San Pedro, mártir de Verona

El bueno de Pedro nació en Verona (Italia) hacia 1205 en tiempos de los Cátaros. Se educó en la Universidad de Bolonia y a los 16 años conoce a Santo Domingo de Guzmán, el santo español fundador de los Dominicos y quien lo “ficha” para la orden de Predicadores. Es ordenado sacerdote y ejerce su ministerio entre la Toscana, el Milanesado y la Romaña ganándose fama de fogoso predicador y formidable polemista. Hombre piadoso y austero, pronto corre la voz de su santidad por todas partes. Su capacidad organizadora le lleva a coordinar y fundar muchos pequeños grupos organizados. Se comenta que un día en su celda dominicana recibe la visita de las Santas Mártires: Inés, Cecilia y Catalina sus compañeros, celosos de estas apariciones le van al Padre Prior con el chisme y el bueno de Pedro es amonestado en capítulo y ante sus compañeros por haber violado la clausura y haber recibido a mujeres en su celda religiosa por muy mártires que estuvieran. Se desahoga ante un crucifijo con estas palabras: “¿Qué mal he hecho, Señor, para verme como estoy?”. Cristo Crucificado le responde: “Y, yo, Pedro, ¿qué mal hice?”. Pero su estrella no se apaga y a través de la oración como forma de comunicación con Cristo, el Papa Gregorio IX le nombra en 1232 Inquisidor General. Posteriormente accederá al cargo de superior en los Conventos de Piaccenza, Como y Génova. El 6 de abril de 1252 el bueno de Pedro regresaba de Milán a su Convento en Como, donde era Prior. Cerca de la aldea de Barsalina recibe dos golpes de hacha en la cabeza, comienza a recitar en voz alta el credo, las fuerzas le faltan y mojando un dedo en su sangre escribe en el suelo "CREO" antes de ser rematado con un puñal en el pecho, tenía 46 años. El 25 de marzo del año siguiente Inocencio IV le canoniza. Es el protomártir de la Orden Dominicana. Su fiesta se celebra, de acuerdo al actual Martirologio Romano el 6 de abril aunque en Luceni y otras localidades de la provincia de Zaragoza se lleva a cabo el 29 del mismo mes. Está enterrado en la iglesia de San Eustorgio en Milán.