Sesenta años del Teatro Fleta

El Fleta en sus buenos tiempos

El teatro Fleta llegó a ser un símbolo de la ciudad de Zaragoza, o al menos una obra singular debido a sus especiales condiciones estructurales y materiales y además como prototipo de modernidad, ubicado en medio de la gran avenida que une la puerta del Carmen con el puente de Santiago y justo frente al hotel Corona de Aragón, en pleno entre digamos el centro comercial y el centro oficial de Zaragoza. Es un edificio catalogado como edificio de interés arquitectónico y es considerado como una de las cinco obras más importantes del movimiento constructivo contemporáneo en Aragón.

Diseñado según proyecto del arquitecto José de Yarza García abrió sus puertas el 24 de febrero de 1955, sobre lo que antes había sido el espacio del gran teatro Iris, que había sido demolido dos antes y que también era un gran complejo de espectáculos o más bien un pequeño parque de atracciones, y que antes incluso había sido un viejo lavadero del siglo XIX. El nuevo teatro también tenía un doble concepto ya que se dedicaba tanto a teatro como a cine. En principio siguió llamándose Iris, como el anterior teatro, pero poco después tomaría el nombre del tenor aragonés. Contaba con un aforo de 1710 butacas, su escenario tenía 16 m de embocadura y 9 m de fondo y 1.600m2. Este enorme terreno disponía de dos accesos. El principal se abría hacia la avenida de César Augusto y el segundo acceso, que durante muchos años iba a ser el más frecuentado, era un pasaje situado entre las medianerías de varios edificios de viviendas ubicados en el entorno de la plaza del Carmen y de la calle de Azoque. Se trataba del mismo pasaje que desde 1940 había servido de entrada a las instalaciones del Iris Park, además la fachada de ladrillo, muy típico de la arquitectura aragonesa, estaba adornada con elementos alegóricos al teatro, así como rodeando el escenario, que tenía unas máscaras enormes y curiosas que llamaban la atención. El diseño de la fachada es muy similar al City Theatre de Amsterdam diseñado por Wils y Rosenthal en el año 1932 y construido en el 35.

Butacas y escenario del Fleta
En diciembre de 1981 se otorga una licencia para su derribo y Bellas Artes lo paraliza, en diciembre de 1986 el Ayuntamiento de Zaragoza lo cataloga como de interés en el PGOU, con lo cual se evita su derribo. Tras una sentencia del Tribunal Supremo, que autoriza su derribo, y una oferta de compra del ayuntamiento, el consistorio modifica el PGOU para descatalogar el edificio y autorizar la construcción de viviendas, mientras que, en mayo de 1994, la Comisión Provincial de Patrimonio de la DGA prohíbe la descatalogación, en 1998 fue adquirido por el Gobierno de Aragón que convocaba en el año 2000 un concurso de ideas para su rehabilitación ganado por el arquitecto Basilio Tobías Pintre. Precisamente en octubre de ese año, el 2000 se lleva a cabo la última función de cine y es que durante casi veinte años entre unos y otros el Gran Teatro Fleta seguía funcionando, es más fue a principios de los ochenta, cuando ya comenzaban en los despachos la necesidad de derribarlo o no, cuando tuvo su mayor éxito de taquilla ya que en su sala se proyectó la película E.T. de Steven Spielberg en 1982.

Comenzaron las obras para la reconversión del teatro en dos salas de cines con varios niveles y lugares de ocio, se desechó el proyecto y se pensó en rehabilitarlo para destinarlo a ser la sede del Centro dramático aragonés (hay que decirlo que así ha acabado, pero por otras razones), se llegó a constituir un patronato, pero las obras se paralizaron en 2003, y desde entonces el Teatro Fleta se encuentra en estado lamentable, conservando sólo la fachada genuina apuntalada por un andamio que, en noviembre de 2013, el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza dictó retirar.

Los intereses políticos y económicos de unos y otros, sólo han conseguido que un lugar emblemático como fue el Teatro Fleta haya quedado en el limbo de la memoria colectiva, creo en definitiva que aquí, todos se han pillado los dedos. La profesora de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza da un dato que puede ser significativo. En 1997 Zaragoza contaba con cerca de 13.000 butacas de cine, cuarenta y cinco años antes, en 1953, con la mitad de habitantes tenía 17.626.


El Fleta en la actualidad según Andalán

Comentarios

  1. Una vergüenza mas de otro caso de abandono de un proyecto que iba a ser la sede del centro dramatico y que solo queda la ruina

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