A finales del siglo XIX un rico hacendado local decidió sufragar las reformas dentro de la Iglesia parroquial de Villanueva, de esta manera se terminó de levantar el Coro y se cambió el tejado, pero no contesto con ésto, decidió donar un hermoso Via Crucis al Templo del Salvador, que es el Titular de la iglesia local. Seguramente algún entendido en Arte, más que yo, puede indicar su procedencia, pero por el estilo, la factura y el acabado me atrevería a decir que procede del taller de los Hermanos Albareda que en aquella época, eran los artesanos religiosos más importantes de Zaragoza. Lo cierto es que el trabajo está muy bien acabo y es una pena que sean lo suficientemente visibles al público como deberían estar, pero para ello está el Retabillo, para mostrar un par de las pequeñas joyas villanovenses de la Semana Santa municipal.
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