Programas de Fiestas de Villanueva años 50
Siguiendo con el recuerdo de las
fiestas pasadas en Villanueva de Gállego y a la vista de que este año; por no
haber no hay ni programa, paso una serie de portadas de programas de fiestas de
los años 50. Su diseño es muy sencillo, típico de posguerra. A dos tintas y en
algún caso se atreven a poner alguna fotografía de las Santas Reliquias. Siguen
siendo folletos en octavo, en ocasiones apaisados para dar cierto “toke” de modernidad y no contienen
publicidad. Las Fiestas siguen girando en torno a los actos religiosos, las
vaquillas, el baile y la jota, sin embargo van introduciéndose otros como el
fútbol o el cine.
En esos años y posteriores, las
fiestas comenzaban a las 12 del mediodía del sábado anterior al primer domingo
de otoño, es decir el primer domingo tras el 21 de septiembre (en algunos
textos he visto que se celebraban el primer domingo tras el día de San Mateo,
que coincide con el equinoccio) y se anunciaban con un “repique y volteo
general de campanas con disparo de cohetes y bombas detonantes”. Por ejemplo el
domingo de las Fiestas del año 1957 correspondió al 22 de septiembre (es decir
que el último domingo de septiembre fue el día 29, mientras que en 1959 fue el
27. En el año 1955 se perderá uno de los
actos más curiosos y tradicionales en las fiestas villanovenses, el desfile de
la gran carroza engalanada por los quintos de la localidad y que recorría las
calles de la población a modo de Llega,
acompañada de la rondalla o por la música: “suplicando a las mencionadas
señoras y señoritas nos obsequien con pastas, licores, huevos, pollos y algún
conejo”. En ese año volverán a participar dos joteros importantes dentro de la
historia aragonesa, los hermanos Arrieta (Emilio y Jesús) vecinos de la cercana
localidad de Castejón de Valdejasa, quienes actuaron acompañados por la
agrupación artística Amigos del Arte.
http://historico.aragondigital.es/noticia.asp?notid=86705&secid=12
Por desgracia Emilio Arrieta es uno
de los grandes olvidados de nuestro canto regional.
La banda de música de Villanueva es
dirigida estos años por Lorenzo Suñer Sabaté que solía interpretar durante las
solemnidades religiosas la misa de Perosi o de Pio X. Durante las fiestas funcionaba una tómbola
organizada por la parroquia con valiosos regalos y premios, destinando los
fondos que se recauden a los obras de la parroquia. Se había pasado del reparto
de bonos a los necesitados; a organizar una tómbola benéfica, algo se había
ganado. Tenía que ser muy duro que el día de la Fiesta mayor las autoridades
repartieran alimentos entre los más necesitados del pueblo, una costumbre por
cierto de orígenes romanos.
Entre las ganaderías que visitaban por
esos años Villanueva se encontraba la de Pascual Pradilla de Zuera, en realidad
Pascual descendía de Villanueva y era sobrino directo del pintor Francisco
Pradilla Ortíz, en cierta ocasión le oí decir a su hijo Luis, como su padre
cuando se casó, fue de viaje de novios a Madrid, a casa de su tío y que éste
les acompañó a ver la ciudad.
El primero de octubre de 1959, último
día de las Fiestas ese año, coincidió con el día del Caudillo; a las 8 de la
mañana hubo diana y a las once y media actuación de la banda de música con
variadas interpretaciones de concierto en el paseo y Avenida 18 de julio. A las
tres y media en el Campo de Deportes de la Sarda, se celebró un emocionante
encuentro de fútbol entre el Villanueva CF. y la Selección Juvenil aragonesa y
a las seis un “gran festival de Variedades organizado por la Obra Sindical de
Educación y descanso” del Movimiento. Por la noche y a las once y media en el
mismo paseo 18 de julio, gran baile verbena quemándose durante los intermedios
musicales, una vistosa colección de fuegos artificiales por el afamado
pirotécnico Don Ángel Sanz y una gran traca final, interpretándose seguidamente
la gran retreta como final de fiestas. Por
lo que he visto, ese día se celebró con cierta solemnidad o interés festivo,
quizás por coincidir con el 20 aniversario del final de la guerra, generalmente
el último día de las fiestas se hacían competiciones ciclistas, cucañas o
entalegados y por la tarde noche los fuegos y poco más, ese año se tiró la casa
por la ventana para despedir a las fiestas.
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