El geiser de el Pozuelo de Aragón
Hace unos días me enteré de que en la
localidad de Pozuelo de Aragón (Zaragoza) existía un geiser. Suelo pasar por
ahí de vez en cuando y no me había enterado así que pensé, la próxima vez que
vaya por allí intentaré localizarlo. Además aproveché la ocasión para conocer
el pueblo, que es una especie de pequeño oasis en el centro de la estepa que
conforma el valle del Ebro y está lleno de rincones interesantes y de
repostería excelente.
La surgencia se encuentra a pocos
metros del casco urbano, en la salida por la carretera que va a Fuendejalón.
Desde la misma vía se aprecia el chorro que aparece en el paisaje como una
especie de fuente urbana de esas que hay en los parques, pero no es así. Se
accede al manantial por una buena pista de tierra, un ancho camino que en
tiempos debía rodear la población, además es fácil dejar el coche en la orilla
del camino.
El geiser se encuentra en la
intersección de esta pista con la margen derecha del barranco de “Huechaseca”,
un cauce que baja de Fuendejalón, atraviesa el Pozuelo y desemboca en el valle
del Ebro. El agua que lanza al exterior el chorro a presión es caliente o
templada y se considera como un manantial de aguas termales. La altura del
chorro puede alcanzar casi los tres metros, según parece ser si es en época
seca o de lluvia pero siempre está activo, al menos desde hace unos cuarenta
años, que es cuando floreció este pozo artesiano fruto de los sondeos para
buscar agua en la zona. Según indica el blog del Centro de Estudios Borjanos,
el acuífero alcanza una profundidad de 325 metros, con una antigüedad que se
remonta al jurásico confinado. Sus aguas salen con casi 30º salinizadas, a
presión y se le confiere la categoría de aguas termales. Además al salir
atraviesa y disuelve una capa de yesos, dando como resultado sulfatos y calcio
disueltos que corroen el tubo de hierro que en su día fue utilizado para la
prospección, adquiriendo de esta forma el líquido un tono rojizo que se aprecia
en el balsete donde cae el manantial. Este hierro se ha ido acumulando de
barros y tierra en la superficie formando una curiosa estructura, asemejando el
cono de un volcán”.
No es muy conocido la verdad, al
menos fuera de la zona y hay poca información sobre él, sin embargo y estando
haciendo fotos aun aparecieron unos chavales con unos “quarts” por allí. Otra
cosa que me llamó la atención fue que el manantial se encuentra en el límite de
una frontera geológica; hacia el norte las estepas del valle del Ebro y hacia
el sur las tierras más húmedas del piedemonte de la serranía ibérica, pobladas
de viñedos y frutales.
Es posible que en la antigüedad ya
existiera algún otro manantial de similares características y que de ahí
recibiera el lugar el nombre de “El Pozuelo”. Siguiendo la misma pista hacia el
oeste, en dirección a Borja pero a unos 500 metros del geiser y a orillas de la
misma pista, se encuentra el nacimiento de otro manantial que en este caso
discurre hacia el casco urbano del pueblo, en cuyas puertas forma una balsa
llamada en el pueblo “El Balserón”. En torno a ella ha crecido un pequeño
bosque, vegetación y algún canal de riego lo que le hace parecer un oasis en
medio de la estepa y es que esta zona de la provincia de Zaragoza siempre
sorprende a quien la visita.
Curioso, curioso, aunque un amigo motero ya me lo había descubierto...
ResponderEliminarYa te digo que es un lugar que frecuentan moteros y personas por el estilo
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