De Auch a Pavie una historia de hermanamientos
Foto gentileza de Leonor Juan |
Cuando
ya se veía venir el final del Franquismo las cases dirigentes, entre ellas la
Iglesia, llevaron a cabo un intento por “reconciliar” ambos bandos, por pasar
página a lo que había sido una terrible Guerra Civil y una cruenta Dictadura de
cuarenta años, para ello se realizaron una serie de actos políticos, aunque en
apariencia no lo fueran, encaminados a tal fin, uno de ellos eran los viajes a
Lourdes o a Andorra. Andorra en los años setenta era un tremendo supermercado
donde se podían adquirir productos a buen coste que en España apenas existían y
Lourdes era una inofensiva visita a un Santuario Católico, siempre he pensado,
¿Cuántos reencuentros no se habrán producido con esas excusas?
Otra
excusa eran los “Hermanamientos” auspiciados y protegidos por la Comunidad
Europea y los estados miembros, con una excusa determinada, o simplemente sin
ninguna razón o motivo aparente (seguramente lo más posible es que existieran
exiliados de la zona o población emigrante, por los alrededores de la localidad
escogida en cuestión). Se llevaban a cabo hermanamientos entre una población
española y otra francesa, generalmente. Villanueva se hermanó, desconozco el
motivo, con una población llamada “Auch” y que está situada muy cerca de
Tolousse. El rito fundamental del Hermanamiento consistía en llevar a cabo una
visita anual de un pueblo a otro. La que correspondía a Villanueva era, como no
podía ser de otra forma, durante las Fiestas:
La
primera visita fue en 1975 y en esa ocasión el entonces Presidente del Club de
Futbol, José Gracia Naval, saludaba a los franceses desde el Programa de
Fiestas en estos términos:
“Amigos
Franceses:
Saludo
a los futbolistas veteranos y amigos de Auch (Francia).
Aprovechando
las páginas de este programa festero, queremos expresaros la más cordial
bienvenida a nuestro pueblo, deseando de corazón que tengáis una grata estancia
entre nosotros, en estos días de las Fiestas Mayores, en cuyos festejos vais a
tomar parte por mediación del deporte, vehículo que ha unido a estos dos
pueblos de Auch y Villanueva, de diferente nacionalidad, pero sin barreras ni
fronteras para llegar a una confraternidad de hermanos.
En
estos días que vais a convivir con nosotros, nuestra mayor ilusión y ferviente
deseo es que no os consideréis forasteros. Villanueva os recibirá con los
brazos abiertos y os abrimos también las puertas de nuestras casas, con la
nobleza y sinceridad de aragoneses que nos caracteriza, para que os consideréis
como uno más de nuestro pueblo y paséis unos días muy felices”.
El
domingo 7 de septiembre, a las 12,30 de la mañana se celebró un encuentro de
fútbol entre los combinados de Auch y Villanueva veteranos. Ahora, al ver las
fotos de la época uno se pregunta ¿Qué imagen debieron de retener los franceses?
cuando se vieron en un campo de fútbol de tierra y rodeado por una pared de
cañizos, haciendo de vestuario una humilde caseta de ladrillo sin duchas ni
cualquier otra comodidad. Ellos que seguramente disponía ya por entonces de
unas instalaciones infinitamente mejores. Bien es cierto que intentamos compensar la falta de infraestructuras con
las Majorettes de Corita Viamonte, con la Reina y sus Damas de honor y la
orquesta “Nueva Etapa”.
No
se debieron llevar malas impresiones los franceses cuando no solo volvieron a
las Fiestas siguientes, en esta ocasión José Gracia decía que era su mayor
deseo: «rivalizar con vosotros, en las demostraciones de cariño y amistad que
nos habéis dispensado a todos, en nuestra reciente visita a vuestro pueblo, a
las cuales ya estamos acostumbrados, de los viajes anteriores». Volviéndose a
repetir el consabido «partido internacional» y comida española posterior. De
este año 1976 es curioso el Saludo del Alcalde que va enmarcado con el escudo
del Águila de San Juan, característico del Franquismo sin embargo, recordando
seguramente las recientes olimpiadas de Montreal y su pasado deportista, Emilio
Porta se hace eco del «más noble espíritu olímpico para que las Fiestas en
honor de las Santas Reliquias, sean cada vez mejores y Villanueva, mantenga y
acreciente su bien ganada fama de Villa acogedora, cordial y próspera».
Por
fin, durante las Fiestas de 1978, se pudo acoger a los visitantes ultra
pirenaicos en condiciones, gracias a las obras llevadas cabo en el campo de
fútbol y consistentes en añadirle césped y rodearlo de un muro de cemento con
unos vestuarios más asequibles, no es el actual Estadio Enrique Porta, pero
tenía algo de entrañable. Saluda la directiva del Club a todos los aficionados
y vecinos y da gracias al «espíritu renovador de nuestro Ayuntamiento y el
trabajo arduo, constante y eficaz de la Junta Directiva» invitando a su
inauguración el 3 de septiembre de 1978 a las doce treinta de la mañana con un
partido entre los pre-juveniles de Villanueva y el Stadium Casablanca de
Zaragoza. Los de Auch pudieron saltar al césped al día siguiente, Domingo a las
cinco de la tarde, enfrentándose con sus ya amigos veteranos de Villanueva.
Estos encuentros deportivos se prolongaron hasta 1980, año en que
desaparecieron los contactos con Auch.
Foto gentileza, Leonor Juan |
Los
intercambios internacionales se retomaron en 2002, en esta ocasión con la
localidad de Pavie, que se encuentra muy cerca de Auch. Durante unos años fue
costumbre que el Alcalde de esta localidad, JF. Gabriel, incluyera un saludo en
francés en el programa de Fiestas, pero no se retomaron los partidos de fútbol,
se realizan desde entonces otras actividades también deportivas, pero también
culturales y sociales. Como ejemplo destacar que hace unos años, con motivo del
Bicentenario de los Sitios de Zaragoza, a los Franceses les tocó venir a
Villanueva y para homenajearlos se les agasajó con un acto de desagravio y
reconciliación que se celebró el fin de semana del 19 al 21 de septiembre de
2008, El domingo tuvo lugar el acto conmemorativo del bicentenario de los
sitios de Zaragoza, con una charla a cargo de Santiago Gonzalo Til, presidente
de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza, con el título "Un
gersense conquista Zaragoza", tras la que se hizo un desfile, se depositó una
corona de flores en la torre mudéjar y se dispararon salvas de honor en la
plaza de España. Además se llevó a cabo una excursión ciclista entre la
localidad francesa y Villanueva, compuesta por 6 ciclistas que hicieron el
recorrido en tres días, tras ellos, por la noche llegó el bus que transportaba
al resto de la expedición. El sábado, todos juntos, visitaron las Cortes de
Zaragoza y La Aljafería. «Ya por la
tarde, y después de haber comido, se visitó el complejo polideportivo de
Villanueva, guiados por el responsable, Fran Bernal, para posteriormente
disputar un campeonato de petanca. Por la noche, cena en el pabellón con
participación de unas 200 personas, que se divirtieron con la actuación del
grupo de sevillana y los gigantes de Villanueva».
El
gersense en cuestión era el Mariscal Jean Lannes, quien había nacido en la
localidad de Lectoure, muy cercana a Pavie, el 10 de abril de 1769. Lannes
dirigió las operaciones del Ejército de Napoleón durante el segundo Sitio a la
ciudad de Zaragoza. Por cierto que el General Gazan, que fue el que más
directamente incidió en Villanueva, era originario de un pueblo de la Provenza
llamado Grasse (Alpes Marítimos) muy cerca de Niza y de Antibes, tampoco es mal
sitio por cierto.
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