Traje de los danzantes de Leciñena (Zaragoza)
Una de las características más singulares de los paloteadores, del dance de Leciñena es su vestimenta. A primera vista llama la atención ese atuendo italianizante que parece fruto de la inspiración de su diseñador, Antonio Marcén Arroyos un famoso modista aragonés del último cuarto del siglo XX que era hijo de la localidad y que en su día colaboró con una de las tradiciones más arraigadas de su pueblo a través del diseño y confección del atuendo de los danzantes. Destaca sobre todo; esas boinas que parecen sacadas de los “Tercios de Flandes”, de la Guardia Suiza del Vaticano o de algunas recreaciones históricas que se llevan a cabo en la Toscana. Pero el traje que lucen orgullosos los paloteadores leciñeneros, está inspirado en la vestimenta antigua de los viejos danzantes de esta localidad situada a la entrada de los Monegros y al pie de la Sierra de Alcubierre.
En la página de Arafolk en la que se
habla sobre el dance de Leciñena, aparece una fotografía sacada en 1926 a un
miembro del grupo; se trata de Carlos Maza Albero, quien luce para la ocasión
una vestimenta de color muy parecido a la que muestran los paloteadores
actuales pero en lugar de blusa, una chaqueta sobre una camisa de color rosáceo,
con mangas rojizas y calzón rojo. En este caso, Marcén quiso marcar su impronta
sustituyendo la chaqueta por la blusa, que es el único elemento que cambia ya
que Carlos Albero luce en su cabeza una boina de los tercios coloreada al igual
que la que hoy lucen los danzantes de Leciñena. Mientras que en la vestimenta
primitiva predomina el rojo en todas su variantes, en la moderna se combina el
rojo con el azul por lo demás toda ella es muy similar. Esta característica
hacen de la vestimenta del dance de Leciñena una peculiaridad muy distinta del
resto de los tradicionales tajes de los danzantes aragoneses.
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