martes, 27 de marzo de 2012

Un molino papelero tradicional

Fabricación artesana de papel

En estos arcos se colocaban las prensas
Se considera que el papel fue inventado en China en el siglo II de nuestra Era. Conocido por los árabes, éstos, cuando invadieron la península Ibérica lo trajeron a estas latitudes, aunque es posible en la Corona de Aragón llegará a través de los viajeros italianos. Se sabe que en 1.154 se elaboraba papel en Játiva a través en molinos papeleros, accionados por la fuerza del agua y con un proceso manual. La fabricación de papel por el método tradicional, era una labor lenta y costosa, en principio se utilizaba paja, cáñamo y lino, como materia prima. Posteriormente pasó a usarse trapos y restos de tejidos de algodón y lino, así como papeles viejos o inservibles.

Antiguo secadero de papel hoy reconvertido en comedor
El proceso tradicional se mantuvo hasta finales del siglo XVIII época en la que comenzaron a utilizarse las máquinas continuas que revolucionaron el proceso de fabricación, pasando de uno puramente artesanal a otro industrial. El procedimiento artesanal comenzaba con la clasificación manual de los trapos, según calidades se destinaban cada uno de ellos para obtener distintos tipos de producto final, este era un trabajo generalmente femenino. Tras humedecerlos se sumergían en un “pilón” o “pudridero” durante 5 ó 6 semanas, período en el que sufrían un proceso de fermentación que resultaba insalubre y desagradable.
Pila de bataneado
Posteriormente los trapos se troceaban a mano y se vertían a una pila con agua, en la que se machacaban y trituraban hasta reducirlos a una fina pasta o pulpa, gracias a unos mazos de madera o batanes, esta operación duraba más de 30 horas, dependiendo siempre del grado de finura de la pulpa que se quería conseguir. Después la pasta se depositaba en unas bandejas en las que se diluía con agua, hasta tomar un aspecto blanquecino, mientras se le añadían varios productos como colas y almidones para dar consistencia y calidad al papel.

En Villanueva de Gállego llegaron a existir hasta hace muy pocas fechas cuatro molinos o fábricas de papel. la primera de ellas era conocida por La Blanca, «por haberse trabajado en ella anteriormente telas indianas en ese color». Según “La Guía instructiva de la ciudad de Zaragoza” producía excelente acabado de varias calidades y precios». En 1764 trabajaban 37 obreros papeleros, 8 indianeros y 5 de mantenimiento.
Saltos de agua al molino
Madoz cita en su“Diccionario” de 1850, la existencia en el barrio de El Comercio de dos fábricas, La Blanca propiedad de Pascual y Angel Polo y Monge, impresores y libreros zaragozanos, cuya especialidad era el papel blanco de mano para impresión y La Zaragozana, de Santiago Canti, que producía papel continuo (en 1847 era una de las 14 fábricas de esta especialidad que existían en España). «Poseía una máquina planteada en 1846 y constaba de 6 cilindros que en 24 horas reducían a pasta de 50 a 60 áreas de trapo, dando por cada minuto 30 pies de papel de un metro por 40 cm. de ancho, secado al vapor. El precio de la máquina ascendió a un millón de reales». El complejo industrial contaba a su vez con una treintena de casas para los operarios.
Gayoso en su «Historia del papel», más concretamente en 1901 contaba con una máquina continua de 1,52 metros, marca Rogne, que producía mensualmente noventa toneladas de papel de trapo en calidades superiores para escribir, papeles secantes, para letras, pagarés, timbre, registro, dibujo… etc. En esta época se constituyó, junto con otras doce factorías, en “Papelera Española”. En 1907, en vista de la superproducción general de papel, que el mercado no absorbía, se paró provisionalmente, y en 1910 lo hizo definitivamente.

y en el siguiente video se puede observar el proceso tradicional de fabricación del papel











Torre de Juncería


Su nombre más popular y actual es el de Torre Guallart, pero a mí me gusta llamarle “Juncería” porque aquí estuvo la abadía cisterciense de este mismo nombre, tal y como aparece documentada hacia 1160 cuando Gerardo de la Marca dona su tenencia situada entre el río Gállego y la acequia madre de Rabal, el desagüe de ésta en la cabecera del Merzalar y la almenara de Burjazud que se situaría al final del actual camino de la Virgen, seguramente en el lugar que hoy se conoce como “el puente de la Muela”. También aparece citada como granja de Juncería en 1460 y más tarde hacia 1500, como molino papelero. El título le viene por la cantidad de juncos y cañas que había en su alrededor, de hecho todavía es posible ver en las cercanías y en el soto de la torre, abundante vegetación de ribera con especies arbustivas de estas características.

El sitio en cuestión tiene mucha historia, no obstante muy cerca, al otro lado de la acequia y en una zona de huerta llamada “Campo grande” (restos de una centuriación) se hallaron hace unos años teselas de mosaicos, terra sigilata y monedas. Los cistercienses estuvieron poco tiempo, unos cincuenta años hasta que en 1202 se trasladaron al monasterio de Rueda, pero quedaron restos de su presencia en la memoria de las gentes y en la forma de trabajar la tierra, la torre pasó a manos de la Iglesia o de órdenes religiosas como los Jesuitas. Su actual nombre se lo debe a Josef Guallart que fue el último torrero antes de la Desamortización y su propietario tras ésta, perteneciendo a su familia hasta mediados del siglo XX, resto de esta época todavía se mantiene una gran piscina. En la actualidad su dueño se llama José Luis Urbiola, un abogado zaragozano que ha invertido su vida en acondicionar todo este magnífico edificio y adecentarlo como negocio hostelero, gracias a su trabajo la torre todavía se mantiene en pié.
El edificio tiene muchas leyendas como las que narran que existen pasadizos que atraviesan el río Gállego y llegan incluso hasta la cartuja de Aula Dei o las misteriosas pinturas que encontró el dueño de la torre y que pudo hacerlas algún habitante olvidado en la casa.
La torre se divide en tres parte; una, seguramente la más antigua, está rematada con una galería de arcos renacentistas, en esta zona se encuentra la cripta y la vieja capilla, es posible que se tratara de la vivienda principal, a su lado la vivienda de los torreros y de las personas de servicio y al norte la zona de molinos, fábricas y almacenes, no quedan restos de cuadras y graneros. Destacar la actividad papelera que se mantuvo durante quinientos años, al menos hasta la década de los veinte del siglo pasado, cuando era conocida como fábrica de papel de Estremera. La fabricación de papel en Villanueva tuvo su importancia, no obstante perduró desde finales del siglo XV a fines del XX cuando cerró la papelera de Las Navas en el Batán. Pero ahora vamos a realizar un repaso de cómo se hacía papel manualmente.


domingo, 25 de marzo de 2012

Las torres de Villanueva de Gállego

Torre del azud de Rabal junto al rio Gállego
La expansión de la romanización en el espacio circundante a la colonia de Cesaraugusta (Zaragoza), el ascenso en el nivel de vida de sus habitantes y, seguramente, la necesidad de éstos por demostrar cierto nivel de vida hizo que la sociedad zaragozana de la época comenzara a sentir otras necesidades más acordes con sus nuevas expectativas. Así las clases dirigentes y las élites buscan en el extrarradio lugares de esparcimiento y recreo en una segunda residencia en las llamadas Villae.

Había diversas clases de villas romanas, algunas de ellas eran de carácter castrense y otras construidas para uso urbano o residencial. Estas últimas de dividían a su vez en señoriales y rústicas, que serían explotaciones agrícolas o ganaderas en las que residían de manera permanente criados o esclavos ordenados por el villicus (encargado o torrero). La residencia del dueño en su finca solo es esporádica y coyuntural. Predominan en su construcción el carácter modesto, sobre el lujoso de las mansiones urbanas o de recreo exclusivamente. Manuel Martín Bueno ubica las villae rústicas junto a las vegas de los ríos, en los cauces de acequias o próximas a éstas. Su estructura constructiva solía ser similar. Constaban de planta rectangular con un cuerpo central, abierto al aire, a la luz y al agua de lluvia, que se recogía gracias al tejado dispuesto de manera que facilitara esta función, rodeaban a este patio todas las habitaciones de la casa en una sola planta. Carecían de vista exterior y en la parte posterior se ubicaba un pequeño jardín. La extensión agropecuaria que rodeaba estas edificaciones solía estar configurada en porciones cuadrangulares de tierra conocidas por Centuriaciones, con una extensión aproximada de media hectárea.
Trabajo en una torre

José Luis Corral Lafuente, describe en su libro El salón dorado una de estas alquerías. «La almunia destacaba por ser una enorme casa de dos plantas con un porche abierto al sur, sostenido por una galería de arcos de herradura decorados con yeserías pintadas en verde, rojo y azul… Junto al caserón había varios edificios auxiliares para almacenes, talleres, graneros y cuadras. La finca era explotada y cuidada por dos familias campesinas. El encargado y su mujer con sus seis hijos, todos ellos trabajaban en los campos que la rodeaban. En las temporadas de siembra y recolección reclutaban jornaleros de las aldeas cercanas para ayudar en esos trabajos agrícolas». Este tipo de comportamiento se ha mantenido hasta mediados del siglo XX, momento en el que muchas de estas torres comenzaron a abandonarse y sus tierras pasaron a manos de agricultores que las explotaban directamente.


Torre Lindar
Villlanueva y sus “villas”

Durante la Edad Media y conforme vaya consolidándose el poder cristiano de la Corona Aragonesa, las viejas torres medievales de carácter defensivo irán adquiriendo una función colonizadora para, más tarde, pasar a uso residencial, al modo de las tenencias renacentistas italianas, aunque sin abandonar su denominación medieval, de ahí el popular nombre de “torres”. Al uso agropecuario y en algún caso artesano, se unirá sobre todo durante el siglo XVIII, un nuevo concepto como lugar de ocio y recreo. El ordenamiento racional de las fachadas y el aprovechamiento de los espacios, tanto interiores como exteriores y, sobre todo, la creación de zonas ajardinadas, serán «elemento indispensable para completar su estética». Abundan parterres, fuentes, emparrados y árboles de sombra, «creando lugares idóneos para el paseo y la conversación». Si la torre se encuentra situada cercana a un río o un soto, el espacio da lugar a un ecosistema ambiental de gran valor, tradicionalmente utilizado para la caza y la pesca.

El lugar de Villanueva contaba en pleno siglo XVII con alrededor de veinte casas de campo o torres. En 1910, de los 1.300 habitantes que poseía la localidad, 300 vecinos residían en «grupos diseminados e inferiores» es decir, en las “torres”. Hoy en día algunas de estas históricas edificaciones se encuentran en buen estado y habitados, incluso alguno, como el cado de la torre de Guallart se dedica a la hostelería, otras por desgracia han desaparecido o se encuentran prácticamente en ruinas, por el contrario ha aparecido un nuevo concepto de urbanismo rural “la neotorre”. Este término lo he adoptado de José Luis Orna y hace referencia a las casas de huerta, generalmente de una planta y con una o dos habitaciones que simulan un chalecito y que se encuentran rodeadas por un huerto.

Algunas torres villanovenses


Torre Lindar
Torre Lindar: De toscas facciones que se erige solitariamente orgullosa en medio de la huerta. Fue propiedad del Condado de Aranda, para pasar a mediados del siglo XVII al Conde de Faura quien la poseyó hasta principios del XX, en este señorío se encontraba un anexo de la iglesia parroquial de Villanueva, dedicado a San Bernabé Apóstol, próximo también, existía un Batán mantenido en treudo enfitéutico por el gremio de Pelaires de Zaragoza y, transformado por D. José Alsina en 1795 en una fábrica de papel denominada «Las Navas» la cual, ha permanecido en funcionamiento hasta hace muy poco. Cuenta la leyenda que la hicieron “los moros” y que desde su pozo partía un pasadizo que llegaba a la mismísima cartuja de Aula Dei, en línea recta y a unos doscientos metros, en el cauce del rio Gállego se encuentran los restos de una construcción romana que bien podría ser una presa o puente.
Torre del Hospitalico: En principio se pensaba que pertenecía al Hospital Provincial de Nª. Sra. de Gracia desde 1474, pero en documentos parroquiales fechados a principios del siglo XVIII se la menciona como “torre de Gracián” pasando a su actual denominación hacia 1725, ya que sus rentas iban destinadas al Hospitalico de niños huérfanos de San Gil y la Magdalena. Durante la Guerra de Independencia se dice que fue también hospital y refugio de patriotas y es posible que en este lugar estuviera escondido el propio Palafox en una de sus salidad durante los Sitios. Fue propiedad de Hilario Andrés, fundador de la Azucarera del Rabal, uno de los primeros introductores del cultivo de la remolacha en Argón y por supuesto en la zona.

Torre del Bayle se cree que se denomina así en honor de D. Bernardo de Pons y Turel, que fue Regente de la Chancillería en el Supremo Consejo de Aragón a mediados del siglo XVII y, que fue el primer Conde de Robres a cuya casa perteneció hasta finales del siglo XIX. En los registros parroquiales también aparece citada como “cabaña del Gobernador”, (Bayle en la Corona de Aragón es cargo relativo a la administración de Hacienda y Justicia). Es una de las que mejor aspecto ofrecen y la única en la que todavía vive su torrero.

Caso distinto es la torre de San Miguel, muy deteriorada y en peligro de ruina, se eleva sobre un promontorio desde el que se divisa una amplia vista, pero con la pega de estar muy próxima a un polígono industrial. Perteneció a los Padres Mercedarios Calzados de San Pedro Nolasco, durante la guerra de Independencia se dice que fue cuartel francés y que en sus sótanos hay algún soldado de Napoleón entre sus paredes, lo que sí es cierto es la existencia de un manantial de aguas sulfurosas y se ha encontrado restos de un sarcófago romano. Existen otras torres más sencillas o menos conocidas como la del Carmen, Barcelona, Garisa, etc., por el contrario otras, cargadas de historia han desaparecido como el Seminario las fábricas del Comercio o la venta de Coscón.
Torre de San Miguel




viernes, 23 de marzo de 2012

Cortes de Cádiz

Continuamos con el aniversario de "La Pepa" en esta ocasión hablamos en Cadena SER bajo Gállego del escenario donde nació esta nuestra primera Carta Magna, las Cortes de Cádiz. Uno de los episodios más trascendentales y poco conocidos de nuestra historia y donde nació la época contemporánea española. En Cádiz no solo se fraguó la Constitución de 1812, sino mucha legislación que luego ha sido importante en la vida de los españoles, por ejemplo la abolición de los llamados Señoríos feudales y su integración en la Nación. Fue un proceso revolucionario, aunque incruento, social, económico, político y cultural. Se dio un paradoja, la de un país invadido por Francia, pero proyectando un futuro liberal inspirado a la vez en la tradición española y en la revolución de la nación vecina.


Oratorio de San Felipe Neri
La Isla del León (actual San Fernando) y Cádiz, fueron escenario de las Cortes Generales y extraordinarias (1810-1813). En el Teatro de la Isla de León se celebraron las sesiones desde el 24 de septiembre de 1810 al 20 de febrero de 1811. Allí se tomaron los acuerdos de la Soberanía Nacional, libertad de imprenta, igualdad de españoles y americanos, organización de la Regencia y necesidad de una nueva Constitución política. Las sesiones del Oratorio de San Felipe fueron desde el 24 de febrero de 1811 hasta el 14 de septiembre de 1813. El altar mayor se cubrió con un velo y bajo un dosel se colocó un retrato de Fernando VII. La mesa del Presidente estaba colocada en el presbiterio y junto a esta la de los secretarios. El anfiteatro para los diputados tenía tres órdenes de asientos. Frente a la puerta de entrada del Oratorio, que sólo se abría en las grandes solemnidades esta la barra separadora del público y adornada con dos leones de bronce. Dentro del anfiteatro y cerca de la barra había dos tribunas para que los diputados pronunciaran sus discursos. Los diputados accedían por la pequeña puerta que da hoy a la sacristía. El público asistía a las sesiones desde la primera galería de las tres de la rotonda, llamada "el paraíso". La Tribuna de los periodistas y taquígrafos se encontraba sobre un tablado en la capilla del Sagrario.
En 1823 se celebraron aquí también las Cortes durante el sitio que acabó con el Trienio Liberal. En 1843 se depositaron en una urna las víctimas del 10 de marzo de 1820, en la sublevación militar acaecida en Cádiz, llevadas luego a la cripta.

En la emisión se me olvidó añadir una anécdota y es que los gaditanos también tenían tiempo para la diversión, sobre todo taurina, ya que les traían los toros desde Gibraltar para celebrar los correspondientes festejos, siempre con apoyo inglés por supuesto.


http://patrimonio.obispadodecadizyceuta.org/ORATORIO%20DE%20SAN%20FELIPE%20NERI/ORATORIO%20DE%20SAN%20FELIPE%20NERI.htm

Un Espacio para el libro

De vez en cuando la vida te da alguna sorpresa agradable y algún reconocimiento y esto es lo que me ha pasado esta semana con el siguiente cartel que está basado en una fotografía mía, muchas gracias a la Biblioteca General de la Universidad de Zaragoza 

Un espacio para el libro: el patrimonio bibliográfico de la Universidad de Zaragoza.

La Universidad de Zaragoza muestra su Patrimonio Bibliográfico en la exposición “Un espacio para el libro”

La antigua Sala de Lectura de la Biblioteca General en el Paraninfo se transforma en un espacio para admirar y difundir la riqueza patrimonial de sus colecciones
Desde el lunes, día 26 de marzo, se puede admirar de manera permanente una muestra del rico patrimonio bibliográfico y documental de la Universidad de Zaragoza.
El lugar elegido para ello no es otro que la antigua Sala de Lectura de la Biblioteca General, espacio emblemático que, además de albergar en sus estantes los libros que sirvieron para el estudio en el tiempo en que este edificio fue Facultad de Medicina y Ciencias, complementa la función actual del Paraninfo de la Universidad como foco de difusión cultural en la ciudad de Zaragoza.
La colección histórica de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza se cuenta entre las mejores de España y es la primera de Aragón, por la cantidad y calidad de sus obras. Este importante fondo patrimonial cuenta a partir de ahora con un espacio en el que el público podrá admirar regularmente una muestra del importante legado cultural y científico atesorado en los miles de páginas manuscritas e impresas que componen el patrimonio bibliográfico universitario.

La muestra, que inaugura el día de la festividad del Patrono de la Universidad, San Braulio, lleva por título:
Un espacio para el libro: el patrimonio bibliográfico de la Universidad de Zaragoza.
En ella se presentan un conjunto de 46 documentos, expuestos siguiendo una secuencia cronológica, que permite realizar un pequeño recorrido por la historia del libro a través de los fondos de la Biblioteca. La muestra incluye 6 manuscritos, 6 incunables y 34 impresos de los siglos XVI al XVIII.
La selección realizada no pretende exhibir los libros más notables que posee la Biblioteca, ya expuestos en ocasiones anteriores, sino ofrecer al visitante una muestra de la riqueza de la colección a través de otros ejemplares menos conocidos. La variedad de temas, la diversidad de procedencias, las diferentes calidades tipográficas, la belleza o la ingenuidad de los grabados que la ilustran, proponen al visitante una aproximación desde nuevos puntos de vista.
Se presta especial atención a los libros de tema científico, física, ciencias naturales, medicina o antigüedad clásica, por entender que reúnen la esencia del saber que sustentó la actividad docente e investigadora de aquellos que nos precedieron. No obstante, encontramos otras materias mucho menos habituales, tales como la gimnástica, la albeitería, la equitación, la fisiognomía o las guías de viaje. Algunos de los autores seleccionados figuran entre los hombres de ciencia más prestigiosos de su época, como es el caso de Erasmo, de los naturistas Ulisse Androvando o Próspero Alpino, de los físicos Anastasio Kircher o Gaspar Schott, del explorador James Cook, sin olvidar al aragonés Andrés Piquer, cuya estatua preside la entrada del Paraninfo.
La Exposición se complementa con un conjunto de 20 paneles explicativos que ilustran sobre aspectos diversos de la historia del libro, de los autores expuestos o de la obra y su contexto. Asimismo, se puede acceder al catálogo virtual a través de la página web de la Biblioteca de la Universidad
Mención aparte merecen algunas obras incorporadas recientemente al fondo histórico de la Biblioteca. Se trata en concreto un manuscrito del año 1300, el Testimonio de protesta de agravio, Estella, presentada por Sancho Pontz, ante el notario Thomas Xemenis, por el peaje exigido en la feria de Estella, alegando el privilegio otorgado por el rey Felipe [I de Navarra] a los habitantes de Sangüesa, así como dos raros impresos aragoneses del siglo XVI: un Enquiridion, de Erasmo, impreso por Jorge Coci, 1529, hasta ahora absolutamente desconocido, y el ejemplar del Tratado de Albeytería de Francisco de la Reina, que con toda probabilidad perteneció al “Bibliófilo Aragonés”, Juan M. Sánchez.
No falta un espacio para presentar la última actuación de restauración llevada a cabo, ejemplo del compromiso de la Biblioteca con la preservación del patrimonio y del esfuerzo en incrementar, en la medida de lo posible, la colección.
La Exposición estará abierta al público hasta el 30 de junio de 2012, de martes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00h; domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 h.

lunes, 19 de marzo de 2012

Fuente de la Plaza

Típica fotografía en la fuente en los años cuarenta
Hace tiempo me vienen pidiendo que escriba sobre la historia de la “Fuente de la Plaza” que se encontraba, como su nombre indica, en la Plaza de España entre el Ayuntamiento y la iglesia parroquial. Todavía los villanovenses se preguntan ¿porqué se derribó? y es que mucha gente la echa de menos, era todo un símbolo de la localidad que nació por desgracia en un momento turbulento y que por tanto, tarde o temprano desaparecería.
En la entrada de hoy en NdV hablo de este recordado monumento al higienismo regeneracionista que se levantó en 1934 y que perduró hasta 1974 aproximadamente.
Una de las pequeñas fuentes de abastecimiento
que aun sobreviven

Quisiera añadir algunos datos que amplían la entrada de hoy:
1º Reseña de la sesión ordinaria del Ayuntamiento de Villanueva de Gállego correspondiente al día 21 de agosto de 1931. Voto de gracias Sr. Albornoz: “Dar cuenta de una carta recibida del Excmo. Sr. Ministro de Fomento Don Álvaro de Albornoz de fecha 13 del actual en la que notifica a este Ayuntamiento haber accedido a sus deseos en el asunto de abastecimiento de aguas a este pueblo”.



Depósito primitivo
Presupuesto de ejecución para el abastecimiento de aguas al Municipio: 104.616 pts. con 29 cts., de los cuales 21.000 correspondieron a la instalación elevadora y 82.600 ptas. al resto de obras.


3º La ceremonia se vio en peligro ya que «durante la madrugada anterior, unos extremistas habían divulgado ciertas hojas clandestinas en las que se llamaba al vecindario a manifestarse violentamente contra la celebración de todo festejo inaugural y se vertían con inoportunidad manifiesta, duros conceptos contra el alcalde y el secretario». Sin embargo los actos se desarrollaron sin ningún incidente (Heraldo de Aragón, martes 30 de enero de 1937, pág. 5) y es que el pobre Tinajón no ha parado de tener agresiones desde el minuto uno de su existencia, pero ahi esta sobreviendo y teniendo mejor suerte que la Fuente.

Tinajón en la actualidad

viernes, 16 de marzo de 2012

Constitución de 1812 "La Pepa"

Hoy la Cadena SER Bajo Gállego conmemora La Pepa o lo que es lo mismo, la Constitución española de 1812, aprobada por las Cortes de Cádiz y promulgada el 19 de marzo de ese año, de ahi el nombre popular y a veces clandestino.

En el siguiente enlace hablamos de como se hizo y de por que se hizo, también de su historia y recorrido:

viernes, 9 de marzo de 2012

Caso Urdangarín en el siglo XIX

Vista aérea del palacio de Vista Alegre (Carabanchel, Madrid) uno de los muchas propiedades del Duque de Riansares)
La Familia Real española siempre ha tenido asuntos oscuros, en el siglo XIX también existió un caso que guarda muchas similitudes con la actualidad del tema Urdangarín, me refiero a Agustín Fernando Muñoz, Duque de Riansares y segundo esposo o marido morganático de la reina Gobernadora María Cristina de ´Borbón Dos Sicilias (viuda de Fernando VII) y madre de Isabel II. En el siguiente enlace de "Con la Historia de tú a tú" Cadena SER bajo Gállego, repasamos su trayectoria, clikea y oirás:
Santuario de Riansares, en Tarancón (Cuenca) nacimiento y panteón de Agustín Fernando Muñoz, Duque de Riansares

lunes, 5 de marzo de 2012

Abejares en el bajo Gállego


Aragón ha sido y es un terreno propicio para la práctica de la Apicultura, gracias a una flora melífica importante y a un clima privilegiado, es raro el pueblo donde no exista una partida o término conocido por “el abejar”. La especie más común de abeja es la Apis melifica iberica, muy valorada y codiciada en diversos países por sus características productivas.
Existen representaciones rupestres como en el Barranco de Vicién en Alacón donde ya aparecen escenas de recolección de miel y vida de las abejas en sus enjambres, este tipo pinturas abunda por todo el levante peninsular.  Es curioso pero antiguamente las abejas convivían con el ser humano, es más existían abejares en las propias casas hasta que en el siglo XV, se prohiben los "peages" por el traslado de colmenas debido a que en muchos lugares existían «bassos de abellas»[i] dentro de la población, las ordenanzas municipales comenzaron a obligar a sus dueños que los trasladaran al extrarradio.

Aun hoy día se pueden observar en las laderas de las terrazas superiores del valle del bajo Gállego algunas de estas primitivas construcciones apícolas. Muy característicos en cuanto a su forma están empotrados en paredes muy rudimentarias, compuestas por cal y piedras de monte, tienen una altura de un metro aproximadamente y constituyen hileras de varias aberturas cilíndricas, donde se colocaban los vasos. Una característica común a estos antiguos “piés de colmena” se encuentra en la orientación de los mismo, siempre a levante. Los vasos venían a ser a modo de pequeño roscaderos formados de corcho, mimbre o tejidos de caña entrelazados y recubiertos con una mezcla de estiercol de vaca y tierra, amasada con agua que una vez seca, daba consistencia y servía de aislante al recipiente. Este método, llamado “colmena fijista”[ii] fue tradicional en España hasta principios del siglo XX, época en la que se introdujo el llamado sistema de “colmenas movilistas” creado por Lamgtroth en 1895[iii]. Los tradicionales “vasos” se utilizan en la actualidad para poblar núcleos y para la multiplicación de enjambres, mientras que las te tipo “estante” se reducen a pequeños apicultores o aficionados.

En mis excursiones por el bajo Gállego he conseguido localizar algunos de estos viejos abejares a los que he realizado alguna fotografía que publico en el siguiente enlace a modo de pequeño inventario arqueológico:



[i].- San Vicente Pino, Ángel. Colección de fuentes del Derecho municipal aragonés del bajo Renacimiento, Institución Fernando el Católico. Zaragoza 1984, pág. 151
[ii].- Navarro Virgós, Cirilo. “Apicultura” Gran enciclopedia Aragonesa tomo I. UNALI, Zaragoza 1981, págs. 215-16
[iii].- http://www.infoagro.com/



sábado, 3 de marzo de 2012

Guerra Civil española II

Segunda entrega en "Con la historia de tú a tú" en Cadena SER bajo Gállego de la Guerra Civil española. en este caso un repaso a los frentes políticos y final de la contienda.









jueves, 1 de marzo de 2012

Historia del Dance en Villanueva

Nueva entrada en NdV. esta vez repasamos la historia del Dance en Villanueva de Gállego, al menos el primitivo que existió hasta el primer tercio del siglo XX. Después han habido varios intentos de recuperación, uno de ellos a mediados de siglo y otro, que es el que permanece, a finales del mismo.


Land art en Gallur (Zaragoza)