Escuelas del barrio del Comercio




El barrio del Comercio de Villanueva de Gállego recibe su nombre de unos viejos molinos papeleros construidos sobre el cauce de la acequia de Rabal durante la baja Edad Media y que en el siglo XVIII se transformaron en fábricas de la Real Compañía de Comercio. Fue tal el éxito de la implantación de estas industrias, que la localidad dobló su población en pocos años. Alrededor de aquellos telares y molinos había viviendas de los obreros, algún labrador, tienda, cantina, una pequeña iglesia y más tarde una escuela a la que acudían los habitantes de las torres o casas de campo próximas, que eran bastantes. El núcleo se consolidó en la segunda mitad del siglo XIX y aún pensó en emanciparse del ayuntamiento de Villanueva.



Cuando la papelera cerró sus puertas a principios del siglo XX, en las naves y sus alrededores siguieron viviendo los habitantes de esta pedanía villanovense hasta que durante la II República se pensó en construir unas escuelas, en un solar ubicado junto a la entrada del barrio viniendo de San Juan de Mozarrifar. Justo en un cruce de caminos entre la cabañera del Merzalar, que discurría desde el viejo camino real hacia el río Gállego y el que viniendo desde el barrio zaragozano y el Batán, se dirigía a Villanueva. El ayuntamiento de la localidad pretendía paliar de esta manera los efectos del paro construyendo, entre otras cosas unas escuelas en un barrio que por entonces contaba con casi un 20% del padrón municipal, entre el núcleo del Comercio y las casas de campo que había en la zona del Batán. Según me cuenta Julián Fuertes el terreno fue donado por Pedro Alsina, un industrial cuya familia tuvo la última fábrica de papel en Villanueva hasta finales del siglo XX.


El proyecto es de 1936, así que es de suponer que las escuelas no estuvieron a punto hasta finalizar la guerra. No obstante la obra no es muy complicada; consta de dos edificios adosados en una sola planta y a doble vertiente. Uno de ellos es la vivienda del maestro y el otro la escuela propiamente dicha y que da a un pequeño patio de recreo cerrado por una tapia, en la parte posterior de la casa existe un huertecito para consumo del maestro. Las escuelas del comercio estuvieron en funcionamiento hasta mediados de los años ochenta del siglo XX, cuando muchas personas del barrio y de las torres adyacentes se mudaron a Villanueva, San Juan y Zaragoza. Pero sobre todo a Villanueva, fue entonces cuando ya no quedaron niños en el barrio y cerraron. Desde entonces permanecen abandonadas, aunque hay alguna ventana abierta que permite el acceso desde el camino de San Juan y también desde el cajero de la acequia de Rabal que pasa justo al lado.
 
Gentileza Julián Fuertes

Además de como escuela, funcionaba como ermita pues tras la mesa del maestro existe todavía un armario empotrado en la pared en el que se guardaba una talla de la Virgen. Yo personalmente recuerdo cuando era monaguillo que, en cierta ocasión fui con el cura de entonces de Villanueva, Mossen José, a ayudarle a misa con motivo de las fiestas del Comercio, que eran el primer domingo de septiembre o alrededor del 8 de ese mes, (Natividad de la Virgen). Recuerdo como el cura abrió el armario donde se encontraba la imagen y el aula de repente se transformó en una iglesia, en la que colgaba algún que otro mapa de España y la pizarra, los pupitres servían para sentarse los fieles y la mesa del maestro hacía las veces de altar. Esta experiencia se me quedó grabada y treinta años después un día, pasando con la bicicleta por delante del edificio me acordé de aquel armario y como vi que se podía entrar en las escuelas, accedí. Aunque la casa ya parecía muy deteriorada y el huerto dejado, el aula estaba casi intacta, igual como yo la había visto hacía tantos años. El armario estaba cerrado y lo abrí y allí estaba esperándome la Virgen, como yo la había visto de niño. Ante tal aparición hice lo que se suele hacer en estos casos (no llevaba la cámara así que no le pude hacer fotos), informar de la sucedido a las autoridades eclesiásticas del lugar es decir, al entonces párroco de Villanueva, el recientemente fallecido Jesús Marín. Podría haber ido a casa a por la cámara y volver, pero es que cuando se te aparece la Virgen no puedes pensar en mucho más. Pocos días después el mismo párroco me informó de que la imagen había sido llevada a la iglesia, Julián Fuertes me pasó una foto en la que aparecía la imagen restaurada ya que suele llevarse al barrio cada vez que se celebra la fiesta anual del barrio y en el que se juntan los viejos vecinos de la papelera.
Gentileza Julián Fuertes

Un dato histórico y curioso es que muy cerca, o quizás en el mismo lugar donde hoy están las escuelas, se levantó durante la Edad Media y hasta finales del siglo XVIII una ermita dedicada a la Virgen, bajo la advocación del Merzalar, que es la zona que se encuentra justo al otro lado del camino donde se encuentra el edificio. Posteriormente, en torno a la cercana torre Lindar, se encontraba el anexo parroquial villanovense en honor a San Bernabé y en las viejas fábricas del Comercio también existió una capilla dedicada a la Virgen del Pilar, cuya imagen se conserva en la parroquia del Salvador de Villanueva. La capilla existente en las escuelas vendría a sustituir a todos estos centros devocionales anteriores.

Es una pena ver este edificio singular de la historia villanovense cerrado y abandonado en un cruce de caminos, perdido en medio de la huerta y expuesto a que alguien entre en su interior y los estropee más de lo que está. Sería una bonita idea rehabilitar ese edificio como era; con su capilla y sus pupitres de los años cincuenta, a modo de museo escolar y que al menos una vez al año, los vecinos pudieran disfrutar de él. Un pequeño lugar que nos recuerde a todos lo que fue el Comercio, lo que representó y representa para Villanueva y para su historia y a la vez, con la excusa de la ermita hacer un espacio de convivencia, ocio y entretenimiento.





Comentarios

Entradas populares de este blog

María Luisa Orobia

La vida en un casino que se llevó al cine

Procesión en honor a San Pedro en Gallur (Zaragoza)