Luisa Orobia entrenando junto con Pilar Fanlo Como estamos en tiempo de Juegos Olímpicos, o al menos con el resacón que dejan uno de estos acontecimientos tras los cuales parece que ya no queda nada y se produce un vacío interior que no sabes cómo llenar, quisiera hablar hoy de una atleta a la que conozco y viví su trayectoria en mi niñez, además de admirar su estantería de trofeos, me refiero a María Luisa Orobia Ortiz. "Luisi" como se le conoce familiarmente, Nació en Villanueva de Gállego en 1949 y me contó hace unos años que estando estudiando en el colegio de Santa Ana de Zaragoza, fue seleccionada para participar en unas pruebas atléticas en las que participaba el entonces ya consolidado atleta Luis María Garriga. Éste se dio cuenta que en los saltos de altura, Luisa derribaba la barra con el vuelo de la falda y es que entonces las chicas competían con falda corta pero con bombachos debajo, (hoy nos maravillamos de ver a una atleta árabe correr con el hiyab y hasta
Hace unos 20 años el viejo casino de la Unión (Villanueva de Gállego, Zaragoza) volvió a abrir sus puertas por unas horas y con motivo del rodaje de una película. Entonces; yo me encontraba enfrascado en la investigación de estos espacios de sociabilidad y se me ocurrió hacer algunas fotos durante el rodaje, en las que se reproducía más o menos fielmente lo que era la vida en estos lugares que tanta importancia tuvieron en España a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX y de paso, ilustrar cualquier posible publicación posterior sobre el tema que nunca llegó. Fue un proyecto que, como otros muchos se quedó en el camino. Lo que si recuerdo es que la película la dirigió Isabel Soria.
Me lo habían contado, pero es preciso estar allí cada día 29 de Junio, San Pedro en Gallur, junto al Ebro y en la provincia de Zaragoza, la frontera de la Ribera con las Cinco Villas y muy cercana la población con la muga navarra. La procesión es impactante desde el primer momento; cuando las autoridades, precedidas por los danzantes y acompañadas por la banda de música llegan a la iglesia parroquial, situada en lo alto de un acantilado sobre el que se domina el río y toda la localidad. La procesión está encabezada por los danzantes, niños, jóvenes en dos grupos (chicos y chicas) y adultos, en este caso solo hombres. Al poco de comenzar la carrera me llamó la atención el nombre de una calle; “las torderas” poco después supe que era aquello, se trata de escopetas para cazar tordos y que acompañan a la procesión haciendo con sus salvas de honor un ruido ensordecedor si te encuentras cerca, en un principio tuve la misma sensación que supongo tienen los fusilados cuando escuchan la descarg
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