Nuestra Señora de la Esperanza (de Bayeu)
La Virgen María visitando a su prima Isabel, ambas embarazadas pintura de Manuel Bayeu que se conserva en la Cartuja de las Fuentes (Huesca) |
Mañana día 17 de diciembre, es la
Virgen de la Esperanza, Nuestra Señora de
la Esperanza o María de la O (“que desgraciadita que tú eres teniéndolo tó);
por tanto patrona de las Esperanzas, Mariolas y embarazadas en general, ya que
según la Liturgia se conmemora la visita que hizo la Virgen María, en
avanzadísimo estado de gravidez a su prima Isabel (la madre de San Juan el
Bautista). Lo de “O” viene, según la documentación seria, por el comienzo de la
antífona “Oh siempre Virgen María”, aunque a mí me parece que es por lo de “redonda”.
De hecho la catedral de Logroño se llama Santa
María la redonda. En realidad también se conmemora el inicio de la octava
antes del día de Navidad, vamos que es casi el comienzo de la Navidad católica en
su vertiente religiosa.
Ayer 15 de diciembre, en la Cartuja
de las Fuentes, entre Sariñena y Lanaja, en plenos Monegros oscenses (vulgo “güesquetas”). Viendo las pinturas que
hizo en este lugar Manuel Bayeu y que se salvaron de la quema, gracias a la
generosidad de las tropas de la Generalitat
en 1936, vi esta pintura que representa a la Virgen María en avanzadísimo
estado de gestación visitando a su prima, que también lo estaba del Bautista y
que dicen “estando en el vientre de su madre saltó de alegría al ver a su primo”.
Me vino a la memoria que pronto era el día de la Virgen de la esperanza, que
también podría ser un buen día para aquellos que la han perdido, que esperan
algo o que necesitan tenerla. Hoy en la Iglesia Católica se hacen regalos a las
embarazadas e incluso alguna pequeña fiesta, ya lo hacían en Roma. Incluso hay
personas que esperan al 17 de diciembre para comprar lotería de Navidad, de
todo hay en la viña del Señor.
Después de fotografiar la Cartuja, su
iglesia y claustro con una amable guía, muy simpática y preparada, sobre todo
para el frío que hacía en aquellos muros. Se acercó Alberto, que se dedica a
explicar un poco la historia del monumento de una manera amena, gráfica, interesante
y sobre todo humana, cálida, cercana. Al finalizar su explicación nos preguntó
si las fotos eran para publicar en algún lugar, yo le dije que tenía un blog, y él me peguntó que como se
llamaba; cuando le dije que yo estaba detrás del Retabillo me reconoció al instante y se alegró muchísimo, me dio las
gracias por haber ido y haber sacado fotos y José Luis Ona, Alberto Lasheras y
un servidor nos hicimos unas fotos los tres juntos, nos acompañó, nos explicó
más cosas y sobre todo se portó fenomenal con nosotros. Muchas gracias Alberto
por tu cortesía, no se encuentra tanta en muchos lugares y menos con ganas de
colaborar, por eso hoy me ha venido a la cabeza la pintura de Bayeu y eso de
que no hay que perder la esperanza, porque siempre hay alguien positivo donde
menos te lo esperas.
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