8 de Septiembre: Día de la Virgen de Burjazud
Ayer 8 de septiembre se celebró la Natividad de
Nuestra Señora, la Virgen de septiembre que es fiesta en muchos lugares, casi
tantos como el día de la Asunción, el 15 de agosto. Hace poco hablando con un
amigo, en cuyo pueblo son fiestas con ese motivo, me dijo que en ese día se
celebran los hallazgos de vírgenes o que no se tiene constancia de que son
aparecidas; por ejemplo la Virgen del Pilar es tradición que llegó a Zaragoza
el 2 de enero y la de Lourdes el 13 de febrero o la de Fátima hace cien años. Otro
caso son las Vírgenes de la Pascua de Pentecostés, que también deben tener su
historia, la del Carmen (16 de julio), la de agosto o la Inmaculada. Para todas
aquellas que no se sabe cuál es la fecha de su aparición o incluso como
llegaron al lugar, entran dentro del saco del 8 de septiembre.
En este grupo se encontraría la Virgen de Burjazud
de Villanueva pues, aunque se sabe que estaba en el primitivo azud de Rabal,
esta imagen tras una riada del Gállego fue arrastrada hasta el lugar donde se
le construyó una ermita y como allí también peligraba por acción del río, se
mandó a la iglesia se Villanueva. En los antiguos papeles así venía reflejado;
que el 8 de septiembre se iba en romería a la ermita de Burjazud por que ese
era el día de su patrona y en este lugar se le cantaban los gozos. Poco se sabe
de esta imagen sencilla, tosca y muy curiosa con el niño Jesús que sostiene un
cáliz en su mano izquierda (algo inusual) pero que inspira a los villanovenses
cierta veneración. Una Cecilia el lugar en su día, llevó a cabo una
restauración más o menos afortunada ¿Por qué ese cielo estrellado que acompaña
a la imagen? Seguramente significa que estaba a la intemperie en el azud de la
acequia de Villanueva, vete a saber. Quizás con algo más de mimo y cuidado por
manos especialistas, podríamos llegar a saber algo más sobre esta talla de la
que tan solo se sabe que es del siglo XII y que posiblemente se trate de la
sacralización de una devoción anterior, de época romana incluso.
Mientras tanto la Virgen de Burjazud sigue ahí
callada, esperando su oportunidad.
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