Encontrado un gran horno en la cartuja de las Fuentes (Sariñena)


El último día del año 2022 lo pasé en la Cartuja de las Fuentes, en los Monegros oscenses (entre los términos de Sariñena y Lanaja). Alberto, el guía del monasterio y un buen amigo, se alegró mucho al vernos y nos dijo que tenía una sorpresa que nos iba a gustar, como así fue. Nos llevó hasta la casa de los oficios o de “obediencias” y allí encontramos un montón de cosas interesantes y de interés para el propio cenobio, entre ellas el horno. Hoy he visto que el Diario del Alto Aragón se hace eco del hallazgo de Un horno de pan, escondido en las entrañas de La Cartuja de Las Fuentes: En la planimetría de esta infraestructura explica José Miguel Pesqué, coordinador de los trabajos de recuperación de La Cartuja; “aparecía un espacio en la planta baja sin puerta, ventanas al exterior o acceso a él desde ninguna parte. En el libro de actas se hace referencia al traslado de la tahona en 1.777 pero sin especificar su ubicación” esto les hizo pensar que ese espacio podría corresponder al citado horno. Para acceder a él “primero pensamos en una ventana cerrada situada en una estancia contigua que, creíamos, era un vano cegado de la otra, pero al practicar el agujero encontramos un relleno de arcilla que podría ser el de la supuesta bóveda del recinto” explica, “así que decidimos abrir un arco que hay en el muro ubicado en la pared de una gran chimenea conocida como “infierno” ya que era el único sitio del monasterio donde estaba permitido cocinar carne”. Los monjes cartujos, recuerda, “llevaban una dieta vegetariana muy estricta que se complementaba solo en caso de enfermedad, con el consumo de pescado, galápagos o ranas”. 

Y efectivamente allí estaba el horno. La chimenea es muy espaciosa, nunca había visto un hogar de estas características y el interior de la tahona es enorme como pude comprobar allí dentro, no sin algún susto por mi parte al pisar en vacío. La foto me la hizo José Luis Ona y el resto de imágenes las hice en el interior del recinto, básicamente se trata de una bóveda circular con una altura más o menos de metro y medio por otros diez de circunferencia. Según declaraciones de Pesqué a Europa Press: “En cuanto tanteamos al falso muro que cerraba este arco, confirmamos que había hueco por detrás”. Y allí estaba, señala, “un horno de pan de grandes dimensiones que conservaba la bóveda, aunque en algunas zonas se habían desprendido parte de sus sillares”. Pesqué matiza que “hemos encontrado restos en su interior que nos hacen pensar que fue tapiado hace no muchos años”.






Foto: José Luis Ona González

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