San Bartolomé un santo muy popular en Aragón
San Bartolomé en las Pedrosas (Zaragoza) |
Hoy 24 de agosto es San Bartolomé,
uno de los 12 apóstoles de Jesucristo y uno de los menos conocidos por el gran público.
Cuenta la tradición que consiguió convertir al rey armenio Polimio y destruir
los ídolos de sus tempos, pero su sucesor en el trono, Astiages lo mandó
apresar y darle una enorme paliza, tras la cual fue desollado vivo. Entre sus
atributos aparece con el Demonio encadenado a sus pies pues entre otras
virtudes de Bartolomé, se encuentra la de expulsar los demonios o la herejía, también
se le representa con un libro en una mano y una especie de bisturí primitivo en
otra. La tradición armenia le atribuye también la predicación del cristianismo
en el país caucásico, junto a San Judas Tadeo. Ambos son considerados santos
patrones de la Iglesia apostólica armenia reconocida como oficial ya en el
siglo III, siendo la más primitiva de las creencias cristianas establecidas. También
es patrón de la isla de Malta lo que le vincula con la orden Hospitalaria de
San Juan de Jerusalén tan extendida por toda la geografía e historia aragonesa.
Fotografía: Los danzantes de Borja (Zaragoza) rinden honores a San Bartolomé. Centro de Estudios Borjanos (Cesborj)
Según los dances de Borja y Bulbuente (Zaragoza) Natanael que también es así llamado, fue llamado por el Rey Polemón (Polimio) el cual estaba casado con una princesa de nombre Esther, resulta que esta reina armenia se encontraba gravemente enferma. El monarca le pidió que hiciera un milagro y salvara la vida de su mujer, como había hecho con la de sus hijos pero Bartolmé no cura a la princesa de su enfermedad, sino que terminará convirtiéndola a la fe de Cristo indicando después, que es más importante la salud del alma que la del cuerpo. El Rey no admite estas razones y manda despellejar al Santo.
Da la casualidad de que el apóstol
patrón de Armenia es una devoción muy popular en todo Aragón de hecho, es el
tercer patrón más celebrado del antiguo reino, ya que al menos 37 localidades
lo tienen entre sus fiestas mayores por detrás de San Roque (con 90 pueblos) y
la Asunción de la Virgen (15 de agosto y 78 localidades que celebran sus
fiestas) además Bartolomé es titular de 28 parroquias y 15 ermitas, ocupando el
noveno lugar en cuanto al «Panteón sagrado aragonés» por delante de devociones como la Virgen del
Rosario con 32 Fiestas y Santa Ana con 30 patronazgos locales. José Antonio
Adell y Cedelonio García contabilizan hasta 80 poblaciones aragonesas que lo
tienen entre sus patronazgos. Después de la Asunción y San Roque, es la fiesta
más popular durante el mes de agosto y tras san Bartolomé no hay otra
celebración de trascendencia social hasta el 8 de septiembre, Natividad de la
Virgen, día en que se celebran numerosas romerías en honor a María.
Paloteado en Bulbuente en honor a San Bartolomé (Cesborj)
Especial significado tiene esta
devoción el valle de la Huecha, pues es patrón de dos localidades; Bulbuente y
Maleján que le dedican su dance, al igual que en Borja donde existe una
parroquia bajo esta advocación desde antiguo y ante quien también se danza cada
24 de agosto desde al menos 1783. En Murillo de Gállego se organiza también un
“sainete” donde se repasa en tono satírico los hechos acaecidos durante el año.
En el Barrionuevo de Tauste y durante este día sale el “Mesanbartolo” un
personaje muy similar a la mascaruta
de Ateca o al cipotegato de Tarazona
y el somontano del Moncayo. Cumple la misma función que éstos, pero en Tauste
los niños le tiran globos con agua. En la provincia de Huesca se celebra en
muchos pequeños pueblos del Pirineo y en Candasnos se levanta una ermita en su
honor, en cuyo interior existió en tiempos una roca a la que acudían las
mujeres antes de casarse o recién casadas a demandar fecundidad. Esta ceremonia
no se realizaba cada 24 de agosto, sino por Santa Águeda y consistía en una
danza entorno a la piedra acompañada con unos cánticos, las vueltas dadas
alrededor de la roca eran la premonición de los hijos que vendrían después. En la
localidad turolense de Odón, entre las provincias de Guadalajara y Zaragoza,
también se ejecutaba un paloteado y dance, que luego sirvió de inspiración para
ciudad alcarreña de Molina de Aragón.
Si hacemos caso de las teorías
tubalistas, su culto habría sido traído a España en general por primitivos
armenios que huían del avance de los otomanos o en los primeros siglos de la
Alta Edad Media, pero es muy posible que su extensión se debiera a la orden de
Malta y su devoción estuviera vinculada con ciertos procesos quirúrgicos. En
algunos aspectos la festividad de Natanael tiene también algo de atávico y
ancestral.
Un 23 de agosto pero del año 153
antes de Cristo, el cónsul romano Fulvio Nobilior al frente de 30.000
legionarios, fue derrotado a las puertas de Numancia por una coalición formada
por 25.000 celtíberos procedentes de los pueblos Titos, Belos, Lusones y
Arevacos quienes, liderados por el segedetano Garo hicieron frente al mejor
ejército del mundo conocido en ese momento. Los Lusones procedían de las faldas
del Moncayo y de la actual comarca de Borja. En ese día, festividad consagrada
a Vulcano en la antigua Roma, los de Fulvio fueron atacados por sorpresa por
los de Garo, llegando a matar a más de 6.000 legionarios. Fue la derrota más
importante sufrida por la República hasta entonces. Tan solo la intervención de
la caballería hizo posible que el desastre no fuera mayor y gracias a un error
táctico de los celtíberos pues éstos, ocupados en perseguir a los legionarios
que huían despavoridos, se desperdigaron sobre el terreno y quedaron aislados,
ocasión que fue aprovechada por la caballería enemiga para abalanzarse sobre
ellos y causar también importantes bajas entre los celtíberos, entre ellas la
de su jefe Garo. Los supervivientes se refugiaron en Numancia dando inicio de
esta manera al histórico asedio que duró 21 años. Tal fue la conmoción entre el
orbe romano que a partir de entonces, el 23 de agosto fue declarado nefasto por
el Senado y ningún otro general libró batalla alguna en el día consagrado a
Vulcano por traer malos augurios y también recuerdos. Por tanto la fiesta en
honor a San Bartolomé no dejaría se ser una cristianización de un
acontecimiento de marcó de manera importante la vida de nuestros antepasados
dos mil años atrás. Entre los celtíberos y los íberos existía la llamada Fides
y Devotio o lo que es lo mismo, la
necesidad que tenían estas tribus, una vez desaparecido el caudillo en combate
de que su espíritu recayera sobre ellos o de lo contrario preferir la muerte
por indignos. Se trataba de un homenaje y una alianza que iba más allá de la
muerte, en este sentido los paloteados que se ejecutan en ese día en el
somontano moncaíno (lugar de asentamiento de los lusones) tendría relación con
estos rituales de homenaje. En definitiva se trataría de sacralizar una alianza
mediante el rito en el que se mostraba fidelidad al jefe muerto y por otra su
divinización para que éste les protegiera ante los dioses. A pesar de la
victoria en las Vulcanalias no se trataría por tanto de la celebración de una
victoria, sino del recuerdo y el tributo a unos héroes muertos durante el
combate, la razón de porqué se celebra el 24 y no el 23 es un misterio sobre el
que pueden circular muchas hipótesis.
Paloteado de las Pedrosas en honor a San Bartolomé (Zaragoza)
Bibliografía:
Adell, José Antonio & Celedonio García. Fiestas y tradiciones aragonesas: el ciclo
anual, Editorial Pirineo. Huesca 2019 (pág. 390).
Aguilera Hernández, Alberto, El dance de San Bartolomé de Borja, “Colección temas populares” en
Centro de Estudios Borjanos. Institución Fernando el Católico. 2014.
Aznar Aznar, Francisco Javier. El dance de Bulbuente, “Colección temas
populares nº 21” en Centro de Estudios Borjanos. Institución Fernando el
Católico. 2013.
Carmona Muela, Juan. “Bartolomé” Iconografía de los santos, Itsmo. Madrid
2003 (págs. 40-42).
Sáenz Guallar, Francisco Javier. Tiempo de fiesta: La fiesta en Aragón,
Biblioteca aragonesa de Cultura nº 50. Zaragoza 2007: En primer lugar del
Panteón, se encuentran las “Vírgenes locales” pero al ser cada una
individualizada, aunque bajo la advocación de la Virgen, no se ha añadido como
festividad local, en este caso, teniéndolas en cuenta, San Bartolomé se
encontraría en cuarto lugar respecto a fiestas patronales.
Schulten, Adolf. Historia de Numancia, Urgoiti editores. Pamplona 1996.
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