Santa Engracia con el clavo en la frente, en el Altar Mayor de la iglesia zaragozana de su mismo nombre |
Ayer 16 de abril fue Santa Engracia; no es que se me pasara, sino que llegué tarde y hoy casi también. El caso es que por estas fechas, mi abuela solía decir un refrán muy curioso: “Santa Engracia la laminera, se lleva la fruta de la ribera” en alusión a las heladas tardías del mes de abril en el valle del Ebro. Este año no ha sido así, pero hemos tenido unos días fríos y con viento que, si hubiera parado o no hubiera habido, es posible que hubiéramos tenido alguna heladilla o rosada fuerte, pues las temperaturas han sido muy bajas a primeras horas de la mañana. No obstante y haga el tiempo que haga, por estas fechas siempre me acuerdo de este refrán que decía mi abuela y que creo forma parte de esa sabiduría popular aragonesa que se está perdiendo.
Según don Juan Moneva Pujol, “laminero”
es una persona golosa y añade: “dícese de la oveja suelta que se adelanta a las
demás para buscar el pasto y comida de su gusto”. Incitante o tentador. Borao explica
que esta palabra es también muy utilizada en Murcia, al fin y al cabo no hay
que olvidar que esta región también fue repoblada por aragoneses. Viene de la
palabra “lamín” o cosa dulce, hecha de dulce o “laminería”. También se utiliza
como sinónimo de cebo o atractivo para atrapar algo.
Frutales aragoneses, hace pocos días, a principios del mes de abril, cerca de Calatayud (Zaragoza) |
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