Las casas de Pradilla en Villanueva de Gállego


Francisco Pradilla Ortiz no nació en un palacio, pero a lo largo de su vida decoró muchos. La casa que recibía su nombre en Villanueva de Gállego (Zaragoza) correspondía a la arquitectura popular del campo aragonés a finales del XIX. Sencilla y austera pero con algunos detalles curiosos que denotaban cierto buen gusto. Con motivo del homenaje que la Real Academia de San Luis tributó en su honor en 1923, ya era conocida como “La casa de Pradilla” tal como queda reflejado en las crónicas de la época es decir que popularmente, el entonces edificio situado en la calle del Paso nº 42 (ahora Gómez Acebo 61) era conocido de esta manera popular ya en vida del pintor, estableciendo que había sido su casa (que no es lo mismo que hubiera nacido en ella). Oficialmente reconocida como tal en 1948, cuando con motivo del centenario de su nacimiento, se colocó en la fachada de la misma la placa esculpida por Carlos Palao y que hasta entonces, había lucido en el ayuntamiento de la localidad desde su descubrimiento 25 años antes. Además se le atribuyó el nacimiento del artista en este lugar. El mismo inmueble recibió un nuevo homenaje en 1998 con la colocación de una nueva placa, más sencilla que la anterior y con motivo del 150 cumpleaños de don Francisco, en esta ocasión con asistencia de algunos de sus descendientes. Nadie podía imaginar que unos años después, esa misma casa desaparecería del mapa.


 

Mucha gente me pregunta si en ese inmueble nació realmente Francisco Pradilla Ortiz un 24 de julio de 1848. Personalmente tengo mis reparaos sobre esta afirmación, sobre todo tras localizar un plano diseñado en 1883 con motivo de unas maniobras militares que el cuerpo de Pontoneros llevó a cabo en el rio Gállego, teniendo la localidad como base de operaciones y en el que se representa como era Villanueva y alrededores en esa época. Como se puede ver en el detalle del mismo; en lo que posteriormente se levantaría “la casa de Pradilla” había tan solo huertos, por lo que era difícil que el pintor naciera en allí, a no ser que lo hiciera de manera accidental o casual, lo cual se recordaría.


El plano nº.1 corresponde a lugar donde se encontraba "la Casa de Pradilla" y el plano 2 a la zona donde se encontraba la casa del padre de Pradilla, ambas en Villanueva de Gállego (Zaragoza)

En estas dos fotos y en detalle la ubicación de la casa de Pradilla. Sobre el plano y dentro del recuadro marcado con líneas rojas. En la fotografía inferior y manchado también en rojo, el edificio que hoy día se levanta en lugar de la casa del pintor, justamente enfrente vemos una casa que rompe la línea de fachadas y queda en falsa escuadra. En la fotografía superior y que corresponde al plano, podemos ver la misma casa o quizás corral que ya entonces se encuentra fuera de escuadra y que está, frente a una línea de huertos y en los cuales no existe ningún tipo de edificación y que correspondería en la fotografía inferior a las casas que aparecen en la línea inferior de la fotografía.

Una leyenda urbana dice que nació junto a la carretera, pero no al sur del casco urbano sino al norte, en lo que hoy es la calle Zaragoza y que por entonces se llamaba “Las Cuevas” de hecho, está constatado según el amillaramiento de 1850 que el padre de Francisco, Miguel Pradilla Pina tenía en propiedad una casa en las cuevas, junto a la “calle del Paso”, muy cerca de donde vivía mi tatarabuela a quien un jovencísimo Pradilla, debía contar por entonces con 8 o 9 años, decoró la fachada de su casa, recién blanqueada para lucirla con motivo de las Fiestas en honor a las Santas Reliquias, que se celebraba por entonces el último domingo del mes de septiembre (esto de encalar las fachadas era una costumbre muy habitual en los pueblos, cuando se acercaba los días patronales). Según cuenta la historia familiar, a Francisqué (que ese el diminutivo empleado en Villanueva para el nombre de Francisco) no se le ocurrió mejor idea que decorar la pared, con la imagen de una caballería que bajaba de las Cinco Villas cargada con trigo lo que causó escándalo en mis tatarabuelos, admiración en el resto del vecindario y forasteros que pasaban por allí, constituyendo una atracción más de las Fiestas Patronales de ese año.



 

Don Miguel falleció un 28 de febrero de 1891 a la edad de 74 años pero, no sabemos si lo hizo en Villanueva o en Zaragoza, donde residía su hija Brígida (sus otros dos hijos; Pascual y Baltasar lo hacían en la vecina localidad de Zuera). En el Registro Civil villanovense figura como declarante de la defunción su sobrino, Manuel Pradilla Martes, domiciliado en “la Calle Cuevas nº. 3”. En una anterior entrada dije que en el Libro de Defunciones de la Parroquia del Salvador en Villanueva, el cura dejó escrito que entre sus descendientes de encontraba “el Excmo. Sr. Don Francisco que es pintor y vive en Madrid” pues no, el párroco se limita a decir “Excmo. Sr. Don Francisco” sin añadir nada más sobre el porqué del título.

Panteón familiar en el cementerio de Villanueva de Gállego

Entonces ¿Por qué los vecinos de Villanueva asocian la casa de Goméz Acebo 61, con Pradilla? Investigando encontré que junto a esa finca había otras pertenecientes también a la familia Ortíz (rama materna del pintor) lo que me hace sospechar que la casa se asentaba sobre una parcela que perteneció en origen a la madre de Francisco. Supuse que cuando hizo algo de dinero, parte de éste lo dedicó a construir una casa en un terreno que había heredado de su madre, para que su padre tuviera una vejez digna y en agradecimiento por el sacrificio que había hecho para que el, llegara donde llegó. Esto de construir casas es muy común entre este tipo de personalidades; bien para destacar su ascenso social o para tenerlas como descanso, en este caso sería para su padre. Es fácil suponer que la bancarrota de la banca italiana Villodas dejó a Pradilla al borde de la ruina, pues en esta entidad tenía casi todos sus ahorros y que a la vista de lo sucedido, no le quedó más remedio que venderla para hacer frente a los gastos que tuviera o por lo menos para poder sobrevivir. Por cierto se la compró un compañero suyo de la escuela en Villanueva que era “quinto” suyo y por tanto de la misma edad. En definitiva lo que a lo largo de la vida le pasa al resto de los mortales, tuvo que dejar algo para poder seguir viviendo y en este caso; su padre tuvo que volver a sacrificarse por su hijo, quizás por ello decidió mandar levantar el mausoleo que les dedicó en el centro del cementerio de Villanueva y en el que, según Mariano de Pano quiso descansar en su día el propio artista.

Hemeroteca de ABC
 

De todas maneras algo habría de verdad en todo esto cuando, cuenta la leyenda que la placa que se descubrió en su homenaje del año 1923 y que hizo el escultor Palao no se colocó en la casa natal; “porque ésta estaba en muy mal estado”. La exageración popular llega a decir “que incluso con el peso de la misma, la pared se habría venido abajo” y que se colocó en la entonces “Plaza de la Constitución” “porque era más visible y se le honraba mejor, que en la que había sido su casa”, lo que contradice que no se hubiera colocado “de primeras” en la casa de la Carretera, quizás porque todavía perduraba el recuerdo de la venta y 25 años después (en 1948) ya todo aquello tan solo fuera un recuerdo en la mente de unos pocos. Por otro lado, esta leyenda defiende que Pradilla nació en otro lugar y no en esa casa de la carretera.

La casa de Pradilla según fotografía de Heraldo de Aragón, tomada el 17 de enero de 1923

Quisiera agradecer su desinteresada ayuda a Eva que se ha sumergido en los fondos parroquiales de Villanueva para ofrecerme datos que necesitaba para completar este trabajo y a Pili Salafranca y Pili Corral por haberme atendido tan amablemente en su Ayuntamiento (Registro Civil). Además del referido plano de Villanueva me ha servido de ayuda el Censo de 1890 (AHP. de Zaragoza). Las referencias ofrecidas por Luisa Macipe que casi centenaria me atendió con espléndida lucidez. También al Boletín del Museo Provincial de Bellas Artes de Zaragoza en su nº.9 publicado en 1923, con motivo del homenaje tributado a Francisco Pradilla con motivo de su fallecimiento dos años antes y a la obra de Wifredo Rincón “Francisco Pradilla” publicado por Antiquaria en 1987 y que constituye casi la “Biblia” sobre este gran artista aragonés.


Grabado que corresponde a las maniobras militares efectuadas en Villanueva de Gállego en 1883

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