obispos
españoles e incluso al Pontífice, como la que escribió al papa Honorio II en
defensa de los judíos hispanos. El conjunto epistolar de Braulio consta de 44
cartas, 32 de las cuales fueron escritas por él en la época de su
episcopado. Son documentos preciosos para el conocimiento de la España visigoda
en la primera mitad del siglo VII. En ellas se descubre como el discípulo
predilecto y amigo singular de San Isidoro, a quien anima y estimula en la
redacción de sus obras Interviene y aconseja al rey Chindasvinto en asuntos
políticos de tanta trascendencia como la sucesión al trono. Recesvinto le
encomienda la corrección de un importante códice, probablemente el Fuero Juzgo.
Las más relevantes figuras del clero visigodo de su tiempo (San Eugenio, Tajón,
San Fructuoso, Eutropio, Frunimiano o San Ildefonso entre otros) acuden en
busca de su consejo en las más variadas cuestiones doctrinales y pastorales. Llegó a tener una importante biblioteca y a crea una escuela eclesiástica. Quizás en reconocimiento a toda esta labor se le considera patrón de la Universidad zaragozana.
A ruegos de su hermano Juan redactó la
vida de un ermitaño riojano que había muerto en 574, bajo el epígrafe de Vida
de San Emiliano. La escribió con la intención de que se leyese en la misa del
santo y con este fin la envió al monasterio de San Millán de la Cogolla. Braulio fue, después de Isidoro de
Sevilla y junto con Julián de Toledo, la personalidad de más prestigio e
influencia en la España visigoda. Es patrono de la Universidad de Zaragoza. Al finalizar su vida quedó ciego. La
fecha más probable de su muerte es el 651. Su culto no se introduce hasta el
siglo XIII y el martirologio romano celebra su fiesta el 26 de marzo.
La mesa de altar sobre la que se
celebra la Eucaristía en la Basílica del Pilar es, en realidad, el sepulcro que contiene los restos de
San Braulio y que en el día de su fiesta (26 de
marzo) puede contemplarse iluminado, porque ese día se quitan los manteles que
lo ocultan. La parte frontal es una gran placa de plata repujada de rica
decoración fechada en 1751, cuyos autores son Domingo y Antonio Estrada, padre
e hijo respectivamente.
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