Castejón de Valdejasa, su Pinar y la Guerra de Independencia
El
pueblo de Castejón de Valdejasa posee un entorno privilegiado, no solo por su
valor ecológico, si no también histórico. Por ello, paralelamente al cuidado
del medio ambiente tan en peligro en los últimos años, debemos preocuparnos por
mantener una estructura tan ligada al pasado dentro de un paisaje histórico de
interés cultural que constituye la llamada “Muela del
Castellar” en la cual se encuentra una masa forestal que abarca los términos de
Castejón, Tauste, Zuera y Zaragoza, porque en sí forman parte de una unidad
morfológica y física que determina la vida de sus habitantes desde el Ebro
hasta el castillo de Sora y el Santuario del Salz junto al Gállego. Una de las
dos circunstancias que me han animado a realizar este trabajo (la primera es la
experiencia radiofónica) es que a la vez que se conmemoraba al Bicentenario de
los Sitios se incendiaba una parte importante de este pinar, más concretamente
la que corresponde al monte de Castejón (como si de una parábola bíblica se
trataba, las cenizas de este pulmón verde zaragozano caían en medio de la
Expo). A la vez que sucedían estos acontecimientos me fui dando cuenta de que
esta sierra no solo tenía una importancia ecológica y ambiental, sino también
una historia rica en acontecimientos, una historia que se vio afectada por la
quema y una historia que tenía que recuperarse, de la misma manera que tenemos
que trabajar este entorno para que vuelva a crecer.
Cuando hoy miramos
el pinar que se extiende en la zona norte de la muela del Castellar y observamos
el silencio que lo inunda, no podemos imaginar las vivencias que recogen cada
uno de sus varillos, vales y senderos. Por sus caminos han pasado romanos,
seguramente bagaudas, Carlomagno y sus tropas, reyes moros y cristianos,
ejércitos de Napoleón, guerrilleros, maquis y guardias civiles. En sus bosques
se ha producido carbón, cortado leña, extraído resina y también se ha
convertido en cenizas muchas ocasiones, de la misma manera que se han celebrado
fiestas, ha servido como válvula de escape dominical o sencillamente como
esparcimiento solitario.
La conferencia del próximo 23 de febrero de 2013 quiere recuperar la memoria histórica de la las gentes de Castejón de Valdejasa a través de
tradiciones como la del Cristo del Castillo, de los lugares que evocan enfrentamientos
armados o guerrilleros ocultos entre los arbustos de un cubilar el fondo de un
varillo o el corral de la Contienda. También he querido significar las consecuencias de esta guerra en
la localidad, desde su incidencia en la población,
para lo cual me ha servido de vital importancia los archivos parroquiales, como
algo trascendental pero siempre olvidado y es que la legislación napoleónica
primero y de las Cortes de Cádiz después articularon lo que hoy es un
municipio. Concluyendo quiera resaltar un detalle que me ha llamado
poderosamente la atención a lo largo de todo el recorrido por el Castejón de
hace doscientos años y es la longevidad de sus vecinos en contraste con la de
otros lugares circundantes, calidad de vida que es sin duda producto de un
microclima potenciado por el entorno físico. Por esto y por otras muchas
razones merece la pena acercarse y mantener este pueblo.
Gracis por tus comnetarios Carlos. Los de alguien que veo conoce y siente la idiosincrasia del lugar y sus gentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
César Rodrigo