Como se salvó el retablo de Grañén (Huesca)
En la anterior entrada de El
Rebabillo, incluí como según Apeles Fenosa rescató el retablo de Robres
(Huesca), en la cual decía lo siguiente: “La Generalitat puso a disposición de [Apeles]
Fenosa un camión, un chófer, un soldado y un arma [con ellos] recorrió Cataluña
y Aragón, a menudo con su primo Ramón Florensa y así salvó del fuego, a veces
en el último momento muchas obras maestras. En el semanario Mirador 27, el periodista Roe publicó una
entrevista con Fenosa bajo el título “Cataluña ha salvado en Aragón un tesoro
artístico” y así, en palabras del escultor describía sus heroicas actividades:
“Intentamos salvar el tesoro artístico de Huesca y de Zaragoza poniendo remedio
en la medida de lo posible a las destrucciones de la guerra y de la revolución.
Intentamos salvarlo y posteriormente, una vez acabada la guerra lo devolvimos
al pueblo de Aragón, después de haber procedido a los trabajos de restauración
necesarios, como homenaje y testimonio de amistad y solidaridad del pueblo
catalán”. Prosigue relatando Fenosa; “Es un trabajo ingrato y no comprendido
por la gente. Un día me confundirán con un ladrón o por alguien que se dedica
al pillaje y me matarán”. Ingrato a causa de los que, sabiendo todo esto y sin
haber hecho nada para salvarlo, una vez que ven que está a salvo le tratan de
ladrón y de vampiro de un pueblo [él mismo era consciente de lo que estaba
haciendo y también otros]. “He recibido una carta [se explica él] de un
individuo que nos acusa a todos los catalanes de aprovechar las circunstancias
actuales para expoliar a un pueblo que no sabe lo que tiene”. “A Grañén (Huesca) llegamos cuando estaban
partiendo los trozos de un magnífico retablo, espléndido para hacer leña. Trozo
a trozo lo recompusimos hasta la última astilla. Pero lo más bello, lo más
precioso, ya se había perdido”.
Según la documentación conservada en
la Causa Nacional referente a Grañén y que se encuentra en el Archivo Histórico
Nacional (Madrid) la iglesia fue utilizada como cárcel y «al entrar las fueras
de Carlos Marx, fueron profanadas la iglesia y ermita, siendo llevadas las
imágenes en dirección al rio, donde tenían instaladas las cocinas, ignorando lo
que hicieron con los objetos de valor que en las mimas había». Fueron los
miembros del comité revolucionario local los encargados de realizar las
incautaciones y se sabe que «fueron asesinadas seis personas». En otro apartado
de la misma Causa se dice que las imágenes y objetos de cultos, se utilizaron
como leña para el horno con el fin de «cocer el pan». Se dice que la
profanación de la iglesia se produjo una vez constituido el comité
revolucionario local e integrado «por individuos del pueblo pertenecientes a la
CNT y a la UGT.» pero que fueron «milicianos» integrantes de la columna Carlos
Marx y del POUM, los que profanaron la iglesia y la ermita de san Julián. En
definitiva y según la Causa Nacional, los milicianos de la columna Carlos Marx
y pertenecientes al POUM, eran quienes controlaban la situación en el pueblo y
los responsables últimos de lo que allí sucedía.
Iglesia de Grañén (Huesca) |
La profesora de la Universidad de
Zaragoza doña Carmen Morte escribe en “El retablo mayor de la iglesia parroquial de
Grañén” dentro del libro Catálogo de
la exposición del mismo, tras su restauración en 1992 (editado por la Diputación
Provincial de Huesca). Hasta 1936 se conservaban en la iglesia de Grañén la
imagen original del titular, el apóstol Santiago y algunos restos de la pintura
gótica, envolviendo el remate del retablo como atestiguan fotografías
realizadas antes de esa fecha. «En Julio de ese año, el Departamento de Bellas
Artes del Gobierno de la República ordenó desmontar el retablo y trasladar las
tablas de pintura [del mismo] a Barcelona. Entre 1936 y 1939 las pinturas
estuvieron depositadas en el Palacio Nacional de la ciudad condal [actual Museo
nacional de arte de Cataluña], tal como atestiguaban los albaranes que llevaban
las tablas pegados en el reverso». El Servicio de Defensa del Patrimonio
Artístico Nacional, trasladará estas obras a Zaragoza en junio de 1939, una vez
finalizada la guerra y poco después vuelven a Grañén. Llegando a la década de
1980 muy deterioradas, por lo que es necesaria su rehabilitación. «De acuerdo a
los documentos fotográficos anteriores a 1936, en el sotobanco había más de las
seis tablas [que han llegado a nuestros días] con figuras de apóstoles que hoy
no se conservan. Para la profesora es muy posible que antes de la vuelta del
retablo a Grañén, se acometiera una restauración de las pinturas, a la vez que
se hacían de nuevo la mazonería y la imagen de Santiago que hoy se conservan en
la iglesia del pueblo. La última restauración de la obra se realizó entre diciembre de 1986 y abril de
1989, restaurando las tablas de pinturas a excepción de las situadas en el
guardapolvo.
Si hacemos caso a esta información Apeles no iba por libre sino todo lo contrario, estaba al servicio de la
Generalitat y del gobierno de la República, depositando las obras allá donde le
dijeron que debían estar, Faltan elementos pero de éstos nada se
sabe, si fueron quemados con el resto de obras en el horno de Grañén o salieron
de Cataluña una vez depositadas en Barcelona, por lo menos gran parte del
retablo se ha recuperado, lo que también hace pensar que seguramente el fin altruista no lo era tanto. No obstante Fenosa se defiende antes de ser atacado y ya se sabe el viejo proverbio que dice "Acusatio non petita..." pero con todo hay aparece como un héroe, ya se sabe que de héroes a villanos tan solo hay un paso.
Referencias:
Sobre Apeles Fenosa:
Sobre la iglesia de Gañén (Huesca):
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