Francisco Pradilla y el Pilar
No hay artista aragonés que no esté vinculado al Pilar de Zaragoza de una o de otra manera y don Francisco Pradilla Ortiz no iba a ser menos, en esta ocasión como testigo del acto de consagración del templo. Cuentan las crónicas que hasta una veintena de obispos, encabezados por el entonces cardenal arzobispo de Santiago de Compostela don Miguel García Cuesta (que había sido obispo de Jaca) oficiaron la solemne ceremonia que se realizó en la mañana del 12 de octubre de 1872. Nuestro ilustre paisano, entonces actuó como corresponsal del semanario madrileño La Ilustración Española y Americana que en su número 39, publicado el 16 de octubre de ese año 72, daba cumplida cuenta del acontecimiento religioso y también social. El grabado pintado por don Francisco e impreso por Rico y en el que aparece el cardenal García Cuesta, acompañado por sus concelebrantes bendiciendo el Alar Mayor del templo (no fue basílica hasta 1948) fue editado el día 8 de noviembre siguiente en el número 42. Tras la escena de la ceremonia se aprecia el retablo de alabastro esculpido por Damián Forment. Gracias a Pradilla sabemos que tal día como hoy, se conmemoran 149 años de la consagración del templo, lo que quiere decir que el año que viene serán los 150.
La construcción de la actual basílica
comenzó a finales del siglo XVII, es decir que la obra duró casi doscientos
años e incluso las cuatro torres que lo rodean aun tardaron en levantarse otros
casi cien años y aun hubo otros trabajos de consolidación. Costó tanto terminar
la iglesia con el camarín de la virgen y se alargaron tanto en el tiempo que
cuando a alguien le costaba hacer un trabajo más de la cuenta o algún evento se
alargaba en el tiempo, los zaragozanos solían decir: “Dura más que las obras
del Pilar”.
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