Juan Bruil y la puerta del Duque

Hoy hablamos en Radio 4G del político zaragozano Juan Bruil Ollarburu. Un influyente personaje de la burguesía local a mediados del siglo XIX, que llegó a ser ministro liberal y que tuvo un torre en el parque que lleva su nombre, a él se debe también la construcción de la última puerta zaragozana ¿Porqué recibe el nombre de Puerta del Duque?

La música la pone Nairi Grigorian al piano.




Canal: Radio 4G Zaragoza



Juan Faustino Bruil y Olliarburu




Hace unos programas Fernando nos citaba una de las puertas históricas de Zaragoza, la del Duque, o más bien la Puerta del duque de la Victoria. Pues bien esta entrada que se encontraba muy cerca de nuestra emisora, entre la plaza de San Miguel y el puente del Huerva, se llamaba así en honor a Baldomero Espartero, el general liberal español que venció en la guerra contra los Carlistas, que fue Regente, más tarde Presidente del Consejo de Ministro e incluso llegó a ser candidato a ocupar el trono español tras la Revolución gloriosa de 1868.

Quien mandó levantar o construir esta puerta fue Juan Faustino Bruil y Olliarburu, un importante personaje de la burguesía zaragozana de mediados del siglo XIX. Descendiente de una familia originaria del Bearn, que tenía una tienda en la calle Espoz y Mina. Juan nació en plena ocupación francesa de la ciudad, en 1810. Fue director del Banco de España en Zaragoza, que entonces se llamaba de San Fernando. En 1845 formará parte de la primera sociedad anónima dedicada en Aragón a operaciones de crédito, un antecedente de lo que fue el Banco de Zaragoza. Como político jugó un papel destacado en llamada revolución de 1854 que devolvería al poder a Espartero, quien agradecido lo nombra ministro de Hacienda un año más tarde, a él se debe la primera Ley española de Sociedades anónimas de crédito que facilitarán la entrada de crédito extranjero, sobre todo francés.

Ferviente partidario y admirador del General progresista regaló a la ciudad de Zaragoza la Puerta de la Victoria que en honor del general Espartero se construyó en lo que hoy es plaza de San Miguel, es la más reciente de las puertas que ha tenido la ciudad y la de más corta existencia. En principio, se trataba de arquitectura efímera y conmemorativa, ya que el proyecto primero consistía en unos arcos de triunfo dedicados a celebrar la visita del general Espartero (apodado ‘Duque de la Victoria’, de ahí el nombre de la puerta) a la ciudad. Por la precipitación con la que se hizo y la falta de cimientos se derrumbó al poco tiempo y Juan Bruil, sufragó la definitiva que se realizó más tarde en hierro fundido y sobre cimientos de sillares de la cantera de Muel. Esta segunda puerta tenía dos partes laterales para peatones y la central para el tráfico y se abrió al público en 1861. Desapareció en 1919 y sólo queda un mural recordatorio de la misma, en un edificio anexo.

Esta puerta conducía también a su extensa y lujosa torre que se encontraba en los terrenos que hoy ocupa esta emisora, junto al parque Bruil, pues de este ministro, diputado y senador zaragozano toma su nombre

En esta finca pertenecía antes de la Desamortización un convento, Bruil realizó cuantiosos gastos para convertirla en una lujosa residencia cuyo parque podía ser visitado por los zaragozanos en los días festivos; según un cronista local, la casa estaba «rodeada de espesas alamedas, laberintos formados por los árboles, montaña rusa, estanques, jardines con caprichosa variedad de flores y extensos invernaderos», cuidados por jardineros franceses que se ocupaban también de la abundante fauna que habitaba la torre y que iba desde los faisanes hasta los ciervos, pasando por una serie de estanques convertidos en acuarios. Pero Bruil no solo tenía esta propiedad, en otra extensa torre situada en el Burgo de Ebro, Bruil introdujo también modernas técnicas agrícolas.

Entre los muchos proyectos que ofreció a la sociedad aragonesa está el que realizó en 1853 para la construcción del ferrocarril a Francia Buscar por Canfranc. También realizó un minucioso estudio para hacer navegable el Ebro desde Tudela hasta el Puerto de los Alfaques, con objeto de poder disponer de un fácil acceso al mercado catalán para los productos aragoneses. Juan Bruil falleció sin descendencia en 1878, pero el parque no lo legó directamente a la ciudad, sino que hay que esperar a mediados del siglo XX hasta que se aprobó la construcción de este espacio de 4 Has., que tenemos aquí al lado.

Hasta hace unos pocos años existía un mini Zoo con algún oso, un león etc., también se conservan los restos del molino de Martín de Goicoechea y que se encontraba en ese lugar.

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