Casino de Muel (Zaragoza)
Hacía días que quería ir a Muel
(Zaragoza) por dos razones básicamente, una la diré más adelante y la otra la
expondré hoy: Hace años investigué en los archivos de la Diputación Provincial sobre
los espacios de sociabilidad en la provincia de Zaragoza (vulgo; casinos) y me
llamó la atención un suceso ocurrido en 1875, tras finalizar el Sexenio
revolucionario y la Restauración de Alfonso XII. Es un suceso curioso pero que
me resultó interesante ya que de alguna manera volvería a repetirse en muchos
sitios sesenta años después, es decir en 1936. Resulta que en este pueblo y
durante la etapa del sexenio había funcionado un casino que con la llegada del
turnismo Canovista fue clausurado el 16 de marzo de 1876 «por
carecer de reglamento». El centro estaba ubicado en la Plaza de la Constitución
y en su planta baja existía «una taberna donde se juega y se celebran reuniones,
pronunciando palabras que ofenden a la moral y buenas costumbres» a este centro
acudían «aquellas personas menos adictas a la situación actual (la restauración
monárquica) y que por sus ideas avanzadas causan grave perjuicio a la
población, tanto en sus predicaciones cuanto en sus rondallas a altas horas de
la noche y que «según me han informado, señala el alcalde, conservan aun en su
poder los fusiles que se entregaron al entonces consistorio» (se debe referir a
las milicias de la I República).
Hasta
1886 no existe una Ley nacional que regule el funcionamiento y legalización de
estos espacios de sociabilidad, hasta entonces la vida de los casinos, círculos
o lugares de reunión social dependían un poco de la clientela política de
turno, o del alcalde del lugar que firmaba el permiso para que estos sitios
pudieran funcionar, aparte de otras consideraciones de carácter económico y
social, pero sobre todo me chocó por la semejanza con lo que ocurriría más
tarde, es decir que la historia se repite.
Me
enteré de que todavía existía el casino en Muel y de que estaba en
funcionamiento, así que quería ir a conocerlo y la verdad es que no defrauda.
Situado en la plaza de España, junto al Ayuntamiento, desde 1945 es una
Cooperativa dedicada a San Cristóbal, para acceder al salón social hay que
subir las clásicas escaleras y una vez arriba la habitación es amplia dando a
la calle y a la trasera para “poder escapar en caso de apuro” y que da a un
estrecho callejón por el que se sale gracias a un cochera en la que existe un
rótulo que dice “servicio oficial”. El casino todavía guarda el sabor tradicional
y decimonónico de este tipo de sociedades con sus viejas ventanas, e incluso un
reloj de pared. No sé cuántos socios quedan todavía, aunque me imagino de la
media de edad debe ser alta, pero sí que es deseable que se mantenga mucho
tiempo porque merece la pena, pocos lugares quedan así en Aragón, yo por mi
parte he hecho alguna foto.
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