Lo que no se sabe de la catedral de la Almudena
Parte trasera de la Catedral de La Almudena en Madrid (donde se encuentra el acceso a la cripta) |
Es una pena que esté de moda la
catedral madrileña de la Almudena tan solo por el tema de Franco y tan apenas
se sepa o alguien se moleste en conocer cuál es su origen o los fines para los
que fue construida. Lo cierto es que esta iglesia tiene una historia bastante
curiosa. La devoción a la Virgen en Madrid viene desde la Edad Media, cuando
durante el asalto cristiano a la villa, éstos encontraron la imagen de María en
uno de los huecos de la muralla, lo que indicaba que había permanecido allí
oculta durante la ocupación musulmana. En un lugar próximo al hallazgo, entre
el final de la calle Mayor y la Cuesta de la Vega, se construyó una capilla en
honor a Santa María, llamada de la Almudena por haberse encontrado junto al
castillo árabe o “Almudaina”. Pasaron
los siglos y la capilla se convirtió en iglesia en el siglo XVIII, según un
diseño del arquitecto Ventura Rodríguez. Durante la revolución de 1868 el
ayuntamiento de Madrid ordenó el derribo de la iglesia de Santa María,
siguiendo de esta manera esa vieja tradición tan española de quemar templos o
derribarlos.
Con la llegada de la Restauración Alfonsina
en 1874, se pensó en levantar un monumento que sirviera de reconciliación a los
españoles, un espacio religioso en el que cupieran desde carlistas hasta
liberales, que fueron los protagonistas de los mayores enfrentamientos civiles
en la España del siglo XIX. Parece ser que la idea de levantar una catedral en
honor a la Virgen fue de la primera mujer de Alfonso XII, la famosa reina María
de las Mercedes (hija del famoso duque de Montpensier y que tanto mal había
dado hasta entonces). Ella convenció al monarca de entregar a la Iglesia los
terrenos ubicados al sur de la plaza de la Armería del Palacio de Oriente,
justo en el lugar donde debía cerrarse la entrada se levantaría la catedral, es
decir su ubicación actual, con el fin de que este recinto sirviera como
monumento a la reconciliación entre todos los españoles, frente a la fachada
del Palacio de Oriente. El día 23 de abril de 1878 los reyes Alfonso XII y
María de las Mercedes reciben al cura párroco de Santa María con el fin de
hacerle entrega de estos terrenos donde se construirá un nuevo templo a la
Virgen de la Almudena. Dos meses después la reina Mercedes fallece y el 4 de
julio de ese mismo año su viudo elige al Marqués de Cubas, como arquitecto para
realizar el nuevo templo al que se añadiría una nueva función, servir como
mausoleo para su amada esposa recién fallecida.
Las obras de la Almudena se llevaron
a cabo durante cien años, con períodos de paralización y actividad hasta que se
consagró, por el papa Juan Pablo II el 15 de junio de 1993. La primera piedra
se colocó el 4 de abril de 1883 y en su cripta, ya terminada se celebró una
misa funeral en sufragio de Alfonso XII en 1885. Unos años antes de su
inauguración definitiva y durante las obras del mismo templo, se encontró la
hornacina donde es tradición que apareció la imagen de la Virgen escondida en
la muralla medieval de Majerit. Los restos de la reina Mercedes fueron
trasladados a la nueva Catedral el 8 de noviembre del año 2000, colocándose a
la izquierda del Altar mayor, bajo la imagen de la Virgen. Es una pena que
proyectos que nacen con una finalidad, por el paso de la historia y los intereses
cortoplacistas, queden desvirtuados y manipulados o sencillamente tergiversados.
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