Calle de Francisco Pradilla Ortiz
Rótulo de la Calle de Francisco Pradilla en Zaragoza |
He leído en el periódico El Mundo que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido cambiar el nombre a 26 calles franquistas y ponerles la denominación de quien bien les ha venido en gana, digo esto porque algunas son abiertamente guerra civilistas y revanchistas como quitar la calle a Millán Astray y cambiarla por el de “Avenida de la Inteligencia” que también tiene su guasa o quitar la calle a José Calvo Sotelo (como si no hubiera sido una víctima del fanatismo y el sectarismo) y ponérsela al Teniente Castillo (como si aquel fuera el culpable de la muerte de éste, aunque ni si quiera se conocieran y como si matar al líder de la oposición parlamentaria fuera equivalente a matar a un funcionario de un partido, siendo las dos muertes un crimen pero nunca he entendido que ambas se compararan) pero bueno el objeto de esta entrada no es ese.
Me consta que la Familia de Francisco Pradilla (pintor aragonés) hizo gestiones ante el
Ayuntamiento de Madrid para que, aprovechando la ocasión, dedicara una calle a
su ilustre antepasado, pero la calle elegida por los descendientes del artista
se va a llamar «calle de Edgar Neville,
escritor y cineasta. Su visión del Madrid de la posguerra tiene ya un valor
arqueológico, histórico y sentimental» (dice la nota del Ayuntamiento). No voy
a entrar en los méritos del conde de
Berlanga de Duero, quizás por eso, porque fue Conde y Pradilla un chico de
pueblo en busca de oportunidad en la capital y que también fue estafado por los
bancos (como diría un Podemita) se merece una calle, ni siquiera en que el
bueno de don Edgar fuera colaborador del ejército franquista, cosa que parece
ser ni a Carmena ni a su sobrino, ni a Rita Maestre, ni a Zapata y ni siquiera
a Celia Mayer parece que les importe, aunque si es cierto que la denominación
da cierto glamour a la zona. Pero si analizamos un poco la nota y la comparamos
con la obra de Francisco Pradilla (me temo que la señora Carmena no tiene ni
idea de quien era este señor) “podemos” observar que el pintor aragonés también
hace una semblanza casi arqueológica del Madrid de la época en que vivió y no
solo de Madrid, sino de España y de su historia. Por cierto van a dedicar una
calle a “Fortunata y Jacinta” obra
del gran amigo de Pradilla, Benito Pérez Galdós. Yo defiendo que Pradilla
es a la pintura lo que Pérez Galdós a la literatura, es decir sus cuadros
también son auténticos Episodios
nacionales pero claro ¿a quien se le ocurre, después de pintar la Rendición de Granada, pedir que se ponga
una calle a un facha? pensará un giliprogre, eso no puede ser ¿Qué diría la
comunidad musulmana? se sentiría herida.
Es una pena que por culpa seguramente de un
pensamiento sectario, acomplejado y a todas luces, paleto y sobre todo
interesado. Francisco Pradilla Ortiz todavía no tenga una calle en Madrid,
cuando sus pinturas adornan un palacio junto al despacho de su alcaldesa. Por
cierto la anterior (Ana Botella) no quiso o simplemente pasó, de que se pusiera
una placa recordatorio en el lugar donde estaba su estudio porque, igual de
acomplejada que ésta, la casa donde tenía sus cuadros y sus obras de arte don
Francisco fue bombardeada y destruida por las tropas nacionales. De esta manera
Pradilla también ha sido víctima de las dos Españas de las que hablaba Machado.
PD.:
Francisco Pradilla tiene calles dedicadas en su pueblo, Villanueva de Gállego,
en Zaragoza y en Granada. Sin embargo en Madrid, la ciudad donde desarrolló
gran parte de su vida laboral, donde murió, donde se encontraba su estudio,
donde se conserva gran parte de su obra o al menos la mejor y más significativa,
no posee ni siquiera un humilde recuerdo de su estar en la capital de España.
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