Por qué he escrito un libro sobre Ontinar de Salz
En la corta historia de Ontinar de Salz, apenas
setenta años desde el inicio de su construcción, ha sido fuente de inspiración
de dos novelas una Pueblo nuevo de
Ildefonso Manuel Gil y la segunda en 2010 por Miguel Arevilo, titulada Un
sueño real. Además el principal referente de la literatura aragonesa en el
siglo XX, Ramón J. Sender, pidió nada más volver del exilio, conocer este
pueblo de colonización, por tanto se puede decir que entre Ontinar y la
Literatura existe cierto nexo de unión quizás porque su fundación y su
desarrollo tiene algo de épico.
Ontinar de Salz viene a resumir en sí mismo la
trayectoria de las grandes corrientes de pensamiento españolas de la primera
mitad del siglo XX por un lado el regeneracionismo costista y por otro, el
Cristianismo social que vertebró más tarde el nacional catolicismo. Es también
símbolo del triunfo del Franquismo en una tierra muy castigada por la Guerra
civil y por tanto constituye un modelo de la sociedad que propugnaba la
Dictadura en sus inicios. Los pueblos de los Llanos de Camarera son también un
símbolo de la España de la segunda mitad del siglo XX, lugares que nacen en
plena posguerra y que con un gran esfuerzo va creándose y creciendo hasta
consolidarse a finales de siglo pero, como muchas vicisitudes de la sociedad
española, tiene grandes retos frente al futuro.
La Colonización en la Violada tiene algo de épico y
de histórico es que los llanos de la Camarera ya intentaron ser repoblados por
la orden del Cister en el siglo XII. Antes de su expropiación eran un erial.
Una foto aérea tomada en 1927 demuestra que todo este territorio era
prácticamente un desierto, cualquier imagen que tomemos en la actualidad
refleja un paisaje verde, cultivado y con futuro. Precisamente las novelas
publicadas hablan del esfuerzo de sus vecinos para salir adelante, resaltando
sobre todo la solidaridad entre los colonos. El esfuerzo, el trabajo y la lucha
por sacar adelante una forma de vida recuerdan en algunos aspectos la
colonización del oeste americano, por reseñar un ejemplo cercano gracias al
cine. Pero también es cierto, la vida en los pueblos nuevos es un reflejo de lo
que es la historia española en la segunda mitad del siglo XX, aquí vinieron
gentes de todas procedencias, condiciones y creencias, por ejemplo El Temple
tuvo un alcalde comunista en las primeras elecciones municipales de la
Transición, en definitiva la España real.
Esta obra pretende sobre todo mostrar los orígenes y
la historia del nacimiento de Ontinar de Salz y su contexto en los regadíos de
la Violada y sobre todo el simbolismo que quiso dar el Franquismo a esta “joya
de Colonización” que constituye uno de los primeros pueblos nuevos de España.
Pero también tiene algo de recuerdo a mi trayectoria personal a lo largo de
trece años en la emisora de Cadena SER en Radio Zuera, allí hice dos programas
sobre Ontinar, uno de ellos aparece en la bibliografía, y gracias a mi trabajo
en esta emisora pude recabar una serie de datos que están relacionados al menos
con la prehistoria de este pueblo, en definitiva este libro quiere ser también
un recuerdo para Patricia Navarro y su labor en la Radio del bajo Gállego, así
como la oportunidad que me brindó de poder acercarme a la realidad de esta
comarca.
El libro no solo aborda las vicisitudes de Ontinar de
Salz, sino que también se recuerda las de otros pueblos cercanos no solo en la
distancia, sino también en sus mismas circunstancias como son El Temple y
Puilatos, a modo de un contexto que conforma un territorio y una misma historia
que inicia su trayectoria en la baja Edad media, que continuará en la época de
la Ilustración y que culminará en pleno siglo XX y es que, el Bajo Gállego, ha
sido siempre un territorio de repoblación y de colonización.
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