Expediente Odón de Buén
Se conmemora por estas fechas
el 150 aniversario del nacimiento de Odón de Buen en Zuera, me quiero sumar al
acontecimiento de una manera particular y es que, hace unos años, encontré en
el Archivo Histórico Nacional su Expediente académico procedente de la
Universidad Central de Madrid, donde estudió. El propio de Buen en sus memorias
escribe que el éxito de su primer año de bachillerato alentó a sus padres para
establecerse en Zaragoza para así facilitar sus estudios. Dice que entonces
estas enseñanzas podían hacerse en cuatro años, pero que él empleó cinco
«porque ni estaba sobrado de medios económicos, ni de fortaleza física». Según
Certificación expedida por el Instituto de Zaragoza, Odón realizó el examen de
ingreso en el curso 1874-75, es decir tendría unos once años y finalizó sus
estudios de bachiller el 10 de julio de 1880 con “Premio extraordinario en
Ciencias”.
Juntamente a este documento
académico existe otro. Un Certificado expedido por La Universidad de Zaragoza, cinco
días después del anterior, en el que se especifica que verificó en ese Centro «las
asignaturas de Ampliación de Física, Química General, Zoología Botánica y Mineralología
con nociones de Geología, habiendo obtenido en todas ellas la calificación de
sobresaliente y premio extraordinario».
Retomando “sus memorias” de
Buen explica que tras haber logrado entrar en la Universidad, con matrículas de
honor y premio extraordinario, se enfrentó con una difícil situación, como era hacerla
fuera de Zaragoza con escasos medios. «El Ayuntamiento de Zuera acordó ayudarme
con una modesta subvención» y su abuela «con un doblón». Se presentó en Madrid
donde preparó unas oposiciones para obtener pensión como estudiante pobre,
gracias a unas becas que entonces concedía el Ministerio de Fomento.
Siguiendo con la lectura del Curriculum
académico, el 24 de septiembre de 1884 se dirige al Decano de la Facultad de Ciencias
exponiéndole que «habiendo obtenido la nota de sobresaliente en los ejercicios
de la Licenciatura en Ciencias Naturales, verificados los días 22 y 23 del
actual, suplica se digna admitirle a las oposiciones para el Premio Extraordinario
de dicha Facultad con el trabajo “Concepto
de naturaleza”. Efectivamente su Boletín de notas es envidiable y casi
inimaginable en estos días, se podría enseñar como ejemplo. Seis premios
extraordinarios de los cuales tres lo son por La Universidad Central de Madrid,
en las asignaturas de Organografía,
complementos de la misma y Fitografía.
Sus fuertes son siempre las materias relacionadas con la botánica y la
zoología, así como las de geología, sin embargo tuvo un punto débil, la “Geometría Analítica” que suspendió en el
Curso 1882-83 y que tuvo que recuperar en La Universidad de Zaragoza durante el
curso siguiente, en el que “pasó” con la calificación de Bueno. Esta “pequeña
piedra” hizo que en lugar de obtener la Licenciatura en el curso anterior, la obtuviera
en 1884.
En el Curso 1885-86 presentó una
Memoria para optar al grado de doctor
en Ciencias Naturales bajo el título: “Materiales
para la fauna carcinológica de España” obteniendo Sobresaliente el día 6 de
marzo de 1886.
Su unión con Zuera va más allá que el hecho
físico de haber nacido. Como ha quedado visto fue ayudado con una beca por el
ayuntamiento de su localidad. Este no es un hecho baladí o que se pueda pasar
por alto. Durante la segunda mitad del siglo XIX los municipios pasaban por una
fuerte crisis, debido a la aplicación de las leyes desamortizadoras que sacaban
a subasta muchos de los Bienes Comunales y también de Propios. Una de las
principales preocupaciones que tenían entonces los ayuntamientos era poder
disponer de contactos importantes que pudieran defender los derechos de su
localidad, generalmente eran muy valorados tener abogados vinculados con el
pueblo, era necesario buscar personas que supieran, que pudieran y sobre todo
que quisieran, este era un fundamento muy valorado entre la clase dirigente de La
Restauración. Odón de Buen fue labrando importantes amistades y contactos ya
desde su estancia en la Universidad Central.
En sus memorias cita como daba clases particulares al hijo del Marqués de
Estella, futuro general Miguel Primo de Rivera, quien presidiría el Gobierno
español tras su golpe de Estado de 1923. Seguramente fue en este momento cuando
Odón de Buen pudo corresponder, a su manera, a esa “pequeña ayuda” que le
prestó el Ayuntamiento de su pueblo en su día con el Colegio que lleva su
nombre.
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